POV Cami
Acabo de despertarme y veo a mi madre a mi lado. En cuanto nota que la miro se mueve enseguida y me abraza.
-Mamá estoy bien, no me he muerto. A todo esto, ¿Dónde está Mati? -Mi madre suspira y me mira preocupada, no entiendo nada. Intento levantarme pero ella me lo impide y me vuelve a colocar bien.
-Cariño se que esto va a ser difícil para ti pero... Matías ha tenido un accidente de coche mientras venía hacia aquí. -Miles de lágrimas empiezan a recorrer por mi rostro, todo esto esta pasando por mi culpa. Doy fuertes golpes a la almohada.
Soy una estúpida.
-Cariño vas a hacer daño al bebé, por favor basta. Date una ducha y vamos al hospital. -Asiento aún entre lágrimas y me ayuda en todo.
Después de media hora al fin estoy lista para ir a ver a mi amor, me tengo que disculpar... Soy una idiota de verdad...
Luis maneja tan despacio que me pone de los nervios, no se que intentan ocultarme pero me voy a enterar antes o después.
Nada más llegar me bajo y corriendo voy a la ventanilla a pedir información.
-Buenas noches, busco a Matías, ha tenido que llegar de urgencia por un accidente de coche. Soy su novia. -La chica me mira con tristeza y me indica su habitación.
Cojo el ascensor y me dirijo a la cuarta planta la puerta 35. Me paro en la puerta y suspiro hondo, no se que le voy a decir primero...
Después de meditarlo creo que ya lo tengo. Abro la puerta entrando de espaldas y cierro con cuidado. Al girarme mi cara se descompone...
Mi querido Mati tiene la cara llena de sangre, los vendajes también. Un montón de tubos alrededor. ¿Acaso alguien lo cuida?
-Mati mi amor, ya veo como estas pero tu no te preocupes que ahora mismo arreglo todo esto. -Él no me puede responder y eso hace que mi corazón se parta en dos... Entre sollozos salgo fuera y llamo a nuestro médico privado, le voy a trasladar sea como sea.
Antes de dar a llamar llega un médico.
-Señorita me han indicado que es la esposa del señorito Matías... él ha sufrido un accidente bastante grave que lo ha dejado en coma, no sabemos cuánto tiempo estará así.
Otro problema más grave es que él lo más seguro, es que no vuelva a caminar...
-Mira señor, no me venga con tonterías mi novio se va de aquí ahora mismo. Ya estoy llamando a mi médico. -Le ignoro completamente, como me puede decir semejantes burradas. No puedo parar de llorar, aquí nadie me ayuda, todos son unos incompetentes...
Nuestro médico me dijo que va a ser complicado trasladarle pero que ellos harán todo lo posible por ayudarle. Me siento al fin un rato que mis piernas no aguantan más.
En ese momento llegan Luis y mi madre, justo a los que no quiero ni ver.
-Cariño, ¿Qué tal estás? -La miro con desprecio, ella tenía que haber hecho todo lo que yo estoy haciendo.
-Mamá vete a casa y tú Luis con ella. No os quiero ver a ninguno. Los dos sabíais perfectamente que estamos por una sanidad privada y que mi amor aquí no pinta nada. Aquí ni se han molestado en cambiar sus vendajes, en limpiar su cara...
No se como sois tan incompetentes. Luis mañana os quiero ver a todo el personal a las doce de la mañana en el salón, se acabaron las tonterías. Mira a ver si esto si que sabes hacerlo. -Luis agacho la cabeza y se fue, mi madre se iba a acercar a mi pero la paré en seco, no quiero estar con ella. Los dos se van y hundo mi cabeza en mis manos, no puedo parar de llorar...
Después de unos minutos alguien me abraza y siento como que también llora.
Al levantar la cabeza me encuentro con Ana, la hermana de Matías. Las dos nos quedamos abrazadas llorando...
-Aquí están mis dos chicas, ya basta de llorar, los médicos ya están en la entrada para recoger a Matías. Nosotros ahora mismo nos vamos a cenar. Ninguna va a decir nada de nada, vamos. -Las dos sonreímos y cada una agarra un brazo a Abraham. Él es el mejor cuñado que puedo tener, es un amor. Siempre me ha ayudado, hasta a venido de compras para el bebé, le quiero mucho.
Nos subimos al coche, iremos al restaurante más cercano al nuevo hospital.
Por el camino ninguno dice nada, parece que nos hemos quedado sin lengua.
-Cuñadita, ese bebé tiene hambre. -Los tres reímos y nos adentramos en el local. Les dejé pedir por mi, necesito ir al baño.
Mojo mi cara y me peino suavemente, parecía una loca. Me río por mi estúpido pensamiento y me dirijo a la mesa.
-Bueno aquí viene la mejor cuñada, espera. -Abraham se levanta y me retira la silla, las dos nos reímos, que majo es no me cansaré de decirlo.
-Gracias Abrajam, se que para Izan serás un buen tío. -Él me guiña un ojo y yo me río. -Ana, tu eres de gran ayuda y lo siento por todo lo que esta pasando tu hermano... Es por mi culpa.
-Ey, nena no digas eso. No es por tu culpa, han estado registrando las cámaras y por lo visto alguien a entrado a propósito contra su coche. -Me quedo boquiabierta, quien será ese cabrón... Agarro fuertemente mis puños, me da igual clavarme las uñas, esta noticia hace que me hierva la sangre. Alguien nos quiere hacer daño, cada ve lo tengo más comprobado.
-Chicos, lo siento mucho de verdad y gracias por seguir a mi lado. -Los dos me dedican una sonrisa y nos ponemos a cenar. No puedo dejar de pensar en todo lo ocurrido, alguien esta siguiendo nuestros pasos y yo debo averiguar quien es...
Intento comer lo más deprisa posible para ir a ver a mi amor, para estar a su lado y cuidarle...
-Cuñadita tranquila, como el postre despacito y saboréalo, ahora vamos a ver a tu príncipe azul. -Los tres reímos, tiene razón debo relajarme un poco. Si ni siquiera se que le voy a decir cuando le vea, me siento culpable...
Nada más acabar el postre los tres nos dirigimos al hospital. La chica de la recepción ya me conoce así que se levanta y nos dirige a su habitación.
Planta dos, habitación 6. De todas maneras, lo apuntaré en mi móvil para que no se me olvide.
-Entra tu primero, luego ya vamos nosotros dos. -Me dan un fuerte abrazo y me armo de valor para poder verlo...
Nada más entrar, veo unos vendajes blancos, la cara limpia al igual que el camisón. Así me gusta verle. Me acerco a su cama pero... las palabras no me salen. Me derrumbo y me apoyo en su pecho, lloro sin parar.
Mati mi vida, te necesito a mi lado, necesito que veas nacer a tu chiquitín... No puedo parar de llorar, esta situación me supera, no se que hacer...
Necesito un milagro.
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Mi ángel salvador, Cami&Mati
RomanceSegunda parte del libro: Raptada y vendida al mayor mafioso