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Llegaron a la pequeña residencia del alto, el sol estaba por ocultarse, mientras afuera se hallaban esos chicos, aún entrelazados de las manos. Ambos chicos se veían con una sonrisa de oreja a oreja.

- Bueno, llegamos, cuídate mucho. Salúdame a DongMyeong, ¿Si?. -Viéndolo con una sonrisa-.

- Claro, cuídate. -Le sonrió-.

DongJu se despidió del pequeño rubio, su corazón latía rápidamente, expresando lo feliz que estaba de haber pasado tiempo con él, de haber nuevamente tocado sus manos. Quería tanto a aquel rubio, después de todo era la persona junto con su hermano que nunca lo abandonó y siempre estuvo ahí para él. Pasó de ser su mejor amigo a su amor secreto.

Cerró la puerta y se recargó en ella, sentía su pecho mientras tenía una sonrisa tonta en su rostro. Se sentía en las nubes, donde había visto un pequeño angelito llamado Yeo HwanWoong. Tan perdido andaba en sus pensamientos que no se percató de una risita, siguió el sonido de esta topándose con el propietario. DongMyeong lo veía desde la puerta de la sala, con una sonrisa, así marcando aquellos característicos hoyuelos.

- ¿C-Cuanto tiempo llevas ahí?. -Él menor bajo la vista, estaba avergonzado-.

- Siendo sincero, estoy desde que empezaste a sonreír como tonto enamorado. -Él chico alzó la vista para toparse con la sonrisa traviesa de su hermano, así sonrojándose-.

- ¡DongMyeong!. -Él castaño se cubrió su rostro, seguramente estaba rojo. Escucho como su hermano se acercaba a grandes carcajadas-.

- Aigoo~, ¿Por qué mi hermanito es tan tierno?, ¡te quiero comer a besos! -Sostuvo sus cachetes con sus manos, así apretándolos con cariño- ¿HwanWoong vino a dejarte?. -Sonrío-.

Él chico destapó su rostro y asintió frenéticamente, sus mejillas estaban rojas y abultadas, muy lindo. DongMyeong se lleno de ternura al ver tan emocionado a su hermanito, amaba tanto verlo así. Levantó su mano y empezó a acariciar sus cabellos castaños, pasaba estas tan delicadamente, no quería dañar a su pequeño. DongJu se dejó acariciar amaba cuando su hermano le entregaba mimitos, era tranquilizante.

- Ya veo, me alegra. Ven ya hice la comida. -Agarro su brazo y lo jalo al comedor. Él menor abrió completamente sus ojos al ver el banquete que había hecho su Hyung-.

- ¿Por qué hiciste tanto?, esto es más de lo que solemos comer. -Su voz sonaba sorprendida a lo cual hizo reír a su hermano-.

- Tenía ganas de cocinar, hoy salí temprano y quise hacerte algo rico. -Se sentó en una de las sillas y con su mano indicó que él también se sentará- Además hoy me dieron mi sueldo más el atrasado en el restaurante, sé que está semana no hemos podido comer bien por la falta de dinero. -Cuando vio que su hermano iba a hablar lo interrumpió- Se que me dijiste que me lo gastara en mí pero... quise gastarlo en esto, después de todo, cuidarte es mi prioridad como hermano mayor. Si lo hubiera gastado en mi, ¿Qué clase de hermano sería?, no, prefiero gastar en ti. -Pico con los palillos su tazón de arroz-.

DongJu sintió sus ojos arder, las lágrimas estaban por aproximarse, su Hyung se había esforzado mucho. Estos últimos dos años habían sido difíciles para ambos hermanos, pues el abandono de su madre fue un fuerte golpe para ambos. DongMyeong tuvo que trabajar para poder cuidar de su pequeño hermano, así metiendose de mesero en un restaurante, aveces siendo maltratado o mal pagado. Con lágrimas ya resbalando por sus mejillas se sentó junto a su hermano, así empezando a comer. Este solo lo veía con ojos amorosos y acuosos mientras acariciaba su mano que se hallaba en la mesa.

- ¿Está rico?. -Preguntó de una forma tan cálida que hizo sollozar al chico-.

- Está rico... muy rico, muchas gracias DongMyeong. -He ahí estalló en lágrimas, él mayor se paró y empezó a acariciar su espalda-.

Los gemelos DongDong~.                                  「 CyaDong 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora