–Escuche, eh... señorita. No sé porqué se está imaginando cosas tan extrañas, pero es un mal entendido, no sería capaz de hacer... esas cosas con Kokichi contra su voluntad.
Aunque, probablemente, tampoco lo haría ni con consentimiento.
–¿E-eh? ¿P-p-por qué eres tan caballeroso de repente?
Por algún motivo, esta mujer tuvo un momento bipolar y parece otra persona. Estaba avergonzada y hasta apenada, casi parece una persona normal.
–T-tu amiguito aún no se levanta, ¿Por qué coqueteas conmigo?
–¿Eh? Pero yo no-...
–¡Ah! ¡Entiendo! Caíste en los encantos de la fantástica Miu Iruma, ahora todo tiene sentido.
–Si me dejase hablar-...
–¿Qué hago? El enano se va a enojar conmigo por haber robado a su hombre, oh, es un triángulo amoroso digno de mí.~
El detective se asustó bastante cuando empezó a abrazarse a sí misma, murmurando cosas similares a una trama de telenovela con ella de protagonista. Por lo menos, eso sirvió de ayuda para que Shuichi le quitase esa arma, colocándola lejos de esta chica.
Así de paso también despegaba su cuerpo del ajeno.
–Uh, bueno, Iruma-san. -Tiene que detenerla ahora, sino, a saber qué puede pasar.- ¿Qué relación tienes con Kokichi? Pareces... parecías muy preocupada por él... de alguna manera.
–¿Uh? Digamos que trabajamos juntos, en... uh, no tengo porque decirte dónde solo porque me tengas ganas.
Ah, cierto, se supone que no conoce el estado criminal de su novio.
–B-bueno, en ese caso, puedes sentarte y esperarlo.
Tomó a la chica por los hombros, ignorando un poco la extraña reacción de esta, para proseguir a sentarla en el sofá.
–Traeré café, ¿Bien?
–Eso de invitarme un café es declarar abiertamente tus intenciones masculinas, al parecer tienes buen gusto, Tontohara.
Si le preguntasen ahora mismo porque no ha disipado su extraño romance imaginario, es porque teme lo suficiente por su vida como para enfrentarse a las consecuencias de eso.
En fin.
Espera que Ouma regrese pronto, hay varias cosas aquí que debe responder y aclarar.
(...)
El dictador dejó caer su mochila en la entrada de la casa de Saihara, la cual tenía varias cosas propias, pero lo importante no era eso.
Veía una escena bastante desagradable e inesperada.
Shuichi estaba tratando de apartar el cuerpo de la inventora sin éxito, mientras esta abrazaba su cabeza de tal forma que lo aplastaba en su gran busto.
La verdad, no dejó tiempo a que reaccionaran, pues Kokichi ya había pateado a Miu lejos del sofá y de Saihara.
Como Ouma no era como una asquerosa tsundere de anime, tenía su enojo dirigido hacia esta mujer y no hacía su novio.
Obviamente.
Aprende algo, Louise.
–¡¿Qué demonios estás haciendo, perra asquerosa?! ¡Creo haberte comentado mis intenciones con este hombre!
–¡N-no es mi culpa que mi encanto sea tan grande!
Ahora fue cuando el detective tuvo que sostener a su pequeño novio, no necesita cargos de homicidio ahora mismo, ni nunca.
–¡Enójate verbalmente, Kokichi! ¡Verbalmente!
–¡Al diablo lo verbal, no perdonaré esto!
Al final, los débiles brazos de Shuichi que no sirven demasiado contra el pequeño pero atlético cuerpo de Ouma, se terminó liberando.
Fue un completo descontrol, pero por fortuna terminó sin homicidios. El amante de la panta de uva la echó cuál pero después de unas cuántas patadas de rabia, que parecían no ser algo nuevo.
Ahora mismo están en la del más alto, siendo este último quien con abrazos y besitos en su rostro intenta calmarlo a mimos.
–Hmph. Jamás le perdonaré esto, si hubiese mantenido ese caliente culo suyo en la base pudo haberme visto y ya, pedazo de idiota.
–Ya pasó, Kokichi, me salvaste a tiempo.
–Ese no es el punto, tonto.
Aún en su berrinche, se aferró al pecho de Shuichi en el abrazo que mantenían.
Al ver que sus pechos se unían sin ningún problema preguntó lo siguiente.
–¿S-seguro que no te gustan los pechos grandes? O los pechos en general.
–¿Eh? ¿Pero qué dices?
–Irume tiene unos enormes senos de puta, y también Akamatsu tenía unos lindos medianos.
Nótese cómo cambia el vocabulario al referirse a una persona u otra.
–Pff, no tengo ninguna preferencia especial, no tienes que preocuparte por eso.
–¿De verdad? Últimamente te gusta tomar mi papel de mentiroso, no sé si creerte.
De un momento a otro, y con mucha suavidad, Shuichi recostó a Kokichi contra el colchón. Quedó él encima, acariciando con cuidado los coloridos botones de su ropa.
–Puedo mostrarte que también me gustan bastante los pechos planos.
La uva cambió de color, siendo una bastante roja, aunque por la vergüenza del momento no notó que Saihara probablemente estaba más rojo que él.
Dicho esto, creo que no necesito decir que hicieron esta tarde y parte de la noche juntos.
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El caso del "Líder Supremo" {Saiouma}
RandomNunca ha sido extraña la existencia criminal en la ciudad, sin embargo, el Líder Supremo no era solo un criminal más del montón. El Líder Supremo era un mentiroso, un estratega, un ladrón y un... ¿Asesino? Un criminal que no se ha podido capturar, p...