De hermanos a esposos... ¡Y con hijos!

Capítulo 8: ¿Jiang Cheng...?

El banquete ya había comenzado desde hacía casi una hora atrás, la mayoría de personas se encontraban conversando animadamente, el alcohol incluso ya estaba logrando hacer efecto en aquellos que comenzaron a consumirlo desde un inicio y que no tenían buena tolerancia.

Lan XiChen y Jin GuangYao habían estado uno al lado del otro, desde el comienzo de la velada no se habían separado en ningún momento, quienes los vieran y fueran lo suficientemente observadores e inteligentes, sabrían lo que ocurría entre esos dos, después de todo, las miradas y sonrisas que se daban no eran para nada discretas, debido a eso eran pocos los que se acercaban a hablar con ellos, solo el líder de secta Nie MingJue había estado hablando con ellos por un rato, sin embargo, parecía estar más interesado en mirar hacia las puertas del salón, como si esperara a que alguien ingresara por ellas.

Jin ZiXuan se encontraba hablando con un par de líderes de sectas menores, al mismo tiempo que en que vigilaba que su pequeño hermano A-Yu —quien se había colado al gran salón—, no molestase mucho al segundo jade de Lan.

Todos se encontraban animados, sin embargo, la mayoría de las personas reunidas ahí de vez en cuando dirigían sus miradas sorprendidas e intrigadas hacia cierto hombre de ojos grises que se encontraba bebiendo tranquilamente en compañía de sus dos fieles seguidores y Madame Jin. Nadie podía creer que aquella persona que parecía tan elegante se tratara del mismísimo Wei WuXian, el creador del cultivo demoniaco y quien ahora tenía su propia secta, convirtiéndose en el Patriarca de YiLing Wei.

Sí, la mayoría desconfiaba de él, incluso algunos lo aborrecían por el camino que había decidido tomar, sin embargo, habían algunos que se sentían un tanto intrigados y querían acercarse para entablar una conversación con él, pero de alguna manera se sentían intimidados, por lo que abandonaban aquella idea. Cosa que no pasaba desapercibida para aquel que sin buscarlo, se había convertido en el protagonista principal del banquete atrayendo la atención de todos.

Wei WuXian solo se sentía divertido ante la situación.

—¿Debería de ser yo quien de el primer paso y acercarme a hablar con alguien? —meditó en voz alta.

—Podría decirle a A-Xuan que venga aquí si te sientes incómodo, A-Xian —ofreció con una sonrisa Madame Jin.

—Ah, Shijie, no te preocupes, mi cuñado debe estar ocupado atendiendo a los demás líderes —por supuesto, Wei Ying no tenía intención de levantarse de donde estaba bebiendo tan cómodamente y con compañía más que grata—. Por cierto, deberé agradecerle adecuadamente por conseguirme "La sonrisa del emperador", ese pavo real está sumando puntos valiosos —y después de escuchar aquel último comentario Jiang YanLi soltó una pequeña risita.

—En todo caso, deberías agradecerle a A-Yao, él fue quien le pidió de favor a Zewu-Jun que le comprara algunas jarras —comentó la de cabellos oscuros.

—Vergüenza debería darte, Wei WuXian, haciendo que el impecable Zewu-Jun compre licor por tu capricho —reprendió Wen Qing con su ceño ligeramente fruncido.

—A-Qing, yo no fui quien se lo pidió directamente —el de ojos grises fingiendo sentirse ofendido, se apresuró a defenderse.

—No, pero conociendo la amabilidad del líder de secta Lan era de esperarse que no se negara a realizar un favor —argumentó la de cabellos castaños.

—Difiero —la sonrisa de Wei WuXian se ensanchó—. Es verdad que Zewu-Jun es muy amable, pero no creo que sea por eso que no se negara a realizar el favor, sino que fue por la persona que se lo pidió —Jiang YanLi sonrió ampliamente al entender a lo que se refería su hermano menor—. Por supuesto, nadie se negaría a realizar un favor que su persona amada le pidiera —la seriedad con la que dijo aquello contrastaba mucho con la sonrisa divertida que se mantenía en sus labios, sin embargo, con ese comentario logró callar a la Wen por unos segundos.