Cuidado con el bosque |SAM ULEY|

Capítulo 33

—¿Seguro que estarás bien? —Pregunto por quinta vez antes de coger la mochila con mis libros, Garrett vuelve a asentir con más paciencia de lo que una persona normal tendría.

—Tranquila, pequeña humana. —Dice sentándose en mi salón, ha echado un vistazo a las paredes llenas de libros y dice que se los leerá. Vuelvo a mirarlo con cautela y tras suspirar levemente, me despido con la mano. —Adiós.

—Adiós, Garrett. —Me despido y salgo de casa, no sé qué va a hacer en mi casa totalmente solo mientras estoy en clase, pero no puedo llevarlo conmigo, sería demasiado raro, además de que no puede entrar en la Reserva. Me meto en el coche y comienzo a conducir hacia la Reserva, como ahora vivo en Forks, tengo que conducir una media hora, haciendo que me tenga que levantar mucho más pronto de lo normal.

Este fin de semana lo he pasado en casa junto a Garrett, ha sido un poco deprimente por su parte, ya que solo ha estado a mi lado, consolándome mientras lloraba sobre él. También ha sido curioso el hecho de que no haya sabido nada de Sam o del resto de los lobos en este fin de semana, cosa que me ha servido para despejarme y pensar las cosas más tranquilamente, pese a los lloros, claro está. Cuando llego al aparcamiento, veo que Paul, Embry y Jared me están mirando desde el otro lado del aparcamiento, respiro hondo y camino hacia ellos, cuando ven que me acerco, me miran con cautela.

—Hola, chicos. —Los saludo con una sonrisa sincera, ellos me la devuelven y en menos de unos segundos, estoy siendo abrazada por mis tres lobos. —Vaya, yo también os he echado de menos.

—¿Este abrazo extraño que está durando tanto es que nos perdonas? —Pregunta Jared, todos nos reímos levemente y asiento cuando nos separamos.

—Vosotros no podíais hacer nada, Sam os obligó a guardar silencio, y no podíais hacer nada. —Respondo totalmente sincera, he estado pensando este fin de semana sobre ellos, y no puedo seguir enfadada con ellos.

—¿Y a Sam? —Pregunta Paul caminando a mi lado hacia clase, pero antes de que pueda responder, Jared se va corriendo hacia Ellie Black con una sonrisa en el rostro, y nos deja solos.

—No voy a perdonar de momento a Sam, debe demostrarme muchas cosas, y de momento solo me ha dicho un "lo siento" cuando me desperté en la camilla. —Espeto, no quiero hablar de Sam ahora mismo, pero mis lobos siempre meten el hocico donde nadie les llama.

—Vale, tranquila Mia, pero otra pregunta. —Dice Embry a mi derecha, se apoya en la taquilla y observa cómo guardo y saco libros. —¿Por qué demonios hueles a chupasangre?

—Esa no es la pregunta, la pregunta es ¿por qué demonios has dejado que un vampiro se quede en tu casa contigo? —Pregunta Paul detrás de Embry, ambos me observan con los rostros totalmente serios, sin una pizca de broma en ellos, y sé que están preocupados por mí, pero... ¿Qué les digo? "Oh, veréis, es que conocí a Garrett cuando había matado a una persona, creí que haría lo mismo, pero solo se escondió en mi coche y decidió seguirme sin preguntar mi opinión, pero es majo", no, no puedo decir eso.

—Me ha estado animando, y ha evitado que estuviese sola en casa mientras lloro por un corazón roto. —Respondo, ellos se miran unos segundos entre ellos y luego suspiran.

—Mia, de verdad que lo lamentamos, pero Sam está muy mal, estamos preocupados por él. —Dice Paul, me mira con el ceño fruncido y me pasa su brazo por los hombros. —No vamos a judgarte por tu nuevo amigo, pero por favor, sabes lo que pasa sin un lobo se separa de su impronta mucho tiempo.

—Si, ya está débil. —Añade Embry, caminamos por el pasillo tranquilamente, pero ahora no puedo evitar pensar en que Sam está enfermo por mi culpa, pero ¡maldita sea! Fue por su culpa. —Desde anoche se ha quedado en la sala de curas, con un suero conectado a su brazo.

—Si, ahora Jared es el alfa en funciones. —Dice Paul con una pequeña sonrisa, pero se le borra en un instante al recordar la gravedad del asunto. —¿Vas a ir a verlo?