Capítulo 39

10K 665 28
                                    

Sigo sentada sobre el regazo de Sam, estoy demasiado cómoda y lo he echado demasiado de menos, y aunque debemos hablar, simplemente seguimos sentados y disfrutando de la presencia del otro, hemos estado demasiado tiempo separados.

—Tenemos que hablar. —Susurra Sam, pero solo niego con la cabeza, sé que debemos hablar, pero ahora no, estar con Sam es suficiente para mí. —Hablaremos cuando quieras, pequeña.

—Sam, solo te pido que no me vuelvas a hacer daño, porque no lo soportaría otra vez, y tú tampoco, pues no volverías a verme. —Digo con un tono bajo pero firme, haciéndole ver que mis palabras son firmes.

—No volveré a fallarte, te prometo que estaré para siempre a tu lado, compensándote por estos días. —Dice Sam agarrando mis mejillas y levantando mi cabeza. —Te amor, Mia.

—Yo también te amo, Sam. —Respondo ajustándome en su regazo, colocando cada pierna a cada lado suyo, me acerco a sus labios y comenzamos a besarnos de forma lenta y cautelosa, pero Sam nunca se ha caracterizado por su paciencia, y me lo confirma gruñendo contra mis labios y besándome con fuerza y posesividad.

Arranca mi ropa sin cuidado y me deja solo en ropa interior sobre él, mirándome con veneración, la mirada que siempre me dedica cada vez que hacemos el amor, cada vez que me recuerda que las almas gemelas si existen, pues pese a sus errores, él no es mi otra mitad, ya que no me considero una media naranja, él es mi complementación, como si yo fuera los cereales y Sam mi leche. En vez de hacerme el amor como yo estaba esperando, Sam me abraza y mete su rostro en mi cuello, haciendo que mi piel se erice, pero lo que me sorprende es que noto humedad en mi hombro, y sé que está llorando.

—Mia, sé que te he hecho daño, pero eres tan buena y dulce que me has perdonado y me has dejado entrar de nuevo en tu corazón. —Dice Sam sacando su cara de mi cuello, me está mirando con los ojos brillantes y una sonrisa enorme. —Sé que eres joven, pero conozco perfectamente que quiero estar contigo para siempre, y no porque seas mi impronta, sino porque te amo.

—Sam... ¿Qué... —Intento preguntar, pero Sam se ríe levemente y saca un anillo de compromiso, enarca una ceja a modo de pregunta, y como respuesta, simplemente estiro mi mano en su dirección para que coloque su anillo en mí.

—Te amo, futura señora Uley. 

FIN

Cuidado con el bosque  |SAM ULEY|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora