El camino hacia la playa duró más horas que el de ida, pero aun así el grupo estaba satisfecho, en parte por haber conseguido el mapa de Mao Kun, y por otra, porque la vida de Taehyung no corriese peligro. Cuando llegaron a la playa, el Raven Tail le esperaba a lo lejos, imponente y precioso como siempre, y un bote fue a recogerlos a la orilla.
Taehyung se mojó los pies, teniendo esa sensación en su pecho, aquella que ahora podía controlar en su mayoría, esa que le daba la libre elección de transformarse o permanecer en su forma humana. Jungkook le miró expectante, como si estuviera esperando a que la sirena le pidiera ir él en su forma natural hasta el barco, pero Tae no dijo nada y se montó con ellos en el bote, porque no se sentía preparado para que el resto de la tripulación le viera.
Por supuesto, se sentía orgulloso de lo que había conseguido, simplemente prefería dejarlo para otro momento.
Cuando llegaron al barco y subieron por la escalinata hasta la cubierta, todos los piratas les esperaban con ansias, y en cuanto aparecieron uno por uno, les dieron la bienvenida como era de esperarse. Hubo abrazos y palmas en la espalda, grandes sonrisas porque, a pesar de que solo había sido una semana, la tripulación no solía separarse, sino que siempre permanecían unidos contra viento y marea.
Taehyung apenas puso un pie en la cubierta y un cuerpo enorme y formido le rodeó por la cintura y lo levantó del suelo un par de centímetros, para achucharle como si fuera un oso de peluche. El peli azul contuvo el aliento y se agarró fuertemente por los hombros, mientras soltaba una carcajada.
—¡Oh por Barbanegra! ¡Te he echado de menos, sirenita!—Valdus le abrazó con toda su fuerza vikinga, y Taehyung soltó una estrepitosa carcajada.
El cocinero lo dejó en el suelo a los segundos, y Tae le sonrió mostrando sus dientes, en una sonrisa cuadrada.
—Me alegro de verte, Valdus—admitió, sintiéndose muy cálido por dentro. Entonces se percató del parche de su cara, y torció el gesto levemente—. ¿Cómo está tu ojo? ¿Te duele?
—No es nada, chico, solo una fea cicatriz, pero no duele—contestó, de forma tranquila. Apenas parecía afectado por haber perdido uno de sus órganos—. ¿Ves? Ya no estoy enfermo.
Taehyung sonrió ampliamente.
—Yo tampoco estoy enfermo.
—¿Huh?—Valdus alzó las cejas, confuso—. ¿A qué te refieres?
—Ya lo verás, amigo—le dijo, simplemente, antes de ser abordado por otro pirata.
Poco a poco, todos le saludaron como a uno más, se alegraron de verle e incluso le agradecieron que hubiera ayudado tanto tras la última batalla. Todos le agradecieron su preocupación, e incluso por haber atendido al capitán. Taehyung respondió que no había sido nada, y que le hubiera gustado haber sido de más ayuda.
Saludó a Hak, a quien se atrevió a hablarle con naturalidad, pues antes de marcharse no había hablado demasiado con él, ya que prefirió dejarle a solas para que sufriera su duelo. Pero Hak parecía ahora más animado, arropado por su tripulación. Después de acercarse a Tae, fue hacia el capitán, y Jungkook, aún apenado por la ida de uno de sus hombres y amigos, abrazó a Hak, mientras la decía una cosa al oído. Taehyung vio cómo el mercenario tragaba saliva, intentando reprimir que sus ojos se volvieron cristalinos, y cuando se separaron, Hak agachó la cabeza, agradecido.
Aún si la sirena se sintió curioso, no tuvo tiempo de preguntar nada por una pequeña figura lo abordó desde atrás, encorvándole la espalda y asustándole.
—¡TaeTae, has vuelto!
Scarlett le sonrió desde su altura, y a pesar de que había pasado solo una semana, Taehyung creyó que la niña había crecido unos cuantos centímetros.
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The secret of the sea》KookV
Fanfic❝Una sirena, un barco pirata y una carrera contra reloj por la inmortalidad❞ Cuando un barco pesquero sufre el ataque del pirata innombrable, Jungkook es rescatado de las profundidades del mar por una fuerza extraña. Quince años más tarde, se ha con...