Golden. | H.S. | ♡

》XXVII

13 de septiembre del 2019.

"I can see you standin', honey
With his arms around your body
Laughin' but the joke's not funny at all"
- exile.

Para Harry no fue necesario que revisaran si su nombre se encontraba en la lista de invitados, desde el inicio de la banda asistía a cada fiesta de cumpleaños de Niall y con tan sólo verlo caminar a la entrada del bar del hotel lo dejaron ingresar. Era poco antes de media noche, apenas había tenido tiempo de dejar su equipaje en la habitación que le fue asignada, por lo que con cada paso que daba trataba de acomodar su camisa dentro de los pantalones.

Una vez que encontró con la mirada a su amigo rubio se dirigió hacia él con una sonrisa de labios sellados, habían pasado varios meses desde la última vez que lo había visto y lucía extremadamente feliz, rodeando con un brazo la cintura de Barbara, quien tenía recargada su cabeza en el hombro de él y ambos reían de, probablemente, un chiste de pareja.

- Estaba empezando a dudar de que vinieras. - Dijo Niall al ver a su amigo rizado a unos cuantos pasos de distancia, acercándose para recibirlo con los brazos abiertos.

- No faltaría a tu cumpleaños. - Afirmó estrechandolo entre sus brazos con cariño. - Feliz cumpleaños Niall.

- Gracias Harry, espero que esta vez no terminemos arriba de la barra cantando. - bromeó recordando su antepasado cumpleaños.

El rizado se tocó el puente de su nariz, tratando de reprimir una sonrisa por el recuerdo vergonzoso que había quedado guardado por varias de sus amistades en vídeos y fotografías. Dispuesto a añadir otro comentario sobre el suceso, las palabras nunca salieron de sus labios al escuchar la risa que había extrañado por los últimos meses, la que había aparecido en la mayoría de sus sueños y anhelaba volver a oír.

Con la mirada giró a su izquierda, a tan sólo unos metros se encontraba ella con un vestido rojizo que dejaba ver sus largas piernas bronceadas, luciendo de perfil observó el flequillo que caía por su frente, mantenía su cabello castaño tan largo como la última vez que la había visto. La velocidad de sus latidos se aceleró y probablemente hubiera caminado hacia ella para saludarla o estrecharla entre sus brazos y volver a sentir su calidez, si no hubiera visto a Michael aparecer por un costado de ella, pasando un brazo por sus descubiertos hombros.

Niall vio la reacción de él y no pudo evitar sentirse mal, sabía que aunque no quisiera decirlo en voz alta seguía igual o tal vez más enamorado de Taylor. Barbara volvió al lado de su pareja y también presenció su reacción, pero mientras el rubio estaba esperando otra reacción de Harry, ella miró hacia su amiga, quien finalmente había sentido la mirada.

"I can see you starin', honey
Like he's just your understudy
Like you'd get your knuckles bloody for me"
- exile.

Llevando la cuarta bebida de la noche hasta sus labios, siguió muy atenta a cada palabra que decía Shawn, quien claramente se encontraba muy lejos de estar sobrio, el equilibrio le había fallado y casi había terminado en el piso si no hubiera sido por el chico que se encontraba pasando justamente por detrás de él. Taylor no pudo evitar reír sin pena al ver a un apenado Shawn disculparse con el extraño.

- Definitivamente ese fue tu último vaso. - aprovechando la distracción de su amigo le quitó el vaso que tenía entre sus dedos y se lo pasó a un mesero.

- Pero apenas ha comenzado la fiesta. - reprochó en estado de ebriedad, olvidando su falta de equilibrio.

- Y tú ya estás ebrio. - comentó Michael, apareciendo por un costado de la modelo y rodeando sus hombros amistosamente, como se había hecho costumbre.

Las replica de Shawn no alcanzó a llegar a los oídos de ella, un escalofrío recorrió cada parte de su cuerpo y por un momento llegó a creer que el alcohol estaba haciéndole efecto, giró ligeramente a su derecha para ir a dejar el vaso hasta la barra cuando se enfrentó a los ojos verdes que habían estado apareciendo en su mente en la mayor parte de sus días.

Tomándola desprevenida, un suspiro salió de sus labios al verlo con su camisa amarilla favorita, había descartado la idea de encontrarlo ahí desde horas atrás, cuando no había llegado al inicio de la velada. Una punzada en el pecho la hizo dar un paso hacia atrás, tropezando con Michael, quien rápidamente la sujetó por su cintura para evitar que cayera.

Taylor no tuvo tiempo de agradecerle cuando vio los nudillos de Harry tornarse blancos por la fuerza que estaba ejerciendo y su mandíbula apretarse, la mirada que le estaba dando a Michael no era nada amistosa.

- ¿Estás bien Tay? - ajeno a la situación que se estaba desatando, Michael no deshizo el agarre de la cintura de ella.

- Si. - respondió distraídamente, aún perdida en la persona que había dejado un vacío en su corazón.

Después de haber conocido sus rutinas matutinas, de haber convertido la cocina en una pista de baila, de haberse sentado abrazados en la terraza para ver el atardecer, ahora tan sólo eran dos cercanos extraños. Ninguno de los dos se acercó al otro, tan sólo se miraban sin saber que hacer pero teniendo su corazón en las palmas de sus manos.

Ella fue la primera en desviar la mirada, volviendo a ponerle atención a sus amigos que para esos momentos ya habían sido conscientes de la incómoda situación.

- Necesito ese trago. - dijo apresuradamente, quitándole la bebida entre los dedos de su amigo y bebiendo todo el líquido en un sorbo.

A paso rápido se dirigió hasta el otro extremo, lejos de la vista de sus amigos y en busca de olvidar que la razón de sus noches de insomnio se encontraba en el mismo lugar que ella.

Harry presenció cada movimiento de ella y la siguió con la mirada hasta que desapareció de su vista, dejó salir un gruñido de frustración y dando media vuelta se dirigió a la barra, buscando consuelo en la bebida.

- Esto se va a poner interesante. - le susurró Barbara a Niall, quien asintió estando de acuerdo con su afirmación. - Iré a asegurarme de que ella esté bien. - besó rápidamente su mejilla y fue en busca de su amiga.

Sólo era cuestión de ver la velocidad con la que el rizado bebía su vaso para saber que la noche tan sólo comenzaba.