☘ 18 ☘

4.9K 468 109
                                    

Un nuevo día comienza y espero que nada lo arruine. Me reúno con Azami en el almacén y repartimos varias cajas a los empleados. Estos últimos días es el único trabajo que tengo, pero agradezco que no han llegado nuevos pacientes al piso seis. Nos llega un mensaje del gerente que dice que necesita hablar con nosotras sobre algo importante así que terminamos rápido y subimos a su oficina. No sabemos qué esperar de este llamado tan urgente, pues habían muchas opciones y no podíamos decidirnos por una.

Tocamos la puerta y lo vimos detrás de su escritorio, como es costumbre, tecleando rápido con sus gafas puestas.

—Qué bueno que vienen juntas, tengo noticias... —nos pide amablemente que nos sentemos frente a su escritorio y abre un correo electrónico, gira la pantalla en nuestra dirección y señala algo con su dedo —Llegaron los resultados de las muestras.

Azami y yo nos levantamos de nuestros asientos con la curiosidad ganando terreno para acercarnos a la pantalla y leer mejor, pero para mi mala suerte estaba todo en japonés. Mi amiga comenzó a leer en voz alta mientras traducía para mí, pues soy la única en esta habitación que no sabe ese idioma.

—Es una buena noticia. Las muestras dieron negativo al virus. Significa que los pasajeros del piso seis están enfermos de un resfriado común.

—¿¡Es en serio!? —grito emocionada, sin convencerme del todo —Eso significa que podemos arribar.

—Eso se escucha muy bonito, pero es algo más complicado —dice el gerente algo cabizbajo.

—¿Por qué? —cuestiono.

—Los pasajeros tenían reservaciones en hoteles para la fecha que arribaríamos antes de la pandemia, pero esas reservas se perdieron y les devolvieron el dinero. Los hoteles no están recibiendo huéspedes y muchos son extranjeros de Europa y América.

—Tendrían que comprar un boleto de avión, ¿no? —sopeso.

—Sí, pero los aeropuertos están bastante restringidos por los vuelos y todos los turistas en este barco son demasiados, sumados a los otros cruceros que han atracado en la costa de Tokio daría una cantidad cercana a los cinco mil.

—Bueno, podrían hacerlo por partes, digo, por crucero... —sugiero.

—Sí, es la idea que le ofreceré al ministro luego de hablarlo con el resto de la gerencia. Enviaremos correos informativos a los pasajeros y para eso las necesito a ustedes y a Jimin pues son bastantes.

Agh, maldición. ¿Que aún no lo despiden? Odiaba la idea de estar en la misma habitación que él, en serio.

—Ah, señor... Con respecto a Jimin... —hablo para intentar convencerlo de que el pelirrubio no es adecuado para este trabajo en particular.

—Sí, sé que te preocupaba tu empleado, Heesook. Pero logré convencer a la comitiva de no despedirlo. Puede ayudarlas sin problema.

Azami y yo compartimos miradas cómplices e incómodas. Ninguna quería volver a trabajar con Jimin, por supuesto, y hubiese sido mucho mejor si lo despedían.

—Podría ayudarnos Yeonjun —sugiero nuevamente pero el gerente se muestra reacio a mi idea.

—No, Yeonjun suele cometer errores y por eso les fío esta tarea a ustedes tres.

—Entonces podremos hacerlo nosotras solas —dice Azami y el jefe la mira confundido.

—Son muchos correos, Azami. Y los necesito enviados para esta tarde.

—Sé que podremos hacerlo —le responde mi amiga confiada.

—Está bien, está bien. ¿Han peleado con Jimin? —ambas nos miramos y asentimos al mismo tiempo —¿Fue porque peleó con Jungkook?

☘ Aᴛʀᴀᴘᴀᴅᴏs ☘ || Jᴇᴏɴ JᴜɴɢᴋᴏᴏᴋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora