Capítulo Dos

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Shuhua:

Entré al departamento, el cual compartía con mi mejor amiga Nicha.

Después de tanto estrés me sentía realmente cansada y mis ojos se cerraban solos, pero no tenía intenciones de ir a la cama aún.

—Estoy aquí... —Cerré la puerta tras de mí. No se escuchaba ni un ruido, pero así era Minnie, cuando estaba sola se volvía la persona más calmada del mundo.

—¡Por fin! ¿Qué tal? ¿Has conseguido el trabajo? —Vino corriendo hacia la entrada, sin siquiera darme tiempo a quitarme los zapatos.

Me miraba con una gran sonrisa, sin duda era capaz de iluminarle el día a cualquiera.

—A decir verdad... —Me senté en el sofá —No lo sé y me estoy muriendo de sueño.

Sentí el peso de mi amiga prácticamente encima de mí. —¿No lo sabes? ¿Cómo no vas a saberlo? —Rió irónica.

—¡Hey, quita! —Exclamé apartándola —Al parecer debo volver mañana con una gran idea, y sinceramente, estoy más que perdida.

—Shu, ¿no te estarás rindiendo ya, verdad? Pensaba que eso no entraba en tu forma de vida.

Volteé a verla y le sonreí. —No me estoy rindiendo, solo soy honesta. —Volví mí vista al techo del departamento —Una idea que impresione a la mismísima Anna Wintour...

—Ahora que la mencionas... ¿Es tal y como dicen? —La miré confundida —Malvada, digo. —Aclaró.

—Para nada. —Noté una ligera expresión de alivio en su rostro —Es mucho peor. —Reí.

—En los mejores trabajos siempre están los peores jefes...

—Y tanto... ¿Sabes? Me vendría bien un abrazo.

Se arrimó un poco más a mí y me abrazó. —Tranquila, ya se te ocurrirá algo, ahora es mejor que vayamos a la cama. Necesitas tener la mente fresca para pensar bien.

—Tienes razón. —Me separé de ella y me levanté, dirigiéndome a mi habitación.

Pero no podía dormir, cada media hora me despertaba y me quedaba mirando a cualquier lado hasta que mis ojos se volvían a cerrar. Y lo peor es que ni siquiera podía soñar algo tranquilo, todos eso cortos sueños eran pesadillas.

[...]

Amaneció y apenas podía moverme, sentía que mi cuerpo pesaba demasiado.

—¿Qué hora es...? —Susurré.

—Las 07:00am, levántate. —Ordenó Minnie. Su voz parecía severa, pero solo la utilizaba para animarme a obedecerla.

Abrí mis ojos con gran esfuerzo y me senté en el escritorio, observando todas las revistas que se encontraban sobre el mismo.

—¿Y esto? —Tomé una de ellas y la ojeé —Son todas de Oh Boy!

—Exacto, son de hace una década. Las encontré por ahí guardadas. —La miré confundida. Recordé que entre una de mis tantas cajas tenía revistas de todo. Estaba segura de que las había sacado de ahí —Las he cogido porque creo que te podrían servir. Solo tienes que buscar algo que todas tengan en común y seguro que se te ocurre una idea genial.

—Muchas gracias, Minnie... —Le sonreí, aún adormilada —Por estas cosas te quiero tanto.

Ella me tomó de las mejillas, apretándomelas. —Lo sé. —Me sonrió de vuelta —Bueno, yo tengo que irme ya. Te he dejado un café preparado en la cocina, en un rato vuelvo.

—Bien, gracias. —Me limité a contestar, mientras escuchaba la puerta cerrarse.

[...]

Leí cada revista, cada una tenía diferentes apartados, pero aun siendo de años distintos ningún artículo ni ninguna noticia se repetían. ¿Cómo hacían los editores para tener el material suficiente como para no repetir nada? Era algo admirable.

Escuché la puerta abrirse y miré, viendo a una empapada Minnie. —Dios, el día que el chico de los pronósticos acierte, juro que monto una fiesta en su honor. —Refunfuñó, acercándose a mí —¿Cómo vas con tu misión?

—Sigo perdida. —Suspiré —Lo único que tengo claro es que tiene que ser algo que nunca antes hayan publicado... ¿Y a ti cómo te ha ido en el trabajo?

—Genial. —Alcé una ceja y ella rió —Hasta que salí y empezó a llover, ya sabes, como las veinte veces anteriores. —Sacudió un poco su cabello, mostrándome lo completamente mojado que estaba.

—Siempre te digo que te lleves el paraguas, nunca me haces caso... —Volví mi atención a las revistas, mientras Nicha se sentaba a mi lado.

—Como sea. ¿Necesitas ayuda? —Asentí sin mirarla —Dime, ¿cuáles son los artículos más populares y qué tienen en común?

—Lo que tienen en común es que son para todas las edades. —Abrí otra revista que aún no había leído —Lo que más destaca son los consejos, rumores, historias... Y todo gira en torno al amor.

—El amor vende bien, siempre ha sido así. Sobretodo el cómo conseguirlo...

—¿Conseguirlo?

—Eso he dicho.

—Cómo enamorar a la persona de tu vida... —Murmuré.

Pasó sus brazos por mis hombros. —Sabía que no tardarías en encender la bombilla. —Plantó un beso en mi mejilla —¿A qué hora tienes que irte?

Miré el reloj que teníamos colgado en la pared, alterándome. —Voy a llegar tarde, me voy. —Me levanté rápido y fui en busca de mi bolso.

—Apenas son las 15:30pm.

—La reunión empieza a las 16:00pm.

Minnie se rió. —Entonces mejor date prisa. —Dijo justo antes de que abandonara corriendo el apartamento.

[...]

Las puertas del ascensor se abrieron, estaba a un par de pasos de llegar a la oficina de Anna.

Miré el reloj que tenía en mi muñeca, ya eran las 16:01pm. Corrí llegando al escritorio de una de sus asistentes, quien al verme tan acelerada me sonrió. Se trataba de Jisoo, la que más años llevaba trabajando junto a Anna.

—Llegas tarde. —Dijo seria.

—Lo sé, lo siento.

Ella rodó los ojos y tomó el teléfono. —Señora Wintour, su reunión de las 16:00pm ya está aquí. —Cortó la llamada y se limitó a mirarme —Pasa, te está esperando. Solo tendrás diez minutos. —Miró la pantalla de su ordenador —Perdón, ocho. —Asentí rápido y crucé la puerta de la oficina de Anna.

—Llegar tarde en nuestra primera reunión demuestra tu profesionalidad. —Dijo con tono irónico.

—Lo siento, yo... —Alzó su mirada, indicándome que no tenía su permiso para hablar. Me hizo una seña para que me sentara y obedecí.

—No tienes mucho tiempo. —Comentó, escribiendo algo en un papel —Así que, empieza.

30 Días Para Enamorarla [SooShu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora