Capítulo XIII: ¿Celosa?

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Nayeon recogió su cabello en una coleta alta dejando sus hombros al descubierto para después quitar sus sucias ropas y ponerse una bata de seda que le habían dejado allí. Le urgía un baño, uno tranquilizador que la dejara con el suficiente sueño para dormir lo que restaba de día en aquél pueblo de ninfas. Bajó por el sendero de los dormitorios divisando de lejos al lago pero antes de llegar escuchó unas voces que provenían de la orilla, se escondió en un árbol antes de seguir mirando a un grupo de ninfas lavar las ropas de Mina y Felix.

—Mina es tan atractiva—Dijo una de ellas enjabonando las telas—. Daría lo que fuera para estar una noche con ella.

—Todas queremos una noche con ella—Apoyó una castaña—. Pero no parece interesada en ninguna.

—Es cierto, le fue indiferente que Eunbi entrara a su dormitorio—Apoyó una rubia—. Aunque Yeri me contó que ella ya había venido aquí y que la líder estuvo con ella siempre—La mirada que les dio a las otras no fue muy inocente—. Creo que fue la primera mujer con la que estuvo.

—No lo creo...Con lo atractiva que es debe haber estado con muchas antes...

Nayeon no aguantó más escuchar la conversación e hizo acto de presencia para que las ninfas cerraran la boca de una buena vez. Sentía el calor en sus mejillas mientras se imaginaba todo lo que esas mujeres con aspecto de semi diosas había cuchicheado sin mucho cuidado.

—¿Podrían dejarme sola? Quiero tomar un baño—Pidió sin mirarlas. Todas se miraron en silencio y se fueron por la misma dirección por la que ella llegó—. Son unas tontas...—Murmuró con el ceño fruncido mientras quitaba su bata.

Se adentró a la fría agua sintiendo el placer de hacerlo, recogió agua con las palmas de sus manos juntas y se echó en la cara mientras relajaba los músculos. Cerró los ojos y suspiró deseando que esa fuera su casa en Seúl, con su madre parloteando detrás de la puerta y con el ajetreo de la ciudad traspasando los azulejos.

—Aquí estás—La voz de Felix resonó detrás suyo. Algo asustada por el repentino sonido, volteó abriendo los ojos para encontrarselo en bata—. Creí que seguías echando maldiciones en tu dormitorio—Agregó divertido por su reacción.

—Necesitaba este baño...—Suspiró y volvió su vista al frente donde solo se veía agua—. Además, no estoy enojada.

Escuchó como Felix se engullía en el agua soltando una sonrisa burlona que fue más un bufido.

—No necesitas mentirme, Nay—El muchacho se paró a unos metros de ella con el agua llegandole a sus clavículas—. Sé que te enojaste por lo que pasó con la ninfa líder.

—No, Felix. Solo estaba algo cansada por el viaje, por eso me puse de mal humor—Se excusó sin creerse a ella misma.

—Nay...No hay nada de malo que estés celosa—Dijo el chico sacando la suciedad de su pecho—. Todos nos sentimos así en algún momento y más cuando nos gusta alguien.

—Mina no me gusta—Mintió Nayeon sin mirar al rubio.

—Linda...Hasta un ciego vería que te la comes con la mirada—Dijo riendo—. No mientas...Acá entre nos, puedo decir que no saco de mi mente a Changbin—Suspiró y cerró los ojos con una sonrisa—. Es tan encantador...Me encantaría poder volver a verlo.

—Se nota...—Respondió Im—. Igual, no me gusta Mina...Yo solo la admiro por su valentía, ha tenido que pasar por mucho.

—Bien, llámale como quieras—Felix se devolvió a la orilla para tomar su bata y cubrir su cuerpo mojado—. Pero sabes que estás celosa, porque de ser lo contrario no te molestaría que la ninfa líder esté acechandola y no precisamente para hablar.

Magical souls | Minayeon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora