☘ Aᴛʀᴀᴘᴀᴅᴏs ☘ || Jᴇᴏɴ Jᴜɴɢᴋᴏᴏᴋ

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Azami me ha enviado la dirección del café en el que nos reuniremos. Tengo muchas dudas sobre si ir o no, pero creo que aclararé otras si voy y enfrento esto de una vez.

—¿De verdad no quieres que te acompañe, preciosa? —pregunta mi novio al teléfono. Aún reviso qué ponerme porque después de reunirme con mi ex amiga iré directo al restaurante.

—Sí, creo que puedo hacerlo.

—¿Y si... va ese enano rubio? —cuestiona preocupado —No quiero que lo vuelvas a ver nunca más, Heesook —rara vez me llama por mi nombre y es evidente que quiere dejar clara su posición respecto a Jimin, a la desconfianza que le tiene y la obsesión que tenía conmigo —Es peligroso.

—Si veo a Jimin desde afuera no pienso entrar al café. ¿Eso te deja más tranquilo?

—La verdad no...

—Estaré bien —insisto —Te llamaré si pasa algo o para que vayas a buscarme, ¿está bien? Así que mantente atento a tu teléfono, no me hagas lo mismo de no responder a mis mensajes... —bromeo, sin embargo, lo escucho suspirar al otro lado de la línea. A él no le pareció divertido...

—¿En qué café se van a juntar?

—Te envío la dirección por mensaje.

—Bien, cuídate y ve con cuidado.

—Sí, nos vemos en la tarde.

—Ni se te ocurra faltar, ¿eh? Mi madre ya reservó en el restaurante y está ansiosa por saber más de ti.

—Sí, sí... Además quiero conocer a la novia de Taehyung.

—Cierto. Tendré con qué molestarlo después.

—No lo molestes... —me río —Voy a colgar.

—¡Adiós! ¡Te amo!

Sonrío y no alcanzo a responderle pues ha cortado la llamada antes de siquiera intentarlo. Jungkook suele ser romántico cuando quiere, incluso seductor, pero también hay ocasiones en las que se avergüenza y se pone colorado; el solo imaginarlo ahora luego de colgar me provoca cosquillas en el estómago.

Tomo un taxi hasta el café y tal como le prometí a Jungkook, echo un vistazo antes de entrar para asegurarme de que no vino acompañada. Mi ex amiga está sentada con un vaso de agua encima de la pequeña mesa y mirando el reloj de pulsera que trae. No entiendo bien porqué mi cuerpo reacciona nervioso y siento mis palmas sudar, pero sí sé que tengo miedo de lo que sea que vaya a decirme y eso me confunde demasiado.

Entro y camino lentamente, asegurándome hasta el último minuto de que Jimin no vino con ella. Tomo asiento frente a una nerviosa Azami y la saludo con una simple expresión, esperando que hable pronto para poder irme de aquí. No quiero ser antipática con ella ni verme tan desafiante, pero desde que nos alejamos no puedo considerarla mi amiga más y me incomoda estar frente a ella, ver su barriga de embarazo y la argolla en su mano después de todos mis consejos desechados a la basura.

—Hola, Heesook —me dice con una voz tenue y avergonzada.

—¿Qué pasa? ¿Por qué me has contactado?

—Yo... quería saber cómo estabas.

—¿Es en serio? —cuestiono, pues si tanto le intrigaba, con un simple mensaje preguntando bastaría —No creo que me hayas pedido venir hasta aquí sólo para preguntarme cómo estoy.

Sonríe a medias y de a poco comienzo a arrepentirme de ser tan dura con ella.

—Es cierto... Me conoces bien —admite con la misma sonrisa triste —La verdad es que... quiero disculparme contigo.