30 días y una vida - OhmFluke

Capítulo 5

FLUKE

Ya es la una de la mañana y yo sigo editando la sesión de fotos de esta tarde. Me esmero más de lo habitual. Ohm es definitivamente el modelo perfecto. Las fotos parecen tener vida propia. No puedo dejar de admirar su belleza inusual, mi corazón traicionero sigue saltándose un latido cada vez que lo veo. No puedo estropear esta especie de amistad que estamos forjando, él no necesita un novio, necesita curarse y que alguien lo cuide hasta que sus heridas cicatricen.

Mi corazón late de frustración, desde Earth nadie me había hecho sentir así, pero ahora mismo yo y mis tonterías no es lo importante, tengo que guardar esto que estoy empezando a sentir y centrarme en mi objetivo principal.

Decido irme a la cama, nada bueno va a salir de que siga pensando en Ohm. Es curioso cómo pueden cambiar las cosas de un momento a otro.

El sueño reparador no quiere venir a mí. Siempre duermo como un tronco, no sé qué me pasa hoy, mañana tengo sesión de repostería con Ohm y eso me tiene nervioso. Joder estoy en un problema bien gordo.

OHM

Esta noche no puedo dormir, desde que conozco a Fluke no he tomado las pastillas que me dejan K.O. en dos segundos.

Miro el reloj de la mesita y son las dos de la mañana. Estoy deseoso de acudir a la clase particular de repostería con Fluke. No quiero estropear esta amistad nuestra, ahora todo es natural y fácil porque solo somos eso, amigos.

No es el momento de decirle que no me hacen falta treinta días para darme cuenta de que él me ha devuelto las ganas de vivir. Quiero su absoluta atención para mí. Soy egoísta lo sé, pero necesito este tiempo para saber qué hacer con mi vida, al fin y al cabo un trato es siempre un trato.

Además, no tengo nada que ofrecerle, mi corazón está muerto y no podría jamás hacerlo feliz. No de la manera que él, definitivamente, se merece. Con estos pensamientos me quedo dormido pensando en sus dulces ojos cuando cocina.

FLUKE

Me levanto con dolor de cabeza, como si estuviera de resaca. Esta noche fue muy rara, no conseguí dormirme hasta las 3 de la madrugada y mi sueño fue liviano e inquieto. Ohm no sale de mi mente, aunque intente echarlo con todas mis fuerzas, es muy frustrante.

Me preparo un desayuno ligero de frutas, cereales y café, mucho café para funcionar medianamente bien.

Miro mi despensa por si me falta algún ingrediente para el pastel de chocolate. Lo tengo todo excepto la vainilla. Cojo un papel y le escribo a Ohm que fui a comprar, que pase dentro y me espere unos minutos. Lo cuelgo de la puerta y salgo rumbo al pueblo.

Entro en el pequeño comercio de repostería y le pregunto a la empleada por la vainilla. Me recomienda llevar vainilla en rama y algo de esencia natural. Le hago caso y me llevo las dos. De paso compré un café muy bueno que probé el otro día, será perfecto para acompañar el pastel.

Regreso con mis compras deseando ver a Ohm y cocinar con él. ¿Está mal esto que me pasa, Earth?, le pregunto como siempre que necesito un consejo. Sé que él no dejaría pasar la oportunidad de amar a alguien con todo su corazón, él era así, siempre sincero consigo mismo. Pero esta vez no puedo hacerle caso, mi prioridad es hacer que Ohm ame de nuevo la vida, no que me ame a mí. Y con esto en mente llego a mi cabaña.

OHM

Llego a la cabaña de Fluke y me encuentro con una nota escrita con su bonita caligrafía, me encanta como termina el mensaje con un corazón dibujado en la esquina.

Obedezco a la nota y entro a esperarle. Se respira tranquilidad y sosiego aquí, es como Fluke suave y acogedor. Pongo música desde mi móvil en la columna que hay en la esquina del salón, es música clásica que me encantaba y que hacía bastante que no me paraba a apreciar.