Capítulo 26.

1.4K 83 2
                                    

Mi madre nos suelta.

-Voy a hablar con los agentes, ¿te parece bien? -pregunta, aunque en realidad lo que quiere saber es si puede dejarme sola o prefiero que se quede conmigo. Asiento, y ella sonríe para darme fuerzas y se dirige a un grupo de policías que están junto a la puerta de mi casa.

-¿Estás bien? -le pregunto a Zayn. Él se encoge de hombros y asiente sin mirarme-. Eh -digo-, ¿qué pasa?

-Claudia, he matado a ese tío... y no sé, ni siquiera me siento culpable. Lo he seguido golpeando cuando ya estaba tirado en el suelo, no podía parar. No quería parar.

-Zayn -digo-. Tú... ¿me quieres?

-Claro que te quiero, Claudia, ¿por qué me pregun...

-Entonces lo entiendo -lo interrumpo-. Entiendo que no te sientas culpable. No tienes por qué sentirte mal. Tú me quieres. Él iba a... hacerme daño. Quería matarnos a los dos Zayn. Yo... si hubiera podido, habría hecho lo mismo -nos quedamos callados un momento y yo aparto la vista-. Lo siento, Zayn. Yo tenía que haberlo hecho. No sé qué me pasó. Me quedé paralizada, él era más fuerte que yo, y no sé... creo que me quedé... bloqueada por el miedo...

-Oh, por Dios, Clau, ¿estás escuchando lo que dices? -me pregunta con una sonrisa de lado. Qué guapo es. Es guapísimo. Céntrate, Claudia, no te desconcentres.

-¿Por qué dices eso? -pregunto.

-Hiciste todo lo que pudiste en ese momento. No entiendo por qué me pides disculpas.

-Porque tú sabes que yo no soy así, no me quedo parada cuando alguien intenta hacerme daño, yo... te obligué a hacerlo. Tenía que haberlo hecho yo sola. Te puse en peligro y...

-Estás loca -dice Zayn, soltando una carcajada. Abro la boca para decir algo en mi defensa, pero él sigue hablando-. Clau, sé cómo eres. Por Dios, eres la chica más valiente que conozco, estoy seguro de eso. Tienes más agallas que cualquier otra persona en este mundo. No sé si te acuerdas, pero ayer te colaste en una puta fábrica abandonada, de noche, a las afueras de la ciudad, donde un montón de tíos con armas de fuego me tenían secuestrado. Y me sacaste de allí. Si ahora mismo alguien te disparase una bala, tendría que ponerme delante de ti para salvarte, Claudia, porque te debo la vida.

-No me debes nada -digo sonriendo. Estoy segura de que me he puesto roja-. Hoy tú me has salvado a mí, así que supongo que tenemos empate -Zayn se ríe.

-De acuerdo. Pero que no se te ocurra volver a pedirme disculpas por esto.

Sonrío. Zayn me rodea con sus brazos y me besa en la frente, y nos quedamos así, quietos, un rato.

-¿Qué vamos a decir cuando nos pregunten si sabíamos por qué nos quería matar ese hombre? -pregunto preocupada.

-La verdad.

-¿La verdad? Zayn, eso incluye todo, la fábrica, el secuestro, tu amnesia, cómo nos conocimos...

-Lo sé, pero es lo mejor que podemos hacer -dice él. Asiento, tiene razón.

Eli nos interrumpe con un carraspeo y nos separamos.

-Chicos... no quiero interrumpir nada, pero los policías quieren que vayáis a decir no se qué... -dice la chica. Asiento y la abrazo antes de alejarme.

-Gracias por todo, Eli -ella me sonríe, aunque noto que su corto pelo está muy despeinado, y tiene cara de haber llorado. Pobre, seguro que estaba muy preocupada mí. Habrá venido corriendo desde su casa a la mía-. Gracias -vuelvo a decir.

Zayn y yo avanzamos hacia mi madre y un grupo de policías sin soltar nuestras manos.

-Chicos, tenéis que prestar declaración -dice uno de los agentes-. ¿Os importaría hacerlo en el escenario del crimen? -me estremezco, y tanto Zayn como el agente lo notan. El chico me aprieta un poco la mano y se pone delante de mí, de forma que yo quedo un poco escondida detrás de su cuerpo-. Lo siento, sé que esto es duro -continúa el policía-, pero es necesario que lo hagáis, y tiene que ser por separado -Zayn me mira. Sé que quiere protegerme, pero tengo que hacer esto sola, y asiento.

-¿Estás segura? -pregunta Zayn.

-Tu madre puede subir contigo, si quieres... -dice el agente amablemente.

-Está bien, puedo sola, no es para tanto -digo con más seguridad de la que siento.

-De eso nada, voy contigo -dice mi madre, que ha escuchado toda la conversación y ya se ha agarrado a mi brazo para acompañarme. El policía sonríe.

-Seguidme -nos dice. Mi madre tira de mí para que camine y yo me giro y me pongo de puntillas para darle un beso rápido en la mejilla a Zayn antes de desaparecer de su vista dentro de mi casa.

-Vale, Claudia, tienes que decirme todo lo que ha pasado.

-¿Desde el principio? -pregunto, resoplando, y el hombre asiente-. Es una historia un poco larga... -mi madre me mira extrañada.

-No te preocupes por eso, tenemos tiempo de sobre -dice el policía sonriendo para animarme.

-A ver... hace unos días, creo que fue el sábado...

-Espera, ¿cómo que el sábado? -me interrumpe mi madre-. ¿Llevas metida en líos desde el sábado?

-Mamá, por favor...

-Señora, tiene que comprender que estas declaraciones son importantes para nuestro trabajo...

-Sí, sí, lo siento. No volveré a interrumpir -se disculpa mi madre.

-Espere -me dirijo al policía-, ¿yo no debería tener un abogado o algo?

-Señorita -me dice-, yo no debería decir esto, pero las personas que exigen un abogado no suelen ser inocentes.

-Oh. Está bien, está bien -digo, sorprendida.

-Aunque si lo quieres, estás en tu derecho... -continúa él.

-No, da igual. A ver, por dónde iba... ah, sí. El sábado por la tarde había una furgoneta aparcada en frente de mi casa, justo ahí -señalo el lugar-. Ese chico que está ahí, Zayn -el agente asiente mientras apunta todo lo que voy diciendo- se bajó del vehículo y... no sé, me pareció que estaba un poco perdido así que salí a la calle y le pregunté que si estaba bien y eso, no me acuerdo exactamente de qué le dije...

-¿No lo conocías de nada? Al chico, a Zayn, me refiero, ¿no lo habías visto nunca? -pregunta el policía. Pienso un poco la respuesta, porque mi madre está delante y va a saber que la he mentido bastante estos días, pero tengo que decir la verdad.

-No, no lo había visto nunca.

-¿Y por qué saliste a hablar con un extraño? -dice, mirándome extrañado-. Bueno, esta pregunta no tienes por qué responderla... Lo siento, me meto donde no me llaman.

-¿Qué? Yo... bueno, no sé. Pensé que necesitaba ayuda -digo. Ni yo misma sabía por qué había salido, simplemente lo hice.

Amnesia. [Zayn Malik]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora