The secret of the sea》KookV

veinte

Aviso de la autora: este capítulo contiene escenas explícitas +18, por lo que es un poco más extenso que el resto de capítulos.

Espero que os guste 🖤

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Esa noche, tras la ronda de besos, Jungkook dejó que Taehyung se marchara a dormir. Aunque ambos sabían que probablemente iba a ser un error separarse, querían tomar las cosas con calma. Así que cuando Taehyung llegó hasta su litera, se tumbó en ella boca arriba y se llevó las manos al pecho, a la altura del corazón, suplicándole que se tranquilizara.

Ni siquiera se había percatado de que Jimin ya estaba acostado en la litera de arriba, y en medio de su confusión y estado enamoradizo por el capitán, como si fuera un adolescente, la cabellera del oficial apareció tras el filo de su cama, quien miró a Tae desde lo alto, con el fantasma de una sonrisa en sus labios.

—Oigo cómo deseas reírte desde aquí, TaeTae—musitó, conteniendo una carcajada, y la sirena se tapó el rostro, avergonzado—. ¿Crees que cabré si bajo contigo?—inquirió.

Taehyung le dio el visto bueno, y permitió que Jimin bajara hasta su litera, para acostarse con él. Estaba claro que el pirata se moría de curiosidad y ternura, apenas había tenido tiempo para estar a solas con su amigo, y dado que éste parecía estar en las nubes, dudaba mucho que tuviera ganas de dormir.

Jimin se acurrucó a su lado, conteniendo una risa, al igual que la sirena.

—A ver, cuéntame, porque te juro que pareces un adolescente entrando en la edad del pavo—bromeó el oficial en un susurro, y Taehyung le dio un sonoro golpe en el hombro.

—No seas estúpido—respondió, avergonzado, y suspiró profundamente. Se sentía lo suficientemente despierto y con ganas de hablar de cómo su corazón palpitaba con fuerza en su pecho—. Es solo que...no lo sé, es raro pero al mismo tiempo me gusta. Si...si hubiera sabido que me iba a sentir de esta forma, tal vez hubiera tenido menos miedo de hacer que Jungkook recordase.

—Tenías tus motivos—dijo Jimin, torciendo el gesto.

—Y los sigo teniendo, aún tengo miedo por él—Tae agachó su cabeza, jugueteando con sus dedos, muy cerca de su amigo—. No tengo el control, todavía no, y eso me asusta. Y Jungkook parece tan tranquilo...como si realmente no le importase que sea un potencial peligro para él. Le quiero, por muy estúpido que parezca, y ver que no me teme es...desconcertante.

—No es estúpido para nada, Taehyung—interrumpió Jimin—. No podemos controlar lo que sentimos, y según por lo que explicaste, enamorarte de un humano para ti es prácticamente inevitable. Jungkook es paciente porque también te quiere. Puede...que no empezarais con buen pie, creo que los dos erais igual de cabezones, pero en el fondo sabía que el capitán no pretendía ser de esa forma. Además, recuerdo que apenas se impresionó la primera vez que llegaste al barco. Todos nos quedamos patidifusos, pero el capitán, por alguna razón, no lo hizo.

—Porque inconscientemente, ya me conocía—admitió Taehyung, y Jimin asintió.

—Puede ser, pero a parte de eso, Jungkook es muy bueno ocultando sus emociones. Pero contigo es...diferente; no trata de ocultar nada o al menos ahora, y eso me gusta. Supongo que estoy feliz por él, por vosotros.

Taehyung esbozó una tímida sonrisa, mordiéndose levemente el labio inferior.

—Aún tenemos muchos que avanzar—musitó—. Pero me da miedo perder el control, como aquella vez.