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✧.*ೃ༄Salió de los vestidores con aquel característico y elegante uniforme, yendo directamente a las mesas, empezó a tomar los pedidos con aquella característica sonrisa. Era conocido en su trabajo como "El solecito de Evans" el nombre del restaurante. En el local sonaba el bullicio de las familias y parejas que se encontraban ahí. Muchas de estas eran conocidos para el castaño, ya que casi siempre venían los de siempre.
El olor a comida abundaba por todo el lugar, el olor era agradable, lo más seguramente estaba rico, él castaño se paseaba con las órdenes, caminando apresuradamente entre los clientes con sus platillos listos. Cuando los clientes estaban tranquilos y degustando de sus alimentos, de ves en cuando se detenía a platicar un rato con Jun. Este se hallaba recargado en él mostrador, comiendo plácidamente de una paleta de fresa. DongMyeong se acercó a él juguetonamente, como casi siempre solía hacerlo.
— Hoy salimos temprano, ¿Quieres pasar a la casa?. A tu madre le encantaría un poco de mi Kimchi. -Recargando su cuerpo sobre él mostrador mientras su cabeza se acomodaba en el brazo del alto. Este solo sonreía-.
— Claro, a mamá le encantaría. -Volteó a verlo con aquellos ojos llenos de amor como de tristeza-.
— Tranquilo, saldrá de esto tú madre, es una mujer muy fuerte. No dudes de ella. -Mientras le daba un pequeño y ligero puñetazo en su brazo-.
— No lo hago.
Se separaron con una sonrisa, ambos estaban para el otro, cada uno era el pilar del otro, ambos se necesitaban, si no se derrumbarían. Prosiguieron con su trabajo, se oía la campana del restaurante, así indicando la llegada de otro cliente. DongMyeong corrió rápidamente, haciendo una pequeña reverencia a los clientes.
— Ugh, no hagas eso, me da asco. -Dijo un chico de ojos almendrados entre risas, mientras otro chico alto le daba pequeños golpes-.
— No seas grosero. -Lo regaño-.
— Oh, chicos. -Saludó a sus nuevos clientes, amigos de su hermano. KeonHee y SeoHo- ¿Vienen solos?. -Buscando con la mirada a cierto castaño y cierto rubio-.
— DongJu y HwanWoong no vienen Hyung, solo somos nosotros, vamos a pasar. -Sonrío mientras jalaba al chico hacia unas mesas-.
Él castaño solo sonrió, fue directo a Jun a decirle que a él le tocaba ahora atender, el otro a regañadientes fue. Las cosas en el restaurante eran muy aburridas y cansadas, sin que se dieran cuenta ya había llegado la noche, era hora de volver a casa. Se dirigió a los vestidores así colocándose su ropa habitual, espero a su gran amigo afuera mientras bebía un pequeño juguito que dejaron uno de sus clientes.
— Acabe, vamos. -Dijo un alegre Jun mientras daba pequeños brincos-.
— Vamos entonces.
Caminaron por las calles de Seúl que se hallaban algo vacías por la hora en que salían, ambos riendo por cada cosa que decía el contrario. Así llegando a la casa del menor, abrió la puerta y fue directo a su sillón, Jun se quitó los zapatos y entró tranquilamente a la casa, viendo que todo estaba muy ordenado y con un olor a galletas, como el de su amigo.
Unos pasos rápidos se escucharon del piso de arriba, el alto se asomó viendo por las escaleras a un pequeño DongJu corriendo a toda velocidad a él. Este se aventó a sus brazos, en ese momento Jun agradecía tener buenos reflejos, ya que pudo cargar al chico. Este chillaba de emoción en sus hombros.
— ¡Hyung!, lo extrañe demasiado. -Separandose así viéndolo correctamente- ¿Por qué la otra vez no entro?.
— Hola pequeño. -Acariciando sus cabellos ondulados- Tenia cosas que hacer. -Acercándose a su oreja le susurró- Además, si entraba tú hermano me mataba.
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Los gemelos DongDong~. 「 CyaDong 」
RomanceKiWook estaba completamente enamorado de aquel hermoso chico. Son DongJu, un chico amable, cariñoso pero muy tímido. Solía verlo a la lejanía, ya que los nervios lo carcomían cuando estaba cerca de él. Pero un día él chico de cabellos rizados se arm...