30 Días Para Enamorarla [SooShu]

Capítulo Veinte

Shuhua:

Podría decir que me había despertado el sonido de mi alarma, pero mentiría ya que en primer lugar ni siquiera había una en este cuarto.

No sabía cuantas horas había dormido, pero ya no tenía sueño. Llevaba unos minutos mirando el blanco techo, quisiera haber visto a Soojin nada más despertar, pero al parecer se había ido y ni me había dado cuenta.

Podría haberme despertado para despedirse al menos...

Me levanté, fui a mi cuarto, tomé algo de ropa y me metí a la ducha. Ya arreglada me dirigí a la sala de estar y no había nadie presente, era raro no encontrarme a Minnie en el sofá desayunando y viendo alguna de sus series.

Fui a la cocina para ver si estaba allí y, al entrar, no solo estaba ella, sino que también Soojin le hacía compañía. Estaba de espaldas a mí, sentada en un taburete alto junto a la mesa.

—Toma. —Dijo Minnie, ofreciéndole un tazón mientras que notaba mi presencia y sonreía —Al fin despiertas.

Señaló el taburete que estaba junto a Soojin, tomé asiento y clavé mi mirada en ella. Al percatarse, me miró de reojo.

—Deja de mirarme así.

Reí. —¿Qué tiene de malo?

—No quiero que me veas, estoy hecha un desastre. —Miré a Minnie, quien solo negaba divertida.

—Para mí estás igual, con o sin maquillaje. —Tomé un mechón de su cabello y lo coloqué detrás de su oreja —Hermosa.

—Perdón por arruinar su romanticismo. —Interrumpió mi amiga —En menos de dos horas debemos ir a Central Park, tenemos una sesión de fotos.

—Bien. —Continuaba admirando a Soojin, pero en cuanto divisé el contenido de su tazón se lo arrebaté.

—¿Pero qué te pasa? —Preguntó Minnie confusa.

La fulminé con la mirada. —¿Qué te pasa a ti? Ella no puede tomar leche.

Minnie rodó sus ojos mientras que la risa de Soojin resonaba, recuperando su tazón y sonriéndome.

—Es café, sé que no puede tomar leche, ¿qué tipo de amiga crees que soy?

—Pero no había café.

—¿Cómo lo sabes?

Abrí la boca para responder, pero no dije nada. Había confundido este departamento con el antiguo y, sobretodo, había dado por hecho que seríamos nosotras las encargadas de la compra. Pobre incauta.

[...]

Estábamos las tres en el coche. Soojin no llevaba la misma ropa del día anterior, al parecer Minnie le había comprado un conjunto completo e incluso ropa interior para que pudiera ducharse, vestirse y salir con nosotras a Central Park.

—¿Estáis seguras de que puedo ir? —Preguntó con una tímida sonrisa.

—Claro que sí, por algo te invité. ¿Te molesta estar conmigo?

—Ni en broma. —Recostó la cabeza en mi hombro y sentí la mirada del chofer sobre nosotras.

Minnie estaba en el asiento del copiloto y miró hacia atrás sonriendo. Después de unos segundos se hizo presente un vidrio polarizado que separaba la zona delantera y trasera del vehículo, ofreciéndonos más privacidad.

—¿Dormiste bien? —Le pregunté.

—Muy bien, ¿y tú?

—Mejor que nunca. —Pasé un brazo por detrás de su cintura y creí me apartaría, pero se acomodó pegándose más a mí.

[...]

La sesión de fotos iba perfecta y mi intervención era innecesaria, pero mi trabajo era observar el proceso para evitar algún posible inconveniente. Soojin estaba un poco más alejada de nosotras, analizando de cerca la toma de cada fotografía y revisando su móvil de vez en cuando.

—Acércate a ella. —Dijo mi amiga.

—Su novio está en Nueva York, ¿sabes? Anoche me besó y luego soltó eso de golpe. Ya no sé qué hacer, ella está claramente confundida.

—Si crees que alejándote de ella dejará de estar confusa, te equivocas. Tienes que permanecer a su lado para que se aclare y para que preferiblemente te escoja a ti. No olvides que te quedan menos de tres semanas.

—Ya no me importa el maldito proyecto, me gusta de verdad.

—Lo sé, pero así es la vida. Aunque podrías hacer ambas cosas, salir con ella y no perder el trabajo.

—¿Y cómo?

—No lo sé, pero estoy segura de que podrás. A ella también le gustas, cuando descubra la verdad y el porqué lo hiciste te perdonará. Así que ve, disfruta de tu primer amor y haz como si ese artículo no existiera, preocúpate de ello el útimo día, cuando por fin tengas que escribirlo.

Siguiendo el consejo de Minnie y grabándome a fuego cada una de sus palabras, me acerqué a Soojin. Ella estaba mensajeándose con alguien, por lo que me mantuve en silencio observando la sesión.

—¿Quieres ir a comer a mi departamento después de esto?

—¿Eh? —Apartó la vista de su móvil —Yo... Hui quiere verme.

—Está bien, no pasa nada.

—Lo siento. —Sentí su mano en mi hombro a la par que mis ganas de alejarme, pero no quería que notara mi molestia.

—Como dije, no pasa nada. —Mi voz sonó inevitablemente más fría y mis celos se hacían notorios.

—Mejor me voy. Gracias por la ropa, te la pagaré.

—No es necesario.

Soojin se acercó más a mí para despedirse, pero la voz de Minnie detuvo sus movimientos.

—Perdón. —Ambas la miramos —Tienes que ver esto. —Me pasó su tablet y la tomé con inseguridad, era raro que ella compartiera su preciado tesoro.

"Heredera de la gran revista Oh Boy!

Se rumoreaba desde hacía varios días sobre la presencia de una nueva chica en la empresa con un puesto muy importante, pero ningún medio tenía la certeza de qué puesto era ni de qué relación tenía con la editora jefa Anna Wintour.
El día de hoy todos esos rumores han sido contestados por la misma Anna, contándonos que la misteriosa chica es hija de su hermano Patrick Wintour, el editor diplomático del periódico The Guardian. Parece ser que nació de su anterior matrimonio, pero se ha dado a conocer ahora que ha comenzado a trabajar con Anna.
Aún no se han obtenido fotos ya que todas están borrosas o han sido censuradas. Su nombre también es aún desconocido, aunque hace algunos días en una radio local la famosa cantante Seo Soojin aseguró ser amiga de la chica y se refirió a ella como Shuhua.
Pronto conoceremos su identidad al completo, ya que este fin de semana acudirá a los Premios AMAS."

Le devolví el dispositivo a Minnie, sin saber qué decir, nadie me había avisado de esto. ¿Tan pronto debía ser conocida mi imagen?

—También se está diciendo que eres la amante de Soojin... —Añadió Minnie.

—¿Qué? ¿Quién dijo eso? —Preguntó la mencionada asustada.

—Será mejor que te vayas, esto lo resolveremos nosotras.

—No, también están hablando de mí.

—Escucha, haré que borren tu nombre si hace falta, así que deja de preocuparte, no tendrás problemas con Hui por mi culpa. —Prácticamente la ataqué con mis palabras, pero no estaba de humor.

—No me refería a es-

—Debo ir a la empresa, mandaré un coche para que os recoja y puedas llegar tranquila a casa con tu querido novio.

Soojin frunció el ceño de inmediato. Le di la espalda y atravesé Central Park, no sabía si estaba más irritada por la preocupación de Soojin o por no haber sido avisada de todo lo mencionado en aquel artículo.

Llegué al vehículo, el chófer me abrió la puerta y entré de inmediato para dirigirme a la empresa.