Capítulo 5, Temporada 1

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Pensamientos del Amo

"Domesticar es crear vínculos. ¿Crear vínculos?

¡Interesante!

Si solo se conocen bien las cosas que domesticamos, para que sea absoluta y verdaderamente mía, he de domesticarla.

¿Y cómo habré de lograrlo?

Teniendo paciencia, mucha paciencia. Más de la que no pensé verme forzado a imprimirle a ningún asunto, jamás.

Ese es el verdadero poder del dinero.

Pero está bien. Yo puedo darme el lujo de esperar, no ira a ninguna parte.

Llegará el día en el que el rumor de mis pasos la llamaran a

mi encuentro, en vez de hacerla ocultarse bajo el edredón.

No soy para ella aún más que un hombre igual a otros tantos y no me necesita. No más que un prisionero a su guardián.

Pero si la domestico, tendrá necesidad de mí. Seré único para esta zorrita, único en el mundo.

¡Yo seré tu único Amo!"

Las horas fueron eternas, pero el tiempo se paralizo al oír el sonido de un timbre. Su amo se encontraba al otro lado de la puerta, no podía verlo u oírlo pero si sentirlo.

Al verlo entrar olvido por completo que no debía verlo a los ojos, no podía despegar la mirada de su rostro sereno.

—Buenas noches—saludo él.

—Buenas noches, mi amo—le contesto y su expresión cambio a una de complacencia.

—Exactamente. Así debes responder... pero no desde ahí— dejo el carrito a un lado y cerró la puerta, dio unos pasos hacia adelante—Ven aquí—Dafne sentía aprensión a lo que pudiera ocurrir, pero ya había entendido que negarse sería peor, salió de la cama despacio y fue a su encuentro— Te indicare la posición en la que debes colocarte para esperarme y recibirme, tan pronto como oigas sonar el timbre.

Ella asintió.

— ¡Arrodíllate!— le indico señalando el suelo con el dedo índice— Sin juntar las rodillas. Las manos en tus muslos con las palmas hacia arriba. Tu boca no debe cerrarse—Dafne iba siguiendo sus indicaciones con cuidado y espió su expresión buscando su aprobación—No me mires—interpuso su mano—Así es como debes aguardar a tu amo— coloco su mano sobre su cabeza— ¿Tienes hambre?

—Sí, mi amo.

—Comeremos. Pero asearte parece ser la necesidad más imperante en este momento.

Si, estaba más que consciente que estaba muy sucia y maloliente. ÉL le ofreció su mano para incorporarse.

—Te bañare antes de cenar— ¿qué? ¡Bañarla! Él iba a desnudarla y a tocarle los más recónditos rincones de su cuerpo.

Todo su cuerpo entro en estado de crisis, quería huir, negarse, rogar que no lo hiciera. Pero el recuerdo de la paliza mato todos esos impulsos.

—Ve a preparar la bañera, mientras yo sirvo la comida—le ordeno.

Dafne corrió al baño, vio la hermosa bañera estilo victoriano y abrió los grifos. ¡Estaría desnuda, totalmente expuesta a su mirada! ¿Qué podía hacer?¡Piensa, Dafne, piensa! Alcanzo a ver unos frascos de gel de baño, se encendió una bombilla en su cabeza, no podría verla a través de una gruesa capa de burbujas sobre el agua. Vertió el contenido en la tina, junto al chorro para hacer mucha espuma. Hasta metió las manos con los dedos separados y los movió frenéticamente para acelerar el proceso. En eso la encontró su Amo:

Crónicas de mi Amo, Hijo segundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora