30 Días Para Enamorarla [SooShu]

Capítulo Uno

Sentada en ese gran despacho veía como una mujer de edad avanzada leía su curriculum. Sus manos sudaban y el nerviosismo era algo que jugaba en su contra, pero hoy eso no la vencería.

Necesitaba el puesto, estudiar periodismo era su sueño y ya estaba cumplido, ahora solo le faltaba obtener un trabajo como colaboradora, ya que eso la conduciría al título de periodista que tanto anhelaba, incluso se había propuesto tener su propia sección.

Sabía que obtener eso en su primera entrevista era imposible, más tratándose de la empresa que dirigía la revista Oh Boy!, pero no le importaba. No darlo todo por lo que realmente amaba no entraba dentro de la forma de vida de Yeh Shuhua.

Shuhua:

Seguía manteniendo la vista en aquella mujer, la admiraba. Y cómo no hacerlo, si era una de las personas más ricas en esta industria y por ende de las más famosas.

Nada más y nada menos que Anna Wintour, fotógrafa y editora jefe de esta gran revista y la única que podría darme esta oportunidad. Dejó mi curriculum sobre la mesa y me clavó esa mirada seria que pondría nervioso hasta al mismísimo Moon Jae-In.

—Tu curriculum es bueno, está bastante completo... —Dijo sosteniendo su notebook.

Seguramente estaba pendiente de algo más importante. El presentimiento de que no conseguiría este trabajo ya rondaba por mi mente, pero por lo menos lo había intentado. Suspiré frustrada y me levanté de mi asiento.

—Con permiso...

—No he dicho que puedas levantarte. —Sonó tan severa que me senté de nuevo al instante.

—Pensaba que-

—Shh, no hables si no te doy permiso. —Iba a decir algo, pero eso sería incumplir su orden actual, así que solo asentí —Como decía... Tienes un buen curriculum, unas excelentes notas en la universidad y se ve que estás hecha para la escritura, pero necesito saber qué es lo que crees que te hace tan especial como para merecer un puesto para el que a pesar de todo, no estás preparada. —Alzó la vista, haciéndome una seña para que respondiera.

—Me he preparado durante muchos años para esto, sé que estoy lista. Siempre quise este puesto y-

—Suficiente. —Volvió su vista a la pantalla del notebook —La misma historia de siempre, pensáis que enumerando vuestros objetivos de vida obtendréis cualquier trabajo. ¡Pues no!

—Pero yo- —Me miró y rápidamente cerré la boca.

—Te daré una oportunidad, pero no quiero saber el porqué quieres este empleo, necesito una presentación que me demuestre que estás hecha para este mundo, ¿entiendes?

—A decir verdad, no...

—Como sea, molesta a otra persona con tus preguntas. —Alzó la mano agitándola para que saliera, así que me puse en pie y salí a paso acelerado.

Cuando la puerta de su oficina se cerró tras de mí, giré mi vista al escritorio de una de sus tres asistentes. Todas las personas que querían pertenecer a este medio sabían el nombre de cada una de ellas, pero ahora mismo yo solo estaba concentrada en una, Cho Miyeon, quien al verme me dio una cálida sonrisa.

—No te preocupes, siempre es así. —Dijo, tratando de animarme —¿Te ha dado el puesto? —Estaba por responder, pero el teléfono que tenía a su lado sonó y contestó de inmediato —Señora Wintour, ¿qué necesita? Está bien, ya programo una cita. ¿Necesita algo más? En unos minutos irá Nayeon con su café... —Colgó el teléfono y sus dedos rápidamente teclearon algo en su ordenador —¿Te viene bien mañana a las 16:00pm?

Miré a mi alrededor, por si había alguien que no había notado antes. —¿Me lo preguntas a mí?

—Eres la única persona que está aquí, ¿no? —Sonrió —¿Entonces te parece bien mañana a las 16:00pm? Me refiero a la reunión que tendrás con tu futura jefa.

—Esto es genial... —Sonreí, después de todo no me había ido tan mal como pensaba —Claro, a cualquier hora está bien.

Miyeon asintió y tecleó de nuevo. —Bueno, ¿alguna duda?

Me puse a pensar, recordando la conversación que había mantenido con mi nueva jefa. —Dijo que quería una presentación que le demuestre que merezco el trabajo, pero no entiendo bien qué espera que haga...

—Normal. —Rió —Una presentación solo significa que quiere algo convincente, a pesar de que ya pareces haberle agradado.

—Pero ni siquiera sé que espera de mí...

—Ve a tu casa, piensa en un proyecto, haz un par de esquemas y muéstraselos, si le gusta te dará un tiempo para que lo termines. Sé que puede parecer una bruja, pero en el fondo no es tan mala.

—Gracias por tu ayu-

—¡Miyeon! —Escuchamos el grito de Anna a través de su puerta y la nombrada se levantó rápidamente.

—Ya sabes, solo piensa en algo ingenioso, quizás innovador. —Me sugirió, para luego ingresar a aquel despacho en el que hacía un rato había pasado el momento más tenso de mi vida.

Caminé por el largo pasillo, mirando cada uno de los otros despachos, cada persona en el interior de ellos especializada en algo distinto. Una sutil sonrisa se dibujaba en mi rostro, ¿y cómo no? Amaba este lugar aun apenas conociéndolo.

Llegué al ascensor y el único pensamiento que ocupaba ahora mi mente era aquella presentación. Estaba dispuesta a impresionar a mi jefa o, por lo menos, a hacer que no se arrepintiera de haberme dado esta gran oportunidad.