The secret of the sea》KookV

veintitrés

Aviso de la autora: ¡Hola!, como ya habréis visto en las notificaciones de Wattpad, el día 6 de octubre la plataforma quedará inactiva unas horas. Por miedo a que tumben la cuenta o alguna de mis historias, he creado una cuenta de respaldo ( kimfxk), os dejaré el arroba abajo. Allí podréis encontrarme en el caso de que pierda la cuenta, y subiré allí las historias.

CUENTA DE RESPALDO: kimfxk 

Como siempre, gracias por apoyarme. ¡Espero que os guste el capítulo!

▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ 

Taehyung despertó a la mañana siguiente de forma pesada, sentía un cuerpo cerca del suyo, proporcionándole un calorcito reconfortante, le hacía sentir lo suficientemente cómodo como para no querer salir de esa cama en años.

Se revolvió, y en cuanto sintió el tirón de su piel en su espalda, contuvo un jadeo y se volvió a dejar caer, con un pesado suspiro, acordándose de que aquellas heridas iban a tardar un poco más de la cuenta en desaparecer. Entreabrió los ojos, medio molesto por aquello, encontrándose con que el capitán le miraba ladinamente, estaba tumbado de lado, con un brazo apoyado sobre la almohada y la palma de su mano sobre su mejilla. El fantasma de una sonrisa graciosa estaba en sus labios, de forma sarcástica.

—¿Qué?—inquirió Taehyung, con sorna, medio dormido.

Jungkook rio por lo bajo, acercándose a él. Al parecer, le resultaba divertido ver cómo Taehyung apenas podía moverse.

—Buenos días a ti también—respondió, buscando sus labios, dándole ese despertar dulce que tanto necesitaba—. Has dormido del tirón.

—¿Has estado mirándome?—preguntó, tímido, con las cejas alzadas.

El capitán se lo confirmó en cuanto curvó aún más sus labios hacia arriba, mostrando sus dientes.

—Eres demasiado tierno cuando duermes.

Taehyung se mordió el labio inferior de forma discreta, sintiendo su pecho burbujear, invadido por las ya conocidas mariposas, que revoloteaban en su interior de forma desordenada. La sirena apenas tuvo que rogar por un beso, pues pronto los labios del capitán volvieron a buscarle, cálidamente y con cierto cuidado, como si las heridas estuviesen justo en esa zona. Taehyung, completamente inmóvil, dejó que Jungkook le mimara durante un buen rato con besos, caricias cuidadosas y dulces palabras al oído.

Quién le iba a decir que una persona tan cascarrabias como él podía llegar a ser así de gentil cuando estaba con Taehyung.

Le trataba como una bola de cristal, le ponía en lo más alto de un pedestal para adorarle como era debido.

Incluso si Jungkook amaba a Taehyung con la más honestidad de su corazón, sabía que nunca iba a ser suficiente, porque Taehyung era, simplemente, etéreo, mágico y rebosante de una vida demasiado preciosa. Él, en sí, era hermoso. Y Jungkook le dejó muy en claro que era lo mejor que sus ojos podían haber encontrado en toda su maldita vida, cuidándole de esa forma tan grácil y sensible.

Por desgracia, el capitán tuvo que romper su propia burbuja al cabo de unos minutos, tras devorar a su persona favorita.

—Tengo cosas que hacer, pero volveré a verte en cuanto acabe—musitó sobre sus labios, para acto seguido levantarse de la cama y comenzar a vestirse—. Sé que eres un culo inquieto, pero sáltate el entrenamiento de hoy. Además que Hoseok y Yoongi no querrán que te levantes de aquí y te pongas a dar saltos, ¿de acuerdo?