De hermanos a esposos... ¡Y con hijos!

Capítulo 9: ¡Les romperé las piernas!

La serie de torneos realizados en la Conferencia de Discusión dio inicio con la competencia de tiro con arco y mientras los discípulos de cada secta se encontraban en el terreno asignado acumulando puntos, los líderes de dichas sectas se encontraban conviviendo amenamente entre ellos, enorgulleciéndose cada vez que una señal de su secta se reflejaba en el cielo.

Cuando dos señales moradas con forma de loto aparecieron en el cielo, los líderes enseguida se dirigieron hacia Jiang Cheng, quien bebía de su copa con aire de arrogancia.

—Parece que Yunmeng Jiang se llevará el primer lugar de la competencia otra vez —comentó Jin ZiXuan rodando los ojos.

—Ciertamente los discípulos de Yunmeng Jiang son muy buenos en arquería —reconoció Lan XiChen, su típica sonrisa amable en sus labios.

—Los discípulos de Gusu Lan no se quedan atrás, Zewu-Jun —comentó Jiang Cheng, con el suficiente buen humor como para reconocer los logros de otra secta.

Después de aquel comentario, Lan XiChen sonrió en agradecimiento, para posteriormente seguir hablando con Nie MingJue y Jin ZiXuan, mientras Wei WuXian se limitaba a observar, sonreír y beber de su copa.

Sin embargo, cuando el cielo se iluminó con cuatro señales rojas con forma de lirio araña, toda la atención recayó en el hombre de largos cabellos negros apenas sujetos en una media cola.

Éste, al sentir las miradas, levantó su copa ante ellos y sonrió, Jin ZiXuan y Nie MingJue fruncieron el ceño, mientras que Lan XiChen parecía asombrado, sin embargo, a Wei WuXian no le importaban las reacciones de ellos, sino que se fijó específicamente en la reacción del hombre a su costado derecho, quien frunció el ceño, pero después de un par de segundos, una sonrisa de medio lado se asomó en sus labios.

—Es bueno comprobar que sí le enseña algo a sus discípulos, líder Wei —al escuchar ese comentario, Wei Ying tuvo ganas de soltar una carcajada, sin embargo, se contuvo y optó por responder con el mismo tono de voz a Jiang Cheng.

—Parece que no visita mi secta lo suficiente, líder Jiang —una sonrisa de medio lado se encontraba en los labios del patriarca, mientras que se esforzaba por mantener una pose elegante, pero despreocupada—. Mis enseñanzas a mis discípulos son muy variadas.

—¿Es así? ¿Qué les enseña, líder Wei? —preguntó el líder de Qinghe Nie.

—De todo un poco; arquería, esgrima, manejo de la energía resentida, técnicas para que no te domine... Y Wen Qing se encarga de enseñarles medicina —respondió Wei WuXian manteniendo su sonrisa, la cual se amplió al pensar en algo que podría molestar a Jiang Cheng—. Lan Zhan lo puede confirmar —y como el de ojos grises se esperaba, el ceño del líder de Yunmeng se frunció, al mismo tiempo en que su sonrisa de medio lado se desvanecía.

Wei WuXian tuvo que controlar sus ganas de reír fuertemente al ver esa rápida reacción.

—Oh, es verdad, WangJi me ha mencionado que a veces sus viajes o las cacerías nocturnas coinciden con su territorio, por lo que se han encontrado en ocasiones —respondió Zewu-Jun con una sonrisa en sus labios, mientras que su mirada se dirigía hacia donde se encontraba su hermano menor, junto con los líderes de sectas menores, Jin GuangYao y los hermanos Wen.

—Así es, siempre que nos encontramos lo termino arrastrando conmigo a los Túmulos Funerarios, por lo que ha podido presenciar como entreno a mis discípulos —al terminar de decir aquello desvió su mirada hacia cierto líder de túnicas moradas, quien los ojos cerrados, el ceño fruncido y sus manos hechas puños.

El patriarca de YiLing se la estaba pasando muy bien al hacer que el orgulloso Sandu ShengShou tomara un poco de vinagre. Tenía la intención de seguir y probar cuánto podría aguantar sin explotar o llamarle la atención.