Cuidado con el bosque |SAM ULEY|

Capítulo 35

Veo que un brillo de esperanza brilla en la mirada de Sam al darse cuenta de que estoy sentada a su lado y sosteniendo su mano, no sé cómo decirle que aún no lo he perdonado, que lo único que he hecho ha sido venir a verlo para que deje de estar tan enfermo.

—Mia. —Susurra Sam con la voz ronca y debilitada, me sonríe levemente y aprieta nuestras manos. —Estás aquí, has venido.

—He venido porque estás mal, pero eso no significa lo que estás pensando. —Digo evitando su mirada, aunque noto que se tensa. —Lo siento.

—No lo sientas, de hecho, quiero pedirte disculpas como se debe, quiero explicarte lo que pasó, por favor. —Dice Sam sentándose en la cama con esfuerzo, se hace a un lado y me arrastra levemente hasta que me siento a su lado en la camilla.

—Sam... —Suspiro derrotada, me siento totalmente presionada ahora mismo, los corazones necesitan sanar, y el mío aún está roto.

—Mia, ese día Leah vino al taller para hablar conmigo sobre que me echaba de menos, pero la dije que estaba contigo, se ofuscó y me besó, en un principio la seguí el beso, pero rápidamente me aparté, mi corazón ya es tuyo, y me sentí muy mal cuando la estuve besando. —Dice Sam sin soltarme la mano. —No quise decirte nada porque no valía la pena, yo soy tuyo, siempre seré tuyo.

Me quedo mirando nuestras manos unidas, simplemente su explicación me hace daño, se supone que debía contármelo, pero en vez de eso, ¿se quiso callar para evitar qué? ¿Qué no me enfadase? ¿Qué pensase que me estaba siendo fiel?

—Te amo. —Susurra Sam contra mi mejilla, seca una de mis lágrimas y agarra mis mejillas con sus manos, para mirarlo fijamente – Te amo muchísimo, ya no sé vivir sin ti.

No puedo evitar llorar, sobre todo cuando Sam junta sus labios con los míos, pero aún no estoy lista para esto, no de momento. Así que salgo corriendo de aquí, pensando en que no debería haber venido.