Capítulo Diez

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Shuhua:

Más de una hora encerrada en la oficina con Minnie, escuchando cada mínimo detalle de Miyeon y Tzuyu sobre cómo debíamos manejarnos en este sector. Por suerte, al igual que yo, Minnie había estudiado periodismo, así que no se nos hizo demasiado difícil entender las cosas.

—Cada cita, llamada, paseo. Debes informarnos de todo lo que hagas con ella.

—¿Es necesario tanto control? —Preguntó Minnie.

—Wintour quiere que nuestra empresa sea la primera en anunciar la relación al mundo. Nos encargaremos de que os shippeen para que distintos medios esparzan también los rumores de un posible amorío entre ambas.

—Pero eso sí, cuando se esté haciendo oficial de verdad, deberás informarnos primero. —Habló ahora Tzuyu.

—¿Y cómo sabré cuándo empieza a hacerse oficial?

—Lo que quiero decir es que cuando decidas pedirle que sea tu novia, nos avises antes.

—Bien.

Miyeon le extendió una tablet a Minnie. —Como asistente, deberás anotar todo lo que ella necesite. Lo que apuntes me llegará a mí de inmediato. —Explicó.

—¿Y para qué debe llegarte? —Preguntó mi amiga.

—Puede que en algún momento necesite un tipo de vestimenta para las modelos de las sesiones de fotos, tú lo anotas y yo mandaré lo que necesiten, ya que tú no sabes dónde se consigue cada cosa.

—Y ahora que lo tenéis todo claro... En diez minutos ambas en el tercer piso. —Ordenó Tzuyu.

—¿Ya es hora?

—Sí, Soojin ya está allí maquillándose.

—¿Para qué serán las fotos? —Pregunté.

—En la tablet tenéis toda la información, nosotras ahora nos vamos a organizar las citas de Wintour antes de que llegue.

Minnie y yo asentimos a la vez y ambas salieron de mi despacho.

—Demasiada información para tan poco tiempo, ¿no te parece?

—Concuerdo. —Suspiré —Mejor vamos bajando ya, veamos el lugar y a los empleados.

—Y a tu chica. —Añadió, guiñando un ojo.

—Segura y directa... —Murmuré recordando el plan C.

—Discutamos la estrategia por el camino.

—¿Qué me recomiendas?

—Nada, solo sé tú, si veo necesario ayudarte lo haré. Y coge el móvil de Soojin, que no se te olvide. —Me recordó.

Me acerqué nuevamente al escritorio para coger el móvil antes de dirigirme a la puerta. —Veamos si esto realmente puede funcionar...

Las puertas del ascensor se abrieron en el tercer piso, dejándonos ver a demasiados trabajadores caminando de un lugar a otro. Todas las miradas se posaron en nosotras y, algo avergonzada, miré a Minnie, quien solo posaba su vista en la tablet, seguramente investigando los detalles sobre la sesión de fotos.

—Wow.

Paré en seco y miré a mi amiga, que estaba detrás de mí. —¿Enamorada del lugar? —Estaba observando algo con los ojos como platos, y al escucharme me miró.

—En realidad... —Respiró hondo —De una persona... Es hermosa.

—¿De qué hablas? —Le lancé una mirada confundida. Volvió a mirar donde antes, haciéndome una seña para que observara en la misma dirección. Se trataba de una chica sentada, rodeada de espejos y con un par de empleados a su lado. —Oh, Seo.

—Es hermosa, en serio, es más hermosa en persona. —Murmuró asombrada.

—¿Deberíamos acercarnos?

—Claro. —Asintió —Halágala, venga, quiero ver cómo haces que se sonroje.

—A veces me pregunto qué pasa por tu cabeza... —Entrecerró los ojos de manera amenazante, insinuando que hablaba en serio —Vale, vale, ya voy.

Nos acercamos a donde se situaba Seo. Los empleados se iban apartando de nuestro camino conforme pasábamos.

—Lo que el apellido Wintour provoca... Ellos ya saben quién eres.

—Creo que es mejor así.

Ya estábamos a centímetros de Seo. Minnie carraspeó un tanto para llamar la atención de los maquillistas, que se alejaron de ella como acto reflejo.

Seo abrió sus ojos y al verme me sonrió. —Secuestradora de móviles, me alegro de verte. —Saludó, dándome un beso en la mejilla.

—Estás preciosa. —Parecía sorprendida por mis palabras, pero al instante su expresión se relajó.

—Gracias... ¿Ella es tu asistente personal? —Miré a Minnie, quien tenía una gran sonrisa plasmada en su rostro.

—Es Minnie, además de asistente es mi mejor amiga. —Esta seguía de alguna forma paralizada —Discúlpala, es fan tuya. Ahora mismo debe estar como en un sueño.

—Qué tierna... Encantada, Minnie. —Pasó su mano por el frente de su rostro, consiguiendo que reaccionara.

—Hola... Shu tenía razón, eres muy bonita en persona.

Muy astuta.

—¿Eso dijo? —Me miró de reojo.

—Lo dije. —Afirmé tomando aire profundamente, esto era arriesgado pero tenía que probarlo —Lástima que tengas novio. —Minnie sonrió orgullosa.

—¿Estás coqueteando conmigo? —Pensaba que la molestaría, pero la sonrisa seguía dibujada en sus labios.

—Te dejaré con la duda. —Miré a los maquillistas, dándoles una señal para que se acercaran —Termina con esto, después podremos seguir hablando.

—Bueno. —Me sonrió antes de ir a sentarse y cerrar los ojos para que los maquillistas siguieran haciendo su trabajo. Nosotras nos alejamos de nuevo.

—¿Ya sabes el porqué de esta sesión de fotos?

—Será la portada para una revista de moda adolescente. Digamos que Soojin está muy solicitada y tu "tía" quería tenerla primero, por eso esta sesión.

—Así que en verdad esa tablet tiene hasta el mínimo detalle...

—Es genial, tiene apuntadas hasta cosas que pasarán la semana que viene, es como si predijera el futuro. —Comentó divertida.

—A veces eres tan... Tú. Anda, vayamos donde están los camarógrafos.

—¿Y dónde es eso?

—Si no son esas personas que están en el fondo con cámaras, luces y una escenografía... —Apunté a la dirección donde veía todo lo mencionado —Entonces no sé a dónde ir. —Respondí irónica.

—Tienes mejor vista que yo.

—Eso es porque tú eres una ciega. —Me burlé.

—Ja, ja, muy graciosa. Como sea, estuviste genial, me sorprendió cómo le hablaste a Soojin.

—¿Dices que estuve bien?

—Diría que hasta a ella le gustó lo que le dijiste, deberías invitarla a comer.

—Lo haré lo más pronto posible. Debo apresurarme, me quedan veintiocho días.

30 Días Para Enamorarla [SooShu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora