La sorpresa de Timothée no fue menor al ver a la rubia, tan flamante y excéntrica como siempre, parada con los brazos cruzados mientras esperaba que el rizado saliera por la puerta del instituto.
Se acercó tímido e inseguro, sin saber si era lo correcto saludar a la chica. Habían pasado un par de meses desde que rompieron cualquier tipo de contacto y volver a verle causaba una gran variedad de sentimientos que no sabía cómo explicar, y no porque aún sintiera amor hacia ella, sino que quería saber que había sido de su vida y si al fin había salido de aquel círculo de violencia al que estaba sometida.
- Minnie - la llamó una vez que estuvo al lado de la joven - Que gusto volver a verte - le sonrió.
- ¡Oh, por Dios! - chilló la rubia, al ver que a quien andaba buscando estaba justo a su lado.
Se fundieron en un abrazo grato, de esos que te cortan la respiración y te dejan sin aliento. Era cómodo sentirse nuevamente en los brazos del otro como en los viejos tiempos, donde sin importar la hora ni el día, ambos corrían presurosos a su encuentro para así poder conselarse hasta que el corazón dejara de sentirse apenado y atrapado en el sueño tormentoso que les arrebatada la vida.
- ¿Cómo has estado? - preguntó Timothée, incapaz de contener la alegría que se expandía en forma de una linda sonrisa en su rostro. Le alegraba de sobremanera saber sobre ella, y esperaba que todo en su vida hubiese mejorado.
- Excelente - habló la rubia, quitándose los lentes de sol - Terminé con Jim - sonrió, porque había sido todo un logro para su corta vida.
- ¡Lo sabía! - exclamó el rizado, causando que Minnie soltara una carcajada.
- Y ahora estoy comprometida con Mike - añadió orgullosa mientras mostraba el anillo brillante en su dedo anular.
- ¡Felicidades! - sonrió Timothée, dejándole saber la felicidad que le causaba el saber que su vida había mejorado.
Ambos jóvenes volvieron a fundirse en un abrazo, tan cálido como el verano que los vio crecer y renacer. Se habían extrañado más de lo que ambos estaban dispuestos a admitir, porque el orgullo y la prolijidad de ese amorío destinado al fracaso, les cegaba el sentido común. Sin embargo, luego de estar alejados por meses, ese cariño mezquino hizo aparición de la forma más pura y real, recordándoles que siempre estarían el uno para el otro, sin importar el tormento del pasado.
Rose Jean conversaba alegremente junto a Noelia, quien no paraba de citarle largamente la poesía que debían aprenderse para la clase de literatura. Mas, se detuvo abruptamente cuando sus pies cruzaron el umbral de la entrada de la escuela, cambiando su semblante alegre a uno serio. Miró a los jóvenes que hablaban sin parar, felices y amorosos, abrazos por aquí y abrazos por allá. No quería mal pensar la escena, pero sabía que Minnie podía ser la causa por la que Chalamet no estuvo dispuesto a continuar esa noche, en donde las aletargadas caricias susurraban anhelantes el deseo que llevaban escondiendo por meses. ¿Acaso había vuelto con Minnie? No lo sabía, y pese a que quería averigüarlo, no estaba dispuesta a preguntárselo, ya que las palabras de Steve retumbaban una y otra vez, alertándole de que fuese cautelosa y no se dejase llevar por sus emociones. Suspiró, para luego volver a su caminata, ignorando a la pareja que conversaba alegremente. Ya tendría tiempo para pensar en cómo hablar con Timothée, y por ahora prefería concentrarse en la poesía que Noelia no paraba de recitar.
- Tim, necesito hablar contigo - habló Minnie, totalmente seria. Su semblante había cambiado y sus músculos parecían tensarse a medida que pasaban los segundos.
- ¿Qué ocurre? - preguntó el rizado, sin entender lo que intentaba decirle, ya que hasta donde el sabía no tenían temas pendientes que atender.
- Es importante - sonrió de manera forzada, para así relajar un poco el ambiente - ¿Te gustaría ir a comer algo?
Timothée asintió y lentamente comenzaron una silenciosa caminata que no duró mucho. El silencio se había interpuesto entre sus resilientes corazones, y de pronto nada pareció ser realmente importante. El asunto que quería tratar la rubia debía ser hablado con cautela y calma, nada de dejarse llevar por el momento, ni mucho menos por la fidelidad que habían pactado en silencio.
Llegaron a un local pequeño y oscuro en donde vendían comida china, se sentaron en uno de los asientos más alejados de los demás comensales y antes de comenzar la charla que los mantenía inusualmente nerviosos, pidieron el menú del día.
Minerva, tan celestial como siempre, cruzó sus piernas por debajo de la mesa para luego dejar caer su cuerpo en el respaldo de la silla. Se encontraba nerviosa, porque no sabía cual sería la reacción del rizado ante tan insólita noticia, que podría marcar una gran diferencia en un futuro no tan lejano.
- Hace unas semanas estaba en un fiesta... - comenzó a hablar, mientras jugaba con el cole que enrollaba su muñeca derecha - ...y vi a Steve ... - suspiró, rompiendo el contacto visual para así mirar como sus finos dedos se enredaban con el elástico - ... estaba vendiendo droga. Cocaína para ser más específica - determinó finalmente, aun incapaz de devolverle la mirada al rizado.
Sin embargo, la respuesta incrédula y exagerada, clamando por más detalles, jamás fue emitida. Lo único que salió de la boca de Timothée fue una sueva carcajada que se perdió en el choque de platos y cubiertos que anunciaba la llegada de su pedido.
Minnie le dio una mirada aletargada, sin entender por qué su reacción había sido tan tranquila, casi sarcástica ante un tema tan serio, como lo es el consumo de drogas. Miraba como su ahora amigo, comía con rapidez el arroz vaporoso y húmedo, queriendo escapar de una realidad tortuosa. O al menos eso creía, ya que pese al poco tiempo que pasaron juntos, aprendió a leer sus gestos con bastante facilidad. Chalamet era un sujeto único en su especie y sensible como él solo, lo cual causaba que algunas situaciones lo pusieran tan incómodo que de alguna manera su cuerpo gesticulaba lo que por su mente estaba pasando.
- Pensé que era otra cosa - habló finalmente, antes de darle un largo trago a su té negro.
- ¿Lo sabes? - preguntó algo descolocada, mientras dejaba sus cubiertos a un lado.
- Hasta Rosie y su madre lo saben - respondió, dejando caer su cuerpo en el respaldo de la silla. De pronto, la comida se había vuelto fría y un tanto amarga.
- Oh - fue la única expresión que salió de los labios de la joven.
- Es una mierda, ¿verdad? - rió sin gracia. La tensión del ambiente comenzaba a cesar.
- Sí - asintió, moviendo su cabeza - Si hay algo en que pueda ayudar, por favor, dime. Tú sabes que aprecio mucho a Steve - sonrió inevitablemente, ya que los recuerdos del verano jamás se irían de su mente.
- Gracias - dejó salir una dulce sonrisa, para luego sentir como la cálida mano de Minnie apretaba la suya.
El resto de la comida pasó rápido y tranquilo, sin sobresaltos ni euforia. Recordaron el regocijo del verano que los envolvió en clima paradisiaco, que los ayudó a ambos a olvidar por al menos unas horas los problemas que los aquejaban. También hablaron de como la vida les había cambiado en unos meses, y de como Minerva había podido salir con éxito del circulo vicioso de la violencia, el cual, lamentablemente, muchas veces sus padres avalaban, cegados por el dinero. Pero, ahora estaba bien, feliz y satisfecha, tal cual siempre había deseado.
La noche cayó elocuente sobre sus cuerpos mientras caminaban hacia la despedida final, pese a que ambos sabían que volverían a encontrarse nuevamente. Se abrazaron por última vez, y Timothée comenzó su camino de regreso a su hogar, no sin antes esperar a que el prometido de Minnie llegara a recogerla.
El paso nocturno arremetía su pecho sobresaltado, especialmente cuando una linda chica de rizos negros apareció entre sus pensamientos. Necesitaba hablar con ella y contarle todo lo que estaba sintiendo, para dejar de lado el miedo infundado que no le permitía avanzar en el sentimiento que aún se mantenía prisionero, pese a que Rose le había dejado más que claro con sus acciones, que ella sentía lo mismo que él.
nueeevo capítulo! perdón si hay algún error gramatical, pronto lo corregiré jeje
muchas gracias por leer! no olviden dejar sus votos de comentarios! 💜
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Pursuit of happiness // t.c #1
FanfikceUna noche bastó para que un corazón se rompiera y el peso de un cuerpo cayera inerte sobre la acera. ¡Se prohíbe la copia total o parcial de esta obra! #1 trilogía Happiness