30 Días Para Enamorarla [SooShu]

Capítulo Cuatro

Shuhua:

—Estoy jodida. —Me quejé, apoyándome en el hombro de Minnie.

—Espera, aclárame algo. ¿Estás enfadada porque has conseguido un trabajo en el que tu jefa es satanás, o porque la idea no ha funcionado? —Sacudió mi cabello, despeinándome —Sea lo que sea, cálmate.

—Las dos cosas... —Suspiré —La idea no es exactamente como había planeado, Anna la ha ajustado más a su estilo. Además, digamos que estoy a aprueba hasta que termine el artículo.

—¿Y cuánto tiempo te ha dado? —Pensándolo detenidamente, Wintour no me había señalado una fecha exacta. Me separé un poco de ella, quedándome en blanco —¿Qué pasa? ¿No lo sabes? —Negué con un movimiento de cabeza —Bueno, sé que lo harás perfecto, no debe ser tan complicado.

—No lo creo. —Fui sincera, a lo que ella me miró confundida —El artículo sería "Cómo enamorar a un famoso", ¿no? Bueno... digamos que ahora sería "Cómo enamorar a una famosa". Solté un pequeño comentario mientras tachaba nombres y lo tomó al pie de la letra.

—¿Famosa? O sea que, ¿una mujer? —Asentí y ella empezó a reír —Solo escribe cómo te gustaría que te enamoraran a ti, todas somos más o menos iguales.

—Lo dices como si fuera tan fácil. —Me levanté del sofá, parándome frente a ella —Lo que no has pillado es que para escribir ese artículo debo enamorar a esa persona en serio.

—Lo que sí he pillado es que eres una dramática. A ver, ¿a quién tienes que enamorar?

—Seo Soojin. —Minnie me lanzó una mirada sorprendida —No la elegí yo.

—Si se trata de ella quizá sí sea algo difícil... Lo primero, ¿cómo harás para entrar en su ámbito? Claramente no pertenecemos al mismo status social.

—Con eso no hay problema, mañana tengo que ir a la empresa a las 20:00pm vestida de gala.

Mi amiga comenzó a reír y entendí el porqué. Yo no tenía nada elegante en mi armario ya que no solía salir de fiesta, siempre me quedaba en casa estudiando o escribiendo.

—Te conseguiré algo fantástico, no te preocupes por eso.

—Gracias, eres mi mi ídola. —Se puso también en pie y se dirigió a la habitación.

—Lo sé. Yo me voy a dormir ya, mañana debo levantarme muy temprano. —Se acercó al espejo que teníamos junto a la habitación y empezó a recogerse el cabello en una trenza —¿Vienes? —Me miró de reojo.

—No, quiero buscar información sobre Seo, para saber con quién trataré. Supongo que me ayudará a tratar con ella.

—De todos modos si necesitas algo despiértame. —Me sonrió y desapareció de la sala de estar.

Miré a mí alrededor. Nuestro departamento no era muy grande, teníamos una pequeña sala, una cocina, un baño y una habitación.
Recuerdo la primera vez que vimos este lugar, a ambas nos encantó. Fue el mejor que encontramos y nos los quedamos, ni siquiera le dimos importancia a tener que compartir habitación, después de todo, somos amigas desde la secundaria. Y así es como este ha sido nuestro hogar durante tres años.

Fui a la habitación a buscar mi notebook sin hacer ruido para no despertar a Minnie, volví a la sala de estar y lo encendí. Agradecí tener aún la contraseña del wi-fi del edificio de al lado.

Me senté en el sofá poniendo este en mi regazo. —Empezaremos con tu Wikipedia, Seo... —Susurré, tecleando rápidamente.

[...]

Desperté tan pronto sonó mi alarma y miré a la cama de al lado, Minnie no estaba, seguramente ya se había marchado a trabajar. Me levanté y fui al baño a arreglarme un poco, me cambié y tomé las llaves del departamento para salir. Crucé la calle y seguí caminando hasta llegar a la esquina de la otra manzana, no podía escuchar ni mis propios pensamientos por el jaleo del exterior.

Abrí la puerta de la cafetería, me acerqué a una mesa y me senté a esperar.

—¿Echándome de menos, como siempre? —Dijo Minnie, sirviéndome un café americano —Toma, como te gusta. —Me sonrió.

Le di un pequeño sorbo. —Gracias...

—¿Aún estas preocupada?

—No sé qué hacer.

Miró a su alrededor y cuidadosamente se sentó frente a mí. —¿Qué es lo que de verdad te preocupa?

—No sé cómo enamorar a alguien, jamás he tenido una relación.

—Bueno, al menos no tienes problema con que sea una mujer. —Rodó los ojos —Escúchame, intentaré ayudarte lo más que pueda con eso.

—Este es mi trabajo, se supone que debo ingeniármelas yo sola, pero estoy algo nerviosa.

Se levantó al notar que su jefe empezaba a dar vueltas, supervisando a sus empleados. —Ya vengo. —Susurró.

Esperé tomando sorbos de mi café mientras miraba la pequeña televisión que había en una de las esquinas del lugar.

—¿Por qué siempre dejan encendida la televisión pero no suben el volumen? —Murmuré frustrada, dirigiendo ahora mi mirada al ventanal. Estaba comenzando la época de invierno y el frío lo hacía evidente.

—¡Shu! —La vi con el control remoto, apuntando a la televisión y subiendo el volumen.

"La cantante Seo Soojin, tras obtener su primer award, realizará una fiesta con motivo de celebración. No hay información sobre el lugar, pues Seo quiere que sea un evento privado, por ahora solo unas pocas personas asistirán."

El volumen fue disminuyendo y miré a Minnie, quien se acercaba nuevamente a mí.

—Así que allí es donde Wintour quiere llevarte esta noche... —Sonrió.

—Esa mujer lo controla absolutamente todo, creo que empiezo a tenerle miedo.

—Ah, ¿no te asustaba ya? Porque a mí sí. —Se echó a reír —Como sea, ahora irás a comprar unos buenos accesorios para combinar con el traje que te he conseguido y que recogerás de la tintorería.

—Pero-

—Nada de peros, en marcha. Estarás sumamente guapa para Seo Soojin. —Me guiñó un ojo y se fue a atender al resto de clientes.

Miré mi café a medio tomar, me levanté de mi asiento y dejé el dinero en la mesa, saliendo del lugar para comenzar con todo lo que Minnie acababa de ordenarme.