katsudeku one-shots

En cuatro♡

Izuku midoriya era esa clase de chicos que se sentaban hasta el fondo. Que le daba vergüenza levantar la mano en clase por todos los escenarios pendejos que se inventaba en su mente. Se sonrojaba y sentía que su corazón se saldría de su pecho, cada vez que alguien le decía un cumplido, por mas tonto que sea.

Era un chico introvertido. Y más que eso.

Cuando katsuki se le declaró, sintió como su alma dejaba su cuerpo. Si, quizá solo era un pánic gay, pero aún así lo sintió de esa forma.

De alguna forma, y quiero decir que pasó más de un mes; acepto la propuesta de katsuki y comenzaron a salir.

Desde antes se sonrojaba al ver a katsuki. Aunque no se podía malinterpretar, siempre se sonrojaba por cualquier cosa. Cada vez que katsuki se "enojaba" (y lo digo entre comillas, por lo que lo único que quería era su atención) y lo arrinconaba en una esquina en un famoso "kabe-don", su rostro parecía estallar en mil colores. Tener el rostro de katsuki tan cerca del suyo, no era un privilegio que muchos podían gozar.

Nunca habían hecho nada. Nada muy interesante.

Si katsuki le decía buenos días, se sonrojaba y desviaba la mirada, evitando el comentario.

¿Que clase de relación era esa?

Amaba a izuku, y aunque que a veces/ siempre explotaba debido a los murmullos raros del pecoso, no podía evitar amarlo con locura.

Tenía que hacer algo, algo para hacer que su timidez se quedará atrás. Quizá fallaría, pero no perdía nada con intentarlo.

Llegaron todos al aula. Estaban sus compañeros levantados y hablando todos entre ellos, excepto el pecoso, quien parecía estar escribiendo en un blog. Estaba sumergido en aquel libro o cuaderno. Su mirada estaba totalmente fija en este mientras sacaba la lengua y apretaba los labios alrededor de está, escribiendo rápidamente quien sabe que cosas.

Katsuki se acercó a su asiento, lo que a deku le parecía normal debido a que se sentaba en frente suyo. Rápidamente extendió su brazo, tomando la muñeca de deku y arrastrandolo a algún lugar.

Las miradas de todos seguían pegadas a ellos hasta que cruzaron la puerta, siendo deslizada y cerrada al instante.

El pecoso sentía su cara arder. Katsuki nunca lo había tocado ni había tenido ningún contacto con su cuerpo, por mas leve que sea. No tenía problema con que lo hiciera... Pero era inseguro.

Le daba algo de nervios pensar que katsuki se burlaría de su sonrojado y apenado rostro. Sus enormes ojos y múltiples pecas tampoco ayudaban en su seguridad personal.

Ah, si. Regreso su mente hacia lo que estaba pasando en ese momento. Estaba siendo arrastrado hacia el patio de la escuela. Nadie nunca iba hacia ahí, lo que le hacía preguntarse "¿Que rayos quería hacer katsuki que nadie viera?, ¿Matarlo?, Mmm... Naa."

Llegaron al patio.

Katsuki empujó levemente al peliverde, dejandolo recargado en una pared oculta entre algunas máquinas expendedoras. Su expresión cambio rápidamente. El tierno rostro que siempre tenía al ver al pecoso, cambio por uno lleno de lujuria. Sus ojos rojos brillaban por el sol tras de el. Sus labios tomaron una posición relajada, esperando una respuesta por parte del chico bajo el.

Solo colocó sus manos en su propio pecho, escondiéndolas entre el saco que le quedaba grande. Su mirada se dirigió hacia arriba. Quizá su altura no tenía mucha diferencia, solo seis centímetros; pero al estar en esta posición hacia ver qué era mucho más alto. Los brazos fuertes de katsuki pasaron a los lados de su cabeza, mirándole hacia abajo.