Capítulo 6: ¡Bienvenido de vuelta, líder!

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El viaje de Yunmeng a YiLing fue agotador para los tres, pero más para Wei WuXian, ya que él no había podido dormir como sus hijos sí lo hicieron, en cambio, su mente se había mantenido ocupada rebobinando una y otra vez aquel momento en que vio a Jiang Cheng cargar delicadamente en sus brazos a una muy dormida A-Xing, incluso se arriesgaba a decir que alcanzó a ver un toque de cariño en su mirada mientras la depositaba con cuidado dentro del pequeño camarote del barco, para después revolver los cabellos de A-Shen y regresar al muelle.

Tampoco podía alejar de su mente cómo se despidió de él, casi como si le provocara tristeza la partida de los tres, aunque era consciente que dentro de unos pocos días los volvería a ver.

Mucho menos podía dejar de pensar en cómo Jiang Cheng le había entregado un monedero rebosando de dinero antes de que se subiera al barco y como su propio corazón comenzó a latir con rapidez justo después de escuchar la respuesta a su interrogante mirada.

«—Es para que lo utilices por si en el camino les llega a dar hambre a ellos o a ti,  también por si necesitas comprar algo para ofrecérselo de ofrenda a Wen Qing —dijo el de morado y ante la mirada sorprendida de Wei WuXian, se apresuró a agregar—; después de todo, es mi responsabilidad cuidar de mi familia, ¿no? Solo estoy cumpliendo con ello —posteriormente se dio media vuelta y comenzó a alejarse del de ropas oscuras y del embarcadero».

Lógicamente, con su mente siendo ocupada de esa manera, no pudo dormir ni siquiera por un par de minutos, por lo que cuando llegaron al embarcadero más cercano a YiLing, no le costó desperezarse y despertar a sus hijos, quienes después de dormir durante todo el viaje se encontraban con la suficiente energía como para caminar sin quejarse.

Los tres llegaron a los Túmulos Funerarios cuando el sol se estaba ocultando, las viviendas de los remanentes Wen empezaron a alumbrarse poco a poco con las lámparas que colgaban afuera, al igual que algunas habitaciones de los discípulos.

Los pequeños Jiang veían todo con curiosidad puesto que ellos tenían una imagen de cómo se vería todo ese lugar en el futuro; tal vez no era como ellos recordaban, pero sin duda era mejor de lo que se habían imaginado cuando Wei WuXian del futuro les contó que por algunos años tuvieron que vivir muy precariamente.

Las viviendas no eran tan esplendidas como en el futuro, pero estaban bien hechas y tenían un buen tamaño, faltaban muchas más habitaciones para los discípulos, sin embargo, entendían que eso se debía a que la secta aún no recibía tanta demanda, igual existían construcciones que apenas se estaban alzando y otras que probablemente no se realizarían hasta muchos años después. Los hermanos pensaron que en definitiva no estaba nada mal, al mismo tiempo en que la admiración por el ser que les había dado la vida creció mucho más.

Conforme se acercaban más podían escuchar risas y murmullos, se trataban de algunos discípulos que se dirigían hacia el comedor, donde seguramente no tardaban en servir la cena. Wei WuXian los observó, por como llevaban en desorden sus túnicas negras parecía que habían estado entrenando hasta hace poco, por lo que una pequeña sonrisa apareció en sus labios, aparentemente el hecho de que esta vez fueran a participar en la Conferencia de discusión les había motivado a entrenar con más diligencia que antes.

—¡Líder Wei! —uno de los discípulos se dio cuenta de la presencia del mayor y llamó la atención de sus compañeros, pronto los cuatro cultivadores se encontraron haciendo una reverencia ante él—. ¡Bienvenido de vuelta, líder! —exclamaron los cuatro al mismo tiempo.

De hermanos a esposos... ¡Y con hijos!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora