30 días y una vida - OhmFluke

Capítulo 14

OHM

El taxi para enfrente de una casa de dos pisos con un gran jardín. Este barrio parece ser muy bueno, con un buen ambiente familiar. Todavía no sé quién es la persona que va a ayudarme, pero necesito convencerla de que me diga dónde está Fluke.

Toco el timbre y espero a que alguien me conteste, al poco rato una mujer de mediana edad con el pelo negro y largo me abre la puerta. Sus ojos son lo de Fluke, marrones, grandes y expresivos, estoy seguro que es Nim, su madre.

— ¿Puedo ayudarte?— me pregunta amablemente, y yo veo a Fluke en ella perfectamente.

—Señora Natouch, soy Ohm, espero que Fluke le haya hablado de mí— le digo con algo de esperanza en mi voz.

— ¿Ohm, el chico del resort?— me pregunta extrañada.

—Eso es, ese soy yo—le respondo con una sonrisa.

—Pasa por favor, no te quedes ahí— me dice mientras se aparta para dejarme entrar.

Entro en su casa que es preciosa, acogedora y espaciosa. La madre de Fluke me lleva al salón donde me invita a sentarme en el sillón que preside esta habitación.

Veo mil fotos de Fluke y de su hermano Phom, a él lo vi una vez en la playa con su amigo el tatuado. También veo fotos de otro chico de mirada alegre y sincera. Parecen felices en todas ellas.

—Es Earth, sé que Fluke te ha hablado de él— me dice su madre cuando se percata de que estoy mirando las fotos del aparador.

—Así es, me ha hablado mucho de él, parece un hombre asombroso y Fluke lo ama mucho— le contesto.

—Lo amó con todo su corazón, hasta pensé que jamás se recuperaría de su pérdida. Hasta que me habló de ti. Hace años que no había visto ese brillo en sus ojos— me comenta.

—Yo también lo amo, es por eso que estoy aquí— le explico necesito hablar con él.

—No quiere ver a nadie, ni siquiera a nosotros— me dice.

—Señora, no sé qué ha podido pasar, un día estamos hablando de vivir juntos y al otro me abandona con una nota, necesito que lo explique o me volveré loco— le explico con toda la sincerad que puedo.

—Fluke tiene cáncer—me mira y espera mi reacción.

— ¿Qué? ¿Desde cuándo? ¿Cómo está?— mi cerebro procesa los acontecimientos, necesito saber todo de una vez, creo que mis piernas no me van a sostener y me siento de golpe en el sofá.

—Cuando colapsó en la playa el médico le dijo que tenía que hacerse algunos estudios porque al hacerle una radiografía habían visto una masa en su hígado— me explica.

— ¿Y qué han dicho esas pruebas?— la interrogo.

—Es cáncer de hígado, lo han operado y está con un ciclo de quimioterapia. Los doctores dan buen pronóstico, pudieron extraer la mayor parte del tejido canceroso y creen que la quimio será suficiente para que se recupere— acaba de explicarme todo y suspira con alivio. Supongo que no ha tenido mucha oportunidad de hablar con alguien de esto.

—Entonces hay esperanza para su vida— le digo más para mí que para ella.

—Así es, pero es su actitud la que me tiene preocupada. Está empeñado en pasar por esto solo. No quiere que estemos con él y pasemos el infierno que pasó con Earth— me cuenta y una lágrima sale de sus ojos que lucen bastante cansados.

—Necesito hablar con él, dígame donde está por favor— le pido cuando de repente un sonido proveniente de la puerta de entrada nos llama la atención.