4

649 42 15
                                        

(Cajas de regalo)

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

(Cajas de regalo)



Sorpresa



_________________________________


Heidi se encontraba desayunando junto al abuelito, lo mismo de siempre, pan de Dörfli con el típico y casero queso y leche de sus cabras. Pero esta vez le habían agregado unas nueces que la muchacha había juntado días atrás.

Días atrás, esperando una respuesta de Clara. Cada vez se hacía más larga la espera, ya que la ansiedad era tanta que la joven no podía pensar en otra cosa.

El ruido de muchos cencerros la sacó de sus pensamientos. Se levantó rápidamente para encontrar a su amigo y preguntarle:

—Alguna carta? —dijo ya agitada por alcanzarlo.

—Buenos días para ti también—dijo Pedro.

—Lo siento. Buenos días—dijo Heidi respirando más calmadamente.

—Traje una carta, pero no creo que debas leerla—dijo Pedro, Heidi hizo una mueca confusa.

—¿Qué? Por qué? —preguntó.

—Tendrás que verla más bien—dijo Pedro y dió un fuerte silbido, la confusión de Heidi aumentó pero desapareció totalmente cuando vió una rubia cabellera asomarse.

—¡No puede ser! —gritó con emoción.

Corrió hasta los brazos de su mejor amiga quien llevaba una maleta en una de sus manos.

—¡Sorpresa! —dijo Clara igual de contenta—Oh, te has emocionado...

Heidi tenía sus ojos llorosos cuando se separó de Clara, ambas juntaron sus manos sin poder creerlo—Te extrañé mucho.

—Y yo a ti—dijo Clara mientras se acumulaban un par de lágrimas de felicidad en sus ojos también. Pedro contemplaba la tierna escena con una sonrisa en su rostro.

Ambas amigas decidieron no subir con Pedro a la pradera, tenían muchas cosas de que hablar. Lo harían de inmediato luego de ponerse al día. Se encontraban en la mesa que estaba debajo de los abetos, almorzando.

—Bueno niñas, las dejo. Dormiré una siesta—dijo el abuelo levantándose de la mesa.—Buen provecho.

—Gracias abuelito—dijeron al mismo tiempo, los tres rieron y el abuelo se fue hacia la cabaña.

—¿Y bien? Que era eso que tanto tenías que contarme? —preguntó Clara bajando un poco la voz.

—No es tan interesante. Pero espera, quiero que tu me cuentes sobre tu tío y mi tía. Qué coincidencia, no? —dijo Heidi.

Mountain | Heidi&PedroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora