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–¿Y bien? ¿No le dirás nada a este lindo a-se-si-no?

Kokichi se vio obligado a seguir hablando, pues pasaron un par de largos minutos sin que Shuichi dijese nada, más bien atascado en la expresión que tendría alguien que acaba de ver un fantasma.

–¡Di algo de una...! ¿Eh?

Se vio abruptamente interrumpido ante la nueva imagen ante sus ojos, pues Saihara había empezado a llorar de repente sin dejar escapar ningún sonido, lo que lo hace bastante perturbador. No solo era eso, estaba temblando como si su reacción se hubiese retrasado, porque así es.

–C-calma, Shuichi, no es para tanto.

El dictador intentó calmado de esa forma tan mediocre, pues esto lo tomó desprevenido, si bien una de sus suposiciones era que Shuichi se entristecería, esto no era lo que esperaba en absoluto.

–¡¿Qué no es para tanto?! ¡¿Estás loco?! –Su ajeno de menor estatura fue tomado por los hombros, con algo de fuerza, pero no estaba tan descolocado como para hacerle daño.– Dios... ¿Por qué eres tú? No sé qué hacer...

–¿No lo sabes? Supongo que aún tienes un mínimo de detective, ¿Me vas a entregar? Solo necesitas mi nombre después de todo.

–Como si fuese tan fácil, Kokichi...

–Pero si lo es, solo tiene que ir y...

–¡No es fácil para mí! ¿Entiendes eso? ¡No puedo solo ir y decirles a los oficiales que eres tú, meterte en una celda y no verte nunca más! Agh, ni siquiera quisiera pensar lo que te harían ahí con tu bello rostro, Kokichi.

El líder supremo, sin saber qué responder a eso, no pudo evitar ruborizarse ante esa declaración hacia su rostro.

–¿Te pone triste no verme más?

–¡Por supuesto! ¿Que acaso no fue muy obvio? ¿O acaso también eran mentiras tus comentarios sobre lo malo que soy disimulando?

–¡Oye! ¡Aquí el molesto soy yo, excusa de detective con cara linda!

–¿Sigues con eso? Aunque es obvio, ¡Si te fuiste corriendo sin que te pudiese explicar meneando tus finas caderas sin ninguna pena!

–¡Pues que sepas que no eran mentiras, eras adorable mente obvio y hasta te quería mordisquear!

–¡Pues yo no creo que tú, él o lo que sea matara a alguien! ¡Solo no tenía sentido y mucho menos siendo tú, tienes un corazón demasiado tierno como para matar a nadie!

Se quedaron en silencio, mirándose con el ceño fruncido y gruñendo, sin darse cuenta de que más que pelear estaban coqueteando. Tras unos segundos Shuichi, para variar, se dio cuenta primero.

–¿S-soy adorable? No me hubiese importado que me mordisquearas, aunque conociéndote seguro dolería.

Ouma se ruborizó casi tanto como Saihara, casi, porque nadie le gana en eso a la tetera hirviendo. Dejó de mirarlo con una vergüenza demasiado inusual en él.

–O-obviamente, pero eso que dices de mi corazón no es cierto, soy un ser de pura maldad, por eso soy un dictador.

Shuichi se echó a reír, eso sonó tan falso que le resultó tanto gracioso como adorable, aligerando el grueso ambiente de hace unos momentos. Kokichi hizo pucheros, pero sonrió al ver que su ajeno ya no estaba llorando, y aprovechando el momento se abrazó a su pecho.

Se quedaron así un pequeño rato, la situación sigue siendo confusa, pero por lo menos ya no habría malentendidos de por medio.

–Bueno, esto es lindo y todo, pero va contra mis principios disculparme.

–Entonces te perdono.

–Pero si no te pedí disculpas.

Acto seguido, vio cómo Shuichi susurraba algo en un volumen demasiado bajo como para escucharlo, se notaba que era a propósito ya que lo miraba fijamente.

–¿Uh?

–You forgive me?

–¿Qué? ¿Me perdonas?

–Seguro, pequeño. –Y aprovechando la cercanía, que provocó adrede, besó su naríz.–

–¡Oye, eso es trampa!

–¿Qué? Mi talento no es solo para misterios, puedo permitirme estas pequeñas estrategias, además solo te devuelvo la jugada.~

Recibió en respuesta una sacada de lengua de lo más infantil de parte de Kokichi, sin embargo, este se rio poco después.

–Bien, te cedo la victoria, pero mi venganza será terrible.

–La estaré esperando, entonces.

–¿Y bien? ¿Qué harás conmigo, estratega? Aún debes decidir si entregarme o no.

–Antes de eso, necesito cumplir una promesa, Kokichi.

–¿Uh? ¿Una promesa?

–Ajá, y mejor lo hago rápido antes de que me acobarde otra vez.

Sin esperar respuesta, ya que de verdad debe aprovechar sus momentos de valor, tomó a Ouma de las mejillas para darle un beso bastante suave. Y como respuesta, este se apegó al abrazo para recibirlo.

Era un beso sencillo, en el que apenas movían ligeramente sus mandíbulas. Ninguno tenía mucha experiencia pese a que Saihara ya haya teñido novia y Ouma ser Ouma, aún así este último besaba mejor. Sin embargo, lo que nadie se esperaba es que Shuichi contuviera la respiración más tiempo, por lo que Kokichi fue quien tuvo que cortar el beso.

–Supongo que debo aprovecharte mientras tienes valor, Detective.~ Nishishishi.~

Siendo el más alto quien no se lo esperaba esta vez, le dio otro beso más esta vez abrazando ligeramente de puntillas su cuello. Siendo este beso también cortado por la falta de aire.

Sin poder hablar, ahora fue Saihara quien inició uno nuevo, abrazando la pequeña cintura del ajeno.

Créanme, siguen muchos besos más, y no todos serán por turnos.

Créanme, siguen muchos besos más, y no todos serán por turnos

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El caso del &quot;Líder Supremo&quot; {Saiouma}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora