Nayeon despertó sintiendo calor llegando de ambos costados de su cuerpo. Felix dormía como un bebé a su lado izquierdo con sus pecas reluciendo en su rostro sacandole una sonrisa llenna de ternura mientras a su lado derecho estaba Mina con quien se encontró cara a cara haciendola pestañear varias veces mientras admiraba lo tranquilo que se veía su rostro, como si nunca hubiera sido lastimado, como si no fuera el que la hacía suspirar tal adolescente enamorada. Sus lunares se repartían por su cara, sus alargadas pestañas se juntaban, sus labios rosados rosados y pálidos estaban algo resecos pero la hacían verse mejor. Nayeon subió su mano a la altura del rostro de Mina y con suavidad pasó su dedo índice por la línea perfecta que se formaba en su mandíbula, pasó a su pómulo que parecía porcelana sintiendolo tan suave como el algodón pasando después a sus definidas cejas que parecían amar fruncirse y terminó bajando por su delgada nariz donde depositó un pequeño beso con cautela.
—No lo dejes de hacer—Mina habló por lo bajo haciendo que se sorprendiera. Nayeon se sonrojó avergonzada bajando la mirada cuando justo los oscuros orbes de Mina se mostraban—. Me gusta que lo hagas.
Nayeon levantó sus ojos marrones y le plantó la mirada a la japonesa quien le sonrió.
—No fue mi intención despertarte—Se disculpó la coreana.
Mina rió por lo bajo y negó.
—No me importa que me despierten si es de esa forma...—Murmuró.
Nayeon relamió sus labios sintiendo la tímidez colarse en su actitud.
—Me gustan tus lunares—Confesó—. Son atractivos.
Mina levantó una de sus cejas y achicó los ojos.
—¿Quieres contarlos?—Preguntó haciendo que Nayeon la mirara indecisa. La hechicera se acercó más a la coreana poniendola de nervios, sus rodillas se rozaban y sus rostros estaban a unos solos centímetros—. Dame tu mano—Pidió, Nayeon la levantó indecisa y Mina la tomó sacando su dedo índice, empuñando los demás—. Hagámoslo juntas.
Posó el dedo de la castaña en el primer lunar que se encontraba en su frente—Uno—Comenzó mirando directamente a los ojos de la castaña. Bajó el dedo hasta su nariz y lo dejó en el segundo lunar—. Dos—Bajó hasta arriba de sus labio superior donde Nayeon bajó la mirada—. Tres...—Sonrió y bajó el dedo de la coreana a la parte de abajo de su labio inferior—. Cuatro...Y...—El último fue más cercano a su barbilla—. Cinco...—Susurró mientras Nayeon volvía su mirada a su mar negro.
—Cinco—Repitió Nayeon.
Un movimiento detrás suyo la hizo voltear para encontrarse a Felix acomodándose mejor en la tienda.
—Vamos afuera—Pidió Mina en un susurro y se levantó para salir de la tienda.
Nayeon se levantó con sumo cuidado intentando que Felix no se despertase y se escabulló fuera de la tienda. Se encontró a Mina sentada cerca a la fogata que no se marchitaba porque era producto de la magia.
—¿Estás bien?—Preguntó Mina al escuchar sus pasos.
Nayeon supo que era por lo sucedido horas atrás porque veía el río correr. Recordar la experiencia le erizó la piel.
—Supongo que sí...—Murmuró setandose a unos metros de Mina—. ¿Y tú?
Mina levantó la mirada de la fogata para centrarla en la suya.
—También lo supongo—Respondió lo mismo que ella—. Me iré al lado del sí.
Nayeon suspiró y frotó sus manos en sua brazos para darse calor.
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Magical souls | Minayeon.
FanfictionUna hechicera de corazón frío y una simple mortal que es involucrada en el mundo mágico por el ayudante de la hechicera. ¿Podrá la hechicera de corazón de piedra proteger a la mortal de los magos oscuros? ¿Se descubrirán los secretos ocultos? Esta...