Joe
Izquierda, derecha, izquierda, derecha... Caminaba con buen ritmo por las calles de la ciudad. Había salido de casa de David algo tarde, y por consecuencia, se había hecho de noche por el camino. No me importaba demasiado, pues había estado lejos de ese sitio que tanto odiaba. Además, llevaba conectados los auriculares a mis orejas, me hacían sentir más cómodos.
La música resonaba en mis oídos y la letra daba tumbos dentro de mi cabeza. Ese sonido me tranquilizaba, al igual que caminar por esas calles desiertas con esa iluminación tan baja. Sabía que en el momento en que diera el primer paso dentro de mi hogar esa tranquilidad se desbanecería de mi ser, así que debia aprovechar la ocasión.
Las estrellas relucían en ese oscuro firmamento, dándole ese aspecto tan maravilloso y misterioso a la vez. Pensar que éramos tan isnignificantes respecto a lo que había allí afuera, todo lo que nos rodeaba, hacía que mi mente imaginara todo tipo de cosas con respecto al tema. Me parecía tan fascinante vivir en un sitio que desconocíamos practicamente al 100%, y que jamás terminaríamos de conocer del todo.
Las calles estaban vacías, algo difícil de creer, pues por el día estaban increíblemente transitadas. Quizás me había cruzado con par de personas durante el trayecto como máximo.
Mucha gente podría sentir miedo al ir por allí por esas horas, de pequeño me pasaba, pero aprendí que las calles de Japón eran muy poco peligrosas y casi nunca pasaba nada. Digo casi nunca por un hecho algo extraño que me sucedió, y que de ningún modo estaba preparado para eso.
Yo caminaba tranquilo, y una luz se encendió detrás de mi, formando una larga sombra con la silueta de mi cuerpo que salía de mis pies. Gente no, pero coches sí que circulaban a esas horas, no era extraño.
Giré la cabeza por curiosidad, todo el mundo lo hace inconscientemente, y eché a correr.Aumentené la velocidad tanto como pude, y corrí para encontrar un lugar seguro. Crucé varias calles, y sentí como el peligro cada vez estaba más cerca de mi. No sabía qué hacer, estaba demasiado nervioso para reaccionar.
Varios coches habían pasado por la carretera durante todo mi trayecto, algo que no me molestaba; no hubiera salido de allí corriendo de no ser por una cosa. El coche que apareció atrás no iba en dirección paralela a la carretera, sinó que llevaba la trayectoria algo inclinada hacia mi posición, acercándose a mi.
Tenía muy claro que me seguía, pues había cruzado exactamente las mismas calles que yo sin vacilar.
Me sentía increíblemente indefenso, y tenía la cabeza tan colapsada de pensamientos que no podía analizar con claridad la situación. Vi un pequeño callejón unos metros más adelante, y sin pensarlo dos veces me metí en él. Una vez dentro, se me iluminó la bombilla. «Bien hecho Joe, esto no tiene salida, estás atrapado».
Tenía la respiración muy acelerada, tanto por el esfuerzo de la carrera como de los nervios que me invadían en esos instantes. Debía calmarme y plantear qué estaba pasando, todo había sucedido con excesiva velocidad.
El coche paró delante de la entrada del callejón, acorralándome allí dentro, y sus luces me hicieron daño en los ojos. No reconocía el coche, me era imposible verle.
De la puerta del conductor salió una figura alta y robusta, y paró las luces del vehículo para que pudiera verle. Ese rostro tan familiar fue lo que menos me esperaba.-¿Qué narices estás haciendo? - la severa mirada de mi padre me provocó un escalofrío.
-¡¿Y tú?! ¡¿Quieres matarme se un susto o qué?! - le contesté.
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Sonrisas Falsas [Inazuma Eleven]
RandomPara Joe, la vida siempre ha sido algo más complicada que para la mayoría de los demás adolescentes de su edad. En su casa la familia está rota y sufre a diario por ello, pero ese es su gran secreto. Nadie puede saberlo, sobrerodo David, quién sería...