Reggie no apartaba la vista de mí ni un segundo, sus ojos seguían cada movimiento que hacía encima del escenario.
Llegó un momento en el que temía estar haciendo el ridículo pero justo en ese instante el chico me sonrió y leí de sus labios "Eres increíble"
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No pude evitar sonrojarme.
Al terminar la actualización me acerqué a la barra, por el camino recibí felicitaciones a las cuales yo respondía con un simple "Gracias", mi mente estaba en el chico que servía las bebidas.
- ¿Qué quieres? La casa invita.
- Puf, ahora mismo necesito un chute de energía.
Reggie no se movió, parecía estar barajando opciones. Finalmente dio un paso hacia mi haciendo que el espacio entre nosotros fuera casi inexistente y me besó.
Una corriente eléctrica recorrió todo mi cuerpo de punta a punta. Eso sí que era un chute.
Cuando nos separamos intentó descifrar mi expresión, nunca había visto a Reggie preocupado después de haber besado a alguna chica.
No sabía qué decir, así que hice lo único que mi cuerpo me pedía y volví a besarle. El chico se relajó y rodeó mi cintura con sus brazos. Sus labios eran dulces y solo me hacían querer más. Cuando lo notó sonrió.
- Tranquila fiera, todavía me queda trabajo.
Y volvió a la barra no sin antes darme otro beso intenso.
