Las últimas semanas han sido convertidas en rutina, Kokichi y Shuichi en la casa de este último simplemente compartiendo vida hogareña. Parecían casados y prácticamente no se separaban, ya que Ouma no tenía una "casa" propia como tal y Saihara vivía solo.
Pero no pudo durar mucho tiempo, ya que el detective sigue estando activo pese a ya no estar incluido en el caso de su novio, quien sigue haciendo lo que le da la gana. Su trabajo no es siempre tan sofisticado, aveces solo lo llaman por adolescentes rebeldes que quieren asustar a sus padres, ancianas con sus gatos y, muy de vez en cuando, objetos perdidos.
Esa podría ser la diferencia entre él y Kyoko Kirigiri, aquien seguramente no la llaman por cosas así.
Pero lo pasa ahora es de vital importancia, pues, el pelimorado anda de pucheros.
Saihara, quien siempre es llamado por su tío aún no retirado, tiene que salir seguido a atender pedidos o papeleo que no puede tener en su propia casa. Se siente aburrido y necesitado de atención, ya que siempre se las arregla para que su pareja le cumpla sus caprichos.
–¿Otra vez vas a salir? Pensé que ya hiciste tu trabajo en la mañana.
Y hablando del tema.
–Lo siento, Kokichi, pero de repente se amontonaron pedidos de objetos perdidos. -Dejó salir un suspiro, no porque le cuesten mucho, pero le cansan tantos consecutivos.- Prometo llegar a la noche, ¿Bien? No quemes la casa y no le abras a extraños.
Calló la queja que se venía de su pareja dándole un beso, disfruta tratarlo como un niño, es muy relajante ver a Ouma enojado.
Tras esa escena, Shuichi se marchó, dejando otra vez a Kokichi solo.
–Bueno, si se irá a trabajar, supongo que yo debería hacer lo mismo, nishishishi.~
Por supuesto que el trabajo de Kokichi es bastante más perverso, pero así podría visitar a sus compañeros y subordinados, hace mucho que no los ve y no necesita que lo den por muerto bajo ninguna circunstancia.
Eso sí, no tiene demasiadas ganas de encontrarse con cierta rubia molesta, pero no podrá evitarlo.
(...)
Saihara regresó agotado, y no precisamente por el trabajo, sino por su clienta tan desesperante. Sin embargo, no regresó a casa, sino a la oficina de su tío retirado que ahora le pertenece. Dejó su inseparable gorra en la mesa, procediendo a sacar su teléfono para verificar que su pequeña pareja no haya hecho nada extraño, o por lo menos nada demasiado grave.
Sin embargo, sus movimientos fueron detenidos por una sensación fría y metálica en su nuca, y esa sensación le hizo darse cuenta rápidamente de lo que era.
Era un arma.
–Buen chico, ahora regrésalo al bolsillo, tenemos que tener una pequeña conversación, pequeña mierda molesta.
La voz era definitivamente de una mujer, una bastante... bueno, nerviosa para lo que está haciendo. Guardó soltando un suspiro su teléfono, y colocándose nuevamente su gorra.
A saber en qué problema se acaba de meter.
–¿Quié-...?
El detective fue interrumpido, literalmente, por un enorme par de tetas que lo presionan contra su escritorio a parte del arma de fuego. Y Saihara se quedó en blanco, ¿Qué rayos acaba de suceder?
Esta chica lo empujó hacia la mesa, reteniéndolo contra esta presionándole su busto de gran tamaño y lo demás del pecho, por no olvidar la pistola para que no piense en moverse.
De no ser porque no quiere pensar en eso, esto parecería un intento de violación bastante preocupante, y sinceramente prefiere que sea un robo.
–Bien, tienes suerte de poder tener tan cerca a una mujer con tetas tan grandes, idiotive Saitonto.
No hace falta decir que no puede decir nada, no porque tenga cuidado, sino porque su mente está en blanco. Está mujer vulgar es demasiado extraña y no termina de entender lo que quiere. Su pelo es de un rubio pálido y bastante despeinado, sus ojos azules y su ropa es provocante de que no la mire.
No puede evitar ruborizarse, pero la verdad es que no siente nada en particular por tener su pecho tan cerca, lo que le hace preguntarse si se debe a que esta chica no le interesa para nada o es porque su novio actual es Kokichi.
Hablando de este último, recuerda que es varias llamadas a él se escuchaba a una mujer muy mal hablada hasta el punto de ser graciosa, aunque Ouma siempre le colgaba.
¿Será esta chica? Aunque no tiene ningún punto de relación en el que basarse.
–Antes de que tú amiguito responda a mis gloriosos atributos de mujer, dime, ¿Dónde tienes al maldito enano? Habla. -La rubia cambio de expresión a una más de enfado.- ¿Lo tienes cautivo? Ya no mantiene llamadas conmigo tras avisar que te vería, además de que nunca volvió, ¿Acaso lo tienes como esclavo sexual? Si es así, para ser un detective tienes la moral en el culo.
...
Y ahí está su punto de relación.
¿Ahora qué diablos se supone que debe hacer?
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El caso del "Líder Supremo" {Saiouma}
DiversosNunca ha sido extraña la existencia criminal en la ciudad, sin embargo, el Líder Supremo no era solo un criminal más del montón. El Líder Supremo era un mentiroso, un estratega, un ladrón y un... ¿Asesino? Un criminal que no se ha podido capturar, p...