Capítulo 7: ¿Desde cuándo...?

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Jin ZiXuan se encontraba de pie en la cima de las famosas escaleras de su secta, portando las túnicas amarillas con el bordado de la peonia en ellas, todo él destilaba seguridad y orgullo, al igual que en Jin GuangYao, quien se encontraba a su lado para apoyar a su hermano en todo lo que necesitara.

Ambos habían estado recibiendo las delegaciones de las sectas desde temprano, por lo que ya estaban un tanto agotados, sin embargo, para su buena fortuna ya solo faltaban algunas cuantas sectas, tachando de la lista a Gusu Lan, cuya delegación estaba llegando justo en ese momento siendo encabezada por la elegante figura de su líder, Lan XiChen, seguido de cerca por su hermano menor, Lan WangJi.

—Zewu-Jun, HanGuang-Jun, bienvenidos —saludó formalmente el de cabellos castaños amarrados en una coleta alta, a su lado, Jin GuangYao hizo lo mismo—. Espero que todo lo que hemos preparado para ustedes sea de su agrado.

—Líder Jin, A-Yao, les aseguro que todo será tan perfecto como siempre —ambos jades de Lan respondieron el saludo con cortesía, por supuesto, después de ello se centraron en mantener una breve plática sobre su viaje y los discípulos que este año participarían.

Sin embargo, en algún momento Jin ZiXuan notó que la vista del Lan mayor se desviaba con frecuencia hacia su hermano menor, Jin GuangYao, quien solo mantenía una pequeña sonrisa en sus labios. Gracias a su amada esposa que se había dado cuenta de lo que pasaba con esos dos y se lo había comentado, es que ahora él era consciente de aquellos detalles, por lo que después de soltar un suspiro casi imperceptible se dirigió a su hermano con una pequeña sonrisa en sus labios.

—A-Yao, ¿por qué no llevas a Zewu-Jun y HanGuang-Jun a sus habitaciones? De seguro desean tomar un breve descanso antes de que el banquete comience —Jin ZiXuan sabía que su hermano no era nada tonto, por lo que estaba seguro que encontraría la manera de quedarse a solas con el primer jade.

Mientras veía como los tres hombres se dirigían hacia el interior de la Torre Koi notó como un pequeño niño emocionado se acercaba con rapidez hacia cierto segundo jade y no pudo evitar que otro suspiro se le escapase, a veces sentía que su pequeño hermano XuanYu terminaría provocando que Lan WangJi le advirtiera sobre alejarlo de él.

Para cuando el castaño regresó la vista hacia las escaleras, se dio cuenta que la delegación de Yunmeng Jiang ya había llegado a la cima y Jiang Cheng se acercaba con aparente calma hacia él.

—Jin ZiXuan —saludó el de túnicas moradas.

—Ah, Jiang Cheng, bienvenido, me alegra que hayas llegado —correspondió el saludo saltándose las formalidades, después de todo ellos eran cuñados y entre la familia no era tan necesario—. A-Li te ha estado esperando, pensó que llegarías más temprano —le comentó.

—Nos retrasamos un poco al zarpar, pero nada de lo que se tengan que preocupar —Jiang Cheng respondió quitándole importancia al asunto, por lo que el Jin asintió—. ¿Ya ha llegado la delegación de YiLing Wei? —preguntó de repente, tomando por sorpresa al de túnicas amarillas.

Su amada YanLi ya le había contado todo lo que había descubierto en su breve visita al Muelle de Loto. Al principio se había desconcertado tanto que tuvo que tomar asiento para poder procesarlo todo, minutos después estaba seguro que entendía algunas cosas, pero aun así no podía comprender cómo esos dos se acercaron tanto como para mantener una relación de ese tipo si ambos eran tan… diferentes. No había nada que se lo explicara.

Sin embargo, ahora que veía la mirada curiosa de Jiang Cheng y como trataba de ocultar la ansiedad que sentía por ver a su… futuro esposo e hijos, las dudas de Jin ZiXuan se duplicaron, pero al mismo tiempo un sentimiento de curiosidad se hizo presente en él, por lo que sonrió un tanto divertido.

De hermanos a esposos... ¡Y con hijos!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora