Capítulo 8.

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En total tenemos unos quince cubos de pintura de colores casi llenos, y todos los sprays de mi hermano en el suelo, a nuestros pies. Zayn y yo intercambiamos una mirada, y el chico se coloca en medio de la escalera del ático. Yo voy cogiendo los cubos de uno en uno y se los voy pasando para que los deje arriba.

—Esto pesa... mucho —digo, cuando ya he cargado un montón de cubos, y mis brazos empiezan a notarlo—, ten cuidado, que como te caigas de la escalera...

—Tranquila, no me voy a caer. Además, si lo hiciera, caería encima de ti, así que yo no me haría daño —bromea, y yo me río y finjo apartarme.

Unos minutos después, cuando ya hemos subido todo el material, Zayn sube colgándose y balanceándose con los brazos desde la mitad de la escalera al ático, y yo intento subir por la escalera como cualquier persona normal, pero Zayn me agarra, desde arriba, con sus manos en mi cadera, y me sube a pulso, muy rápido, así que no puedo evitar dejar escapar un grito de sorpresa (y puede que también miedo). Zayn coge tanto impulso al subirme que, al llegar arriba, me caigo encima de él. Aún tiene las manos puestas en mi cadera, por lo que no puedo rodar a un lado y separarme de él. Me quedo quieta boca abajo sobre él, y en ese momento, empezamos a reírnos, hasta que Zayn me suelta y nos ponemos de pie para empezar a trabajar.

—¿Por dónde empezamos? —pregunto.

—Por donde tú quieras —responde, y yo señalo con la cabeza la pared del fondo, y me encojo de hombros—. Genial —saca un par de brochas de pintar de la caja de sprays de Diego, y me lanza una— ¿Cuál es tu color favorito?

—El morado. ¿Y el tuyo?

—No lo sé. Supongo que... mmm... el rojo.

Me acerco a los cubos de pintura para escoger la pintura de esos dos colores y empezar a pintar toda la pared, la base sobre la que Zayn va a hacer el graffiti. Enciendo el reproductor de música que hay en una mesita y subo un poco el volumen, aunque está lo suficientemente bajo como para que podamos hablar sin tener que gritar. Nos hemos puesto ropa vieja antes de subir, por si nos manchabámos, lo cual, después de un rato, acaba sucediendo, porque le doy un brochazo de pintura morada a Zayn en la camiseta y parte de su brazo, y él contraataca. Salgo corriendo con mi brocha y Zayn me persigue con la suya, dispuesto a vengarse. Es más rápido que yo y enseguida me alcanza. Me sujeta una mano para que no pueda huir y, por más que me retuerzo, no consigo escaparme, ni evitar que el chico me pinte la camiseta y el cuello de rojo. Cuando me suelta y se separa de mí, me miro; estoy llena de pintura.

—Parece que he matado a alguien —digo, pasando los dedos por el líquido rojo de mi ropa. Zayn suelta una carcajada y retrocede con las palmas de las manos hacia mí en señal de paz, pero yo camino hacia él blandiendo mi brocha de la forma más amenazante que puedo. Cuando lo tengo muy cerca, estiro el brazo para volver a pintarlo, pero el chico da un salto hacia atrás y sale corriendo. Lo persigo hasta que por fin lo alcanzo (creo que se ha dejado pillar, porque corre más que yo) y mancho su cuello de pintura morada. Se tira al suelo y se sienta, y yo hago lo mismo. Casi sin darnos cuenta hemos terminado de pintar las paredes, en una mezcla de colores que ha quedado sorprendentemente bien. Nos quedamos un rato callados, mirando nuestro proyecto.

—Habrá que esperar bastante hasta que se seque y puedas pintar el graffiti —digo—. Así que probablemente tengas que quedarte aquí unos cuantos días más —Zayn se ríe.

—Así que lo habías planeado todo para que no pueda irme.

—Exacto. Y has caído en la trampa —bromeo; en realidad no había planeado nada, había surgido sin más. Zayn vuelve a reírse. Vuevo a hacerme un moño para sujetarme el pelo, porque se me ha deshecho de tanto correr, y en ese momento recibo un mensaje de mi mejor amiga, Eli.

"Estamos todos en el parque que hay al lado de tu casa. ¿Sales o vamos a buscarte?"

Sonrío mientras respondo a su mensaje.

"Mmm... ¿por qué no venís a mi casa? Es que estoy con un... amigo, y así os lo presento. No tardéis."

En realidad prefiero no salir mucho por los alrededores de mi casa con Zayn, teniendo en cuenta que puede que haya más tíos buscandole.

—Zayn, ahora van a venir mis amigos. Tranquilo, solo son cuatro, y son simpáticos, te caerán bien —el chico asiente.

Bajamos juntos las escaleras cuando oímos el timbre. Abro la puerta a mis amigos y subimos todos a mi habitación. Me encargo de hacer las presentaciones para que nadie se sienta incómodo.

—Chicos, este es Zayn —digo, mientras todos nos sentamos; algunos en mi cama y otros (Zayn y yo) en el suelo—, Zayn, estos son Eli —señalo una chica morena con el pelo casi rapado, que es incluso un poco más bajita que yo—, Ed —un chico no muy alto, moreno, con los ojos verdes, que es mi mejor amigo—, Paula —una chica rubia, con los ojos oscuros, es más alta que yo—, y Samuel —por último, un chico alto, desgarbado, rubio y con los ojos de color negro.

—¿Qué hay? —dice Ed, mientras Zayn y Samuel chocan los puños a modo de saludo.

—Hola —dicen Eli y Paula.

Siento mi móvil vibrar en mi bolsillo y lo saco, ignorando las tonterías que Samuel ha empezado a decirle a Ed, como siempre, para acabar golpeándose el uno al otro. Es un mensaje de Paula, lo cual me sorprende, porque está sentada enfrente de mi. Miro a la chica, quien me devuelve la mirada; abro el mensaje y lo leo.

"Tía, ¿de dónde has sacado a ese chico? Madre mía, ¿sabes por casualidad si tiene un hermano gemelo?"

Disimulo una risita y levanto la mirada de nuevo hacia Paula, quien está mirando a Zayn sin disimulo alguno. Éste parece incómodo bajo la atenta observación de mi amiga, y me mira cuando yo lo miro. Sonrío para darle fuerzas, y justo en ese momento veo a Eli darle un golpe en la nuca a Samuel, por algo que seguramente habrá dicho. Éste suelta un grito y sigue diciendo tonterías.

Finalmente Zayn se integra en el grupo, e incluso interviene de vez en cuando en las conversaciones, a pesar de que Paula apenas ha dejado de mirarlo, y eso parece ponerlo nervioso.

Por la noche, a la hora de cenar, mis amigos se van a casa, y yo me meto en la ducha para quitarme toda la pintura del cuerpo. Zayn se ducha después de mí, y se queda a dormir. Mañana es lunes, así que tengo que ir a clase, pero él aún no ha decidido qué va a hacer, si quedarse en mi casa por la mañana o dar una vuelta por la ciudad.

Amnesia. [Zayn Malik]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora