want you back ✨Muke✨

Capítulo 10.

DÍA SIETE.

—Vamos a tener muchos niños, ¿sí? —. Preguntó Michael.

Ambos estaban recostados juntos en la cama individual del cuarto del teñido, mirando al techo con sus manos entrelazadas. Luke se sentía en calma mientras Michael se dedicaba a oler la colonia del mas alto.

—Yo digo que sí, si a todo lo que sea solo si es contigo, amor —. Contestó mientras dejaba un beso en la frente de Michael.

Sin siquiera pensarlo con seriedad, siendo dos adolescentes nada más ya se estaban prometiendo el amor incondicional entre muchas otras cosas juntos. Aunque fuera poco probable a oídos ajenos, para ellos eran promesas fuertes. No sabían lo fáciles que son de romper.

Estar en aquella corta edad era imposible saber e identificar que eran demasiado grandes y frágiles aquellas palabras.

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Luke se despertó y ya estaba en su habitación, las cortinas estaban cerradas y entraba apenas una muy escasa luz de afuera. Era tan oscuro y solitario como se sentía interiormente él mismo.

No deseaba levantarse, ni hacer absolutamente nada en esos momentos, de hecho, ni siquiera en los próximos días. Solo necesitaba dormir y olvidar. Pero, alguien tenía otros planes para él.

—¡Arriba, arriba, ya salió el sol! —. Exclamó Marco, perturbando su paz.

Luke se cubrió de nuevo con las sabanas.

—Guarda silencio, por favor —. Pidió con su tono ronco y algo apagado.

—He preparado un delicioso desayuno, perfecto para la resaca. Levántate, ¿sí? —. Si un suave golpe en el bulto que hacía el rubio bajo las sabanas.

Luke no pudo evitar sonreír sumergido en las sabanas, se asomó de su escondite y pudo ver a Marco saliendo de su habitación. Lo meditó solo unos segundos antes de soltar un suspiro y levantarse para ir al baño.

Pudo ver su rostro en el reflejo y la palabra que lo podía describir en esos momentos era "horrible". Lavó su rostro con ambas manos y luego de secarse salió para ir hacia donde había salido Marco, él solo olor a café lo hizo sentir el hambre que estaba aguantando.

—¿Qué es lo que has cocinado? —. Susurró mientras trataba de ver, paró de hacerlo cuando Marco le dio una mala mirada.

—Ve a sentarse, yo te diré cuando esto esté listo, ¿vale? —. Lo señaló con el cucharón de la cocina y le dio una tierna sonrisa luego.

Luke solo empezó a reír y entre una encogía de hombros, arrastró sus pies hasta la mesa del comedor. A los pocos minutos Marco volvió a aparecer en su campo de visión, llevaba en una mano el plato y en la otra una taza humeante.

—Para la resaca una deliciosas enchiladas y un café oscuro bien cargado —. Dejó todo enfrente de Luke. Este lo miro con cierta pizca de duda, entre las conversaciones que había tenido con este chef, sabía de algunas costumbres. Marco pareció darse cuenta así que le sonrió. —No las hice muy picantes, no resistirías tanto.

—Esta bien, voy a confiar en ti —. Dijo antes de probar un poco de su plato. Tenía un poco de picor, pero el sabor era increíble.

Por mas que causara un leve dolor en su garganta, no dejó de comer hasta dejar su plato completamente vacío. Marco tenía una sonrisa, orgulloso mientras comía de su plato igual.

—Te lo dije, ahora, ¿cómo te sientes?

Luke esperó hasta acabar lo que tenía en la boca y luego tomó algo de café.