Wait on me || Vughead, Jeronica

🌿Capítulo dieciseis.🌿

"quiero ser el que explore,
       un poco de dificultad nunca hizo daño a nadie,
       oh, quiero sentir tu cuerpo."

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Veronica se removió y pudo sentir como los brazos de Jughead la rodeaban. Este, algo dormido, soltó levemente a Veronica, permitiéndole moverse.

—¿Qué hora es?— preguntó Jughead murmurando.

La morocha llevó su mano hacia su celular y miró la hora—Las diez.—esta suspiró, sin embargo se sentó rápidamente—¡Las diez!—gritó.

—Mierda—murmuró Jughead levantándose y vió a la morocha desnuda—Buenos días, también.

Veronica le aventó una almohada—¡Nuestro vuelo sale en dos horas!

—Ya perdón—este levantó sus manos.

—Iré a mi habitación, guardaré todo y vendré por ti.

—Bien.

La morocha lo miró—Por favor, Jughead. Guarda tus cosas.

—Lo prometo

Veronica rodeó sus ojos para colocarse la bata con la que había ido y salió hacia su habitación rápidamente.

—Quieto, chikistrikis—murmuró Jughead.

Este se levantó, se vistió rápidamente y comenzó a guardar todas las cosas. Hizo una mueca cuando vio el condón usado en el suelo, pero lo tiró en el cesto de basura para seguir guardando todo. La puerta volvió a abrirse y apareció Ronnie.—¿Vamos?—preguntó.

—Llama a un taxi—asintió este mientras la morocha volvía a salir, y esta vez, Jughead la siguió. Al bajar a la sala de entrada, ambos se quedaron en el hall.

Veronica tenía su celular en un oído, sin embargo, Jughead se puso tras ella y le dió un beso suave en la mejilla. Esta sonrió levemente pero no se giró.

Estos se subieron al taxi y mientras pasaban sus valijas por el aeropuerto, Veronica habló:—Tyler nos esperará en el aeropuerto—comentó acomodándose su bolso.

Comenzaron a caminar hasta el espacio de embarque.—Bien—asintió este mirándola.—¿Segura que quieres un asiento a mi lado?—preguntó algo burlón.

Esta rodeó sus ojos y se sentó en una silla, esperando que los llamen para abordar. Tomó su agenda mientras Jughead se sentaba a su lado—Mañana en la mañana mediré vestidos, y quiero que en la tarde pases para medirte tu talla.

—Se especifica, por favor—soltó divertido.

Veronica lo miró y miró alrededor—Por favor, ¿puedes no hacerme pasar verguenza?—rió.—De verdad, Jug.

—¿Y no puedo comprarme un traje y ya?. Cada vez te sumas más trabajo.

—Entre más personas lleven algo mío, de mi diseño, es más beneficioso.

—Ya, ¿y cuando nos casamos?

—Creí que te ibas a encargar tú de eso—la morocha lo miró.

—pues, tú eres la de los días ocupados.

—En ningun momento te he negado un día—esta abrió su agenda, dispuesta a buscar igualmente un espacio.

—Pues, busca un espacio que tengas para mi—se señaló—tu futuro marido.

Esta rodeó sus ojos mientras pasaba página—Pues, este fin de semana tendremos una comida con mis padres, así que tendrá que ser antes.

—Espera espera—dijo rápidamente—¿Qué?—preguntó atónito.