Los rayos del sol matutino me queman la cara cuando atraviesan la ventana de mi habitación. Tardo un poco en despabilar y en ser consciente de que me quedé dormida, con algo de saliva cayendo de mi comisura y humedeciendo la almohada; busco mi teléfono en el bolsillo de mi chaqueta y varias notificaciones de correos me terminan de sacar de mi estado de modorra a las diez de la mañana.
Uno es del gerente con el listado de huéspedes de cada habitación del sexto piso, otro de la enfermera informándome que no han habido nuevos casos y que ya realizaron la entrega de los exámenes al personal del Ministerio de Salud japonés y otro de Azami confirmando lo anterior. No pude evitar recordar sus piernas cruzadas en la cintura de Jimin ni su expresión de sorpresa al verme. Debería sentirme traicionada o algo decepcionada, pero mi mente no le permite a mi corazón sentirse así, pues me recuerda -incansablemente- que el rubio y yo no teníamos nada más que una amistad con beneficios y que no tengo ni un derecho en reclamar o quejarme por nada.
Tocan mi puerta con desespero y solo puedo desear que no se trate de Jimin, incluso Jungkook es mejor compañía en estos momentos. Me levanto y me veo en el espejo de pie junto a mi cama; sigo con la misma ropa de ayer y el maquillaje algo corrido, pero no podría importarme menos, pues tengo la leve corazonada de que se trata de Jimin. Pero no se trata del rubio, si no que de su compañera de escena de ayer.
—¿Para qué tienes teléfono si no vas a contestar, Heesook? —cuestiona Azami entrando a mi habitación y dejándome pasmada en el umbral de la puerta.
—Podría preguntarte lo mismo, ¿no crees? —le digo, cerrando la puerta y cruzándome de brazos.
Se sienta en mi cama y se cubre el rostro con ambas manos, agitando los pies.
—¡Dios, qué vergüenza! No puedo creer que me hayas visto con Jimin haciendo... eso. No puedes decirle que te lo he dicho, pues era una relación secreta entre los dos... —confiesa avergonzada y mi corazón se estremece. Si sigo así, podría morir, en serio —Llevamos un mes viéndonos a escondidas de todos... —me mira jugando con su labio entre los dientes y una mirada inocente.
—¿Qué? ¿Un mes? —me acerco a ella con la preocupación plasmada en mi rostro y me siento a su lado.
—Sí... Dijo que no quería nada serio pero estoy segura de que se ha enamorado, ¿sabes? Anoche llegó corriendo a mi cuarto para verme y llevarme a la sala de computación. ¿Para que fue a buscarme tan desesperadamente si no tiene sentimientos por mí?
Entonces Azami no tiene idea de la clase de relación que he tenido con Jimin durante estos dos meses y él ha estado jugando con ambas, molestándose por nada y armando escenas de celos infundadas cuando me ve con Jungkook. ¡Qué descarado! Debería decirle antes de que se entere de la verdad demasiado tarde y salga herida por esta clase de idiota.
—Azami...
—Lo sé. Sé lo que me dirás, amiga. Pero Jimin ha sido muy bueno conmigo y ya no puedo verlo solo como mi compañero de trabajo o un amigo. Incluso concretamos una cita al llegar a Tokio. Esto del virus no me vino nada bien... —asegura con algo de resentimiento —Hubiésemos tenido nuestra cita hoy y el clima está agradable.
—¿Y Yeonjun? ¿Ya no te gusta?
—Solo era para que no me pillaran.
—Azami, escúchame bien. Sé que esto será difícil de asimilar pero debo decirlo antes de que/
Mi puerta vuelve a retumbar con golpes y luego escuchamos la voz de Jimin resonar en el pasillo exterior llamando mi nombre. La miro y sé que está confundida; no sé qué cara poner pero me levanto y camino para abrirle al desgraciado.
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☘ Aᴛʀᴀᴘᴀᴅᴏs ☘ || Jᴇᴏɴ Jᴜɴɢᴋᴏᴏᴋ
Fiksi Penggemar¿Un crucero de lujo más un chico guapo para descansar la vista? La perfección, ¿verdad? Ya quisiera, pero es todo lo contrario. El maravilloso viaje en el "Allure of the Seas" y mi trabajo preciado se ven interrumpidos y destruidos por él. Jodido J...