Cuidado con el bosque |SAM ULEY|

Capítulo 13

Estoy entre los brazos de Sam, pero estamos en su armario, estoy muy asustada, y lo único que quiero es llorar sobre mi lobito. Sam solo me acaricia mi cabello mientras me susurra lo que me quiere, diciéndome que no va a dejar que nadie me toque o me vuelva a hacer daño, y sé que es verdad. Pero casi a las siete de la tarde, cuando ya ha oscurecido, escuchamos a Paul y Jared entrando.

—¡Sam! Te necesitamos, Harry Clearwater ha llamado, Bella Swan ha desaparecido. —Informa Jared, y Sam se levanta conmigo en brazos, mirándome sin saber que hacer.

—Ve, lobo, yo vuelvo a casa, igualmente no debería estar aquí, y lo sabes. —Digo con una sonrisa falsa, hoy tocaba clase, pero anoche me quedé a dormir con él y no he ido a clase.

—Vale, pero te llevo a casa antes. —Dice poniéndome una de su chaqueta, que ya no usa, y me da la mano para salir del cuarto, pero antes me besa con hambre y me guía al salón. —Vamos, si los Cullen la han matado, el tratado se habrá roto y podremos ir a por ellos.

Sam y los chicos salen al bosque y veo a mi lobo desvestirse y transformarse en lobo, se inclina para que suba y me coloco en su lomo, amo cuando me lleva por el bosque así. Corre hasta el patio trasero de mi casa y se transforma conmigo aún en su espalda, colocando su pantalón por el camino, escala hasta mi ventana y se despide de mí con un beso hambriento.

—Cuando acabe con esto vuelvo, ¿vale? —Pregunta con cariño, y yo asiento, aunque siempre que hay alguna emergencia, no puedo evitar ponerme nerviosa.

—Ten cuidado. —Susurro antes de que salte, me mira y sonríe.

Me quedo sola en casa, mamá tiene guardia en el hospital de veinticuatro horas, y ella llega a casa mañana al mediodía. Bajo a la cocina y cierro todas las puertas y ventanas con miedo, me niego a dejar nada abierto y que pase algo. Cuando he asegurado la casa, menos mi ventana, para que Sam pueda entrar, voy a la cocina para prepararme algo de comer, y dejar algo para cuando Sam llegase.

Estoy preparando filetes y patatas fritas, algo rápido y que sabe bien, cuando coloco la mesa, noto como alguien está detrás de mí, pero estoy tan asustada que no quiero ni girarme.

—Cariño. —Susurra Sam, y suspiro de alivio al girarme y besarlo con ganas. —Lamento haberte asustado.

—No pasa nada, ¿qué ha pasado con Bella Swan? —Pregunto preocupada, espero que esa chica esté bien, aunque no es de agrado de mis lobos porque sale con el vampiro Cullen.

—Bien, estaba en mitad del bosque con principios de hipotermia, pero lo bueno es que los Cullen se han ido. —Dice cogiéndome de la cintura para sentarme en su regazo, me estiro para coger mi plato y cenamos así, me encanta como no puede no tocarme cuando estamos en un sitio. —¿Hoy dormimos o jugamos a Caperucita?

Voy a responder cuando suena el timbre, me tenso nerviosa, no espero visitas, Sam me mira y pone su dedo sobre los labios para que guarde silencio. Se levanta y me mantiene en sus brazos, ya que, pese a ser un gigante, Sam tiene la agilidad y el acecho de los lobos y puede andar sin que nadie escuche. Mira por la mirilla y noto como se tensa, vuelven a tocar el timbre y dar golpes a la puerta.

Sé quién es, estoy asustada, pero por lo menos Sam está conmigo.