Magical souls | Minayeon.

Capítulo XIX: Batalla de muerte

—Sin magia—Advirtió Kai quitando su chaleco rojo y lanzandolo a su trono.

—No utilizaré mi magia si tú no te transformas—Aceptó Mina esperandolo en el mismo sitio. Miró de reojo a Felix y a Nayeon quienes devolvían la mirada desde una esquina, alertas por cualquier paso en falso que desatara algún incidente.

—Bien—Se encogió de hombros y comenzó a caminar hasta a ella—. A golpes, como salvajes—Terminó con una risa.

Mina lo miró en silencio y apretó sus puños. Debo ganar...pensó, más bien se exigió tomando una posición de defensa.

—Claro...Salvajes.

El primero en lanzar el golpe fue el líder de los lobos impactandolo en toda la mejilla de la hechicera que había estado desprevenida. Mina apretó su mandíbula y lanzó un puñetazo al rostro atractivo del lobo haciendo que voltease mientras se tambaleaba. Comenzaron a repartirse golpes, algunos esquivándolos tomando ventaja y otros dando de lleno en sus caras. Mina llevaba la delantera porque ya había logrado que el lobo sangrara por su labio, ella solo tenía leves rasguños.

—¿Eso es todo lo que tienes?—Cuestionó Kai gritando mientras de su boca salía saliva con sangre.

—Apenas comienzo.

Mina lanzó una patada al muslo del hombre haciendo que gimiera por el dolor y ante el descuido hizo lo mismo con el faltante haciendo que cayera. Con rapidez lo tomó por los hombros y lo lanzó contra la alfombra donde intentó pararse fallidamente. La japonesa escuchó a los lobos aullar por su líder pero no le dio importancia, él mismo había ordenado que no se entrometieran por muy mal que terminara.

Mina se sentó encima del lobo y comenzó a golpearlo sin descanso, eso hasta que el lobo la tomó por el cuello haciendo que parase. Intentó zafarce pero la fuerza que empleó el lobo fue mucha por lo que fue casi inútil quitarse antes de que la lanzace al otro lado de la afombra haciendo que se arremangara mientras escuchaba a Felix y a Nayeon preocupados por su caída. Mina apretó sus dientes, sentía el dolor propagarse por su espalda haciendo que el pararse fuese algo difícil, escuchó los pasos del lobo acercarse y antes de que pudiera levantarse ella misma, el lobo lo hizo sujetándola por sus ropas. Sus ojos zafiro brillaron y con rapidez se movió hasta la pared más cercana donde la recostó con toda la fuerza que tenía. Mina sollozó del dolor punzante que se propagó por su cabeza, si no tenía una herida abierta era de milagro.

Los dos coreanos miraban desde el lugar donde estaban como Mina era golpeada por el lobo sin poderse defender. Nayeon estaba a punto de correr a ayudarla pero sabía que Mina se enojaría por entrometerse en la pelea, Felix por su parte movía su pie inquieto por la forma en la que golpeaban a su maestra. Por su nariz ya corría un hilo de sangre y su ceja iba por el mismo camino. Defiéndete; pidió o más bien exigió Felix a Mina en sus pensamientos aunque no fuese escuchado, estaba desesperado por ir a ayudar a su maestra pero lo más seguro es que eso estropeara todo.

La hechicera ya se sentía adolorida, lo suficiente para que sus movimientos fueran algo torpes.

—Perderás, hechicera. ¿Crees acaso que puedes con un lobo como yo?—Dijo en un tono que solo pudieron escuchar ambos.

Mina se negó a perder. No podía, simplemente no podía perder para que todo su esfuerzo se fuera por el caño.

—No.

Su voz salió tan grave que el hombre se desconcertó dándole la ventaja de hacerle una llave mientras ponía su brazo por el cuello apretandolo con fuerza. El lobo intentó huir pero fue inútil, al parecer había cantado victoria demasiado rapido ya que no se esperó que Mina pudiera tomar más fuerzas. La pelinegra lo lanzó contra el piso con la misma fuerza que él utilizó y comenzó a golpearlo como nunca había golpeado a alguien, con tanta ira que casi lo podía escuchar rogando. Su bota se encontró con el pecho desnudo del lobo donde empezó a patearlo sin piedad escuchando sus gemidos y jadeos buscando aire. Los lobos aullaron por segunda vez pero no le importó y repartió más patadas en su pecho esperando que quedara su marca allí.