Capítulo 22

10.3K 781 9
                                    

Espero a Sam en el sofá del salón, pero son las cuatro de la mañana y aún no ha aparecido, dejándome más preocupada de lo que ya estaba las últimas horas. Sigo esperando hasta que veo que el reloj marca las siete de la mañana, así que decido preparar el desayuno para Sam y los lobos, estarán hambrientos si han estado correteando por el bosque toda la noche. Por lo menos hoy es sábado y no tengo clase, porque no sería capaz de irme a clase sin saber cómo están Sam y los chicos.

—¡Qué bien huele! —Exclama Paul al entrar a la cocina, me sonríe y se prepara un plato gigante de varias cosas que he preparado, tras él entra Jared, quien hace lo mismo que Paul.

—Chicos, ¿y Sam? —Pregunto preocupada, aunque ellos estén comiendo felices, sé que puede haberle pasado algo a mi lobo.

—Está con el nuevo, le está explicando que cerca de ti no puede descontrolarse, vamos, la charla inicial al entrar en la manada. —Dice Paul con la boca llena, y cuando voy a decir algo, aparece Sam con un chico tras él.

—Mia. —Dice a modo de saludo antes de abrazarme y besarme dulcemente, aunque escucho los aullidos y las risas a nuestro lado. —Pareces cansada, ¿no has dormido bien?

—He estado toda la noche esperando. —Respondo con franqueza, pero alguien a nuestro lado me mira con una sonrisa. —Hola, yo soy Mia.

—Hola, soy Embry, sé quién eres, Sam solo pensaba en ti cuando estábamos en el bosque. —Dice con una sonrisa divertida al ver el leve sonrojo de Sam.

—Siéntate y come, chico. —Dice Sam a modo de orden y me abraza por la cintura antes de coger un plato con comida para los dos y nos guía hacia el salón. —Nosotros desayunamos aquí, podéis iros cuando queráis, no me molestéis si no es una emergencia, y Embry, nada de clase, amigos o acercarte a gente, quédate o en el bosque o con Paul y Jared.

—Vale. —Dicen los tres a la vez y siguen comiendo.

Sam se sienta en su sillón y me arrastra a su regazo, apoyando el plato sobre mí, comemos en silencio y escuchamos como los chicos se van yendo. Después de colocar la cocina entre ambos, Sam me arrastra a la cama, pienso que es para dormir, pero me sorprende ver como coloca su cabeza en mi estómago. Cuando hace eso es porque algo malo le ha pasado, y no quiero que se lo guarde para él, lleva demasiado peso en sus hombros.

—Sam, cuéntame. —Susurro mientras acaricio su cabello, la gente solo suele ver al Sam fuerte y líder, pero cuando algo malo ocurre por su culpa, como una muerte por chupasangre o algo así, soy yo la única que ve su vulnerabilidad.

—He llegado tarde de nuevo, esa pelirroja juega con nosotros, hoy ha matado a una niña parecida a ti, creí morir al pensar que podrías ser tú. —Susurra apretando su agarre en mí. —Ha estado cerca de ti, Mia, no quiero que nada malo te ocurra.

—Nada malo me pasará. —Digo antes de apretar mi agarre a él, para que vea que estoy con él. —Duerme, lobo protector.

Noto a Sam cerrar los ojos y dormirse poco a poco, sorprendiéndome cuando actúa así, ha debido ser horrible ver lo que él ha visto, pero una parte me parece dulce el hecho de que sea conmigo con quien se desahogue.

—Te amo, Mia. —Susurra antes de dormirse, y no puedo evitar sonreír antes de cerrar los ojos y dormir con él.

Cuidado con el bosque  |SAM ULEY|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora