Me tumbo en la cama a su lado y me abrazo a él. Me duele mucho que no me responda, me de caricias, me toque la tripita y hable a su hijo...
Ahora mismo siento que hay algo que me falta, que sin ello no puedo vivir...
Poco a poco me voy quedando dormida apoyada en su pecho, quiero de nuevo a mi Mati, no puedo perderlo...
A la mañana siguiente...
Me despierto ya que alguien no para de removerme. Poco a poco abro los ojos y me encuentro con una enfermera.
-Buenos días señorita perdón por molestarla pero tenemos que hacerle varias pruebas y cambiar vendajes. Podrá venir a verle después de comer. -No me salen las palabras asi que asiento con la cabeza y me voy...
Miro mi reloj y observo que son las once de la mañana, en una hora tengo que desayunar y ducharme para después tener una buena charla con el personal.
Salgo y cojo un taxi, paso de llamar a Luis, él es un incompetente al igual que los demás. Estoy muy enfadada, saben que estoy embarazada y en vez de ayudarme me complican más las cosas.
Al llegar a casa todos se me quedan mirando pero ni uno es capaz de acercase y decirme nada...
-Quiero ahora mismo de desayuno. -Todos empiezan a correr como locos, no me le he comido, de momento.
Me traen mi batido y unas crepes con chocolate. No puedo parar de pensar que mi Mati no volverá a caminar... miles de lágrimas se deslizan por mis mejillas, no puedo pararlas.
-Auu Izan por favor estate quieto. -Las patadas de Izan hacen que me cueste respirar, este niño es muy inquieto. Me quedo sentada un buen rato hasta que por fin decide parar, respiro hondo y me subo a la ducha.
Cada día me cuesta mas subir los escalones, creo que voy a empezar a usar la habitación de abajo.
Al cabo de media hora ya estoy duchada y vestida. Me miro en el espejo y no puedo evitar pensar que ahora mismo estaría Mati diciéndome lo gorda que me veo.. Una risilla nerviosa se me escapa.
Al bajar me encuentro con todo el personal en el salón. Me alegro de que al menos en esto hagan caso, ya era hora.
-Buenos días a todos. Como ya saben Matías esta en coma en el hospital. La gran parte del tiempo estaré allí a su lado. No voy a permitir ni un solo fallo por parte de nadie. La casa deberá de estar limpia a todas horas, no quiero ver ni una mancha. En cuanto al jardín, están todas las hojas tiradas, eso debe desaparecer hoy mismo. Los guardaespaldas, me teneis contenta. No sois capaces de ver quienes están detrás de nosotros, nuestra vida corre peligro y os da igual. NO QUIERO GENTE INCOMPETENTE EN ESTA CASA. Esta mañana he llegado y nadie ha sido capaz de saludar. ESTO ES INACEPTABLE. Si alguien no está de acuerdo con las normas, que se vaya ahora mismo. -Miro a todos pero nadie se mueve del sitio. -Quiero que sigáis trabajando pero hacerlo bien, que yo no puedo mas del estrés que llevo encima. Para cuando Matías se despierte todo tiene que seguir igual, ahora soy yo la que manda. NO QUIERO MAS FALTAS DE RESPETO. -De tantas voces el pequeño Izan esta asustado porque no para de moverse. Alguna lagrima se me escapa pero hago como que me encuentro muy bien.
-Quiero que me preparen la habitación de abajo. Luis llévame a casa de Ana. -Sin decir nada más cojo mi bolso y salgo de casa. Espero que sean conscientes de mi enfado y hagan las cosas bien.
Las patadas de Izan no paran y me estoy poniendo nerviosa. Creo que estos estados de ánimo le están afectando... Con ambas manos sujeto mi barriga, parece que va a salir en cualquier momento y no puede ser. Debe esperar a su padre.
Al llegar a casa de Ana me bajo del coche sin decir nada y toco el timbre.
-Hola cuñada, ¿Cómo estás? -Le doy un abrazo y empiezo a llorar. Ella me abraza más fuerte y me mete dentro de casa.
Nos dirigimos al salón y me sienta en el sofá.
-Ana no puedo más... soy una estúpida, gracias a toda esta situación estoy tan mal que esta afectando al pequeño Izan. -Ella apoya sus manos en mi barriga e intenta tranquilizarme.
-Cami tu tranquila que Abraham y yo estamos aquí. -Apoyo mi cabeza en sus piernas y ella acaricia mi pelo. Poco a poco me voy quedando dormida, ella es la única que me entiende y me da paz.
POV X
-Genial Matías está en coma, justo como yo quería. -Miro a los demás y todos me aplauden. Entre todos hemos hecho un buen trabajo, ahora solo nos queda ella. El será el problema más difícil porque es muy lista; Matías en cambio es un tontito.
-Señor, si se sigue llevando tantos disgustos por lo general debería de tener el bebé antes y Matías no estará ahí. -Le observo y me doy cuenta de que tiene razón. Enseguida cojo un papel para ir apuntando las ideas, este plan tiene que salir más que perfecto.
Todos van dando ideas de como hacer para quedarnos con el pequeño Izan, se que esto les dolerá mucho y eso me encanta.
Ellos se merecen todo esto y más.
POV Cami
Entro en silencio a la habitación de Matías junto con Abraham, Ana se ha tenido que ir a la oficina.
-Hola mi amor, ¿Qué tal estas? -Se me parte el alma verle así y no obtener ninguna respuesta por su parte... Abraham me abraza y yo lloro apoyada en su pecho. Se que le duele verme así pero no puedo con esta situación, justo a ocurrido cuando más le necesito...
-Cuñada, por favor no llores más vas a hacer daño al bebé. Tranquilízate, tu eres muy fuerte, eres de las mujeres más fuertes que conozco. Seguro que nos están vigilando y les encanta verte en este estado... -Le observo mientras me doy cuenta de que lleva razón, que tonta soy les estoy dando el placer. Me doy una bofetada mentalmente y acto seguido seco mis lágrimas. Le doy un beso a mi Mati y me siento a su lado.
-Abraham, ¿Nos das unos minutos? -Él asiente, le da un abrazo a Mati y antes de irse posa un beso en mi frente. Espero a que se cierre le puerta y suspiro hondo. -Amor... me duele el alma verte asi, no obtener una repuesta de tu parte, no tener abrazos ni mimos, pero... soy fuerte y juntos pasaremos esta situación. No te preocupes que izan esta bien. -Cojo su mano y la apoyo en mi tripa. Ante ese tacto Izan empieza a moverse mucho, ya se da cuenta de que es su papá. Alguna lagrima se me escapa de la emoción. -Lo siento por estar mal, pero tu no te preocupes que eso va a cambiar, me voy a encargar de encontrar al culpable y hacerle pagar. Te quiero mucho mi amor, pronto estaremos juntos. -Le doy otro beso y un abrazo. Le miro una última vez y salgo de la habitación.
-¿Qué tal? -Corro y abrazo a Abraham, él me corresponde y así nos quedamos un rato corto.
-Gracias por tus palabras, tienes razón, no deben verme así. Ahora quiero pedirte unos favores... -Él me mira y me sonríe. Le sigo, iremos a su casa, esto no se puede hablar aquí.
Queridos lectores siento mucho la tardanza, pero me fue imposible actualizar. Ahora estoy muy bien y actualizaré muy seguido. Gracias por la espera, un saludo.
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Mi ángel salvador, Cami&Mati
RomanceSegunda parte del libro: Raptada y vendida al mayor mafioso