Capítulo 11 (Extra 2)

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Y se encontraban allí los dos, sentados lado a lado en el borde de la cama con sus hombros rozándose con suavidad.

—¿Y ahora? —. Susurró Michael.

Luke sonrió, pero no le dijo nada, estaba distraído mirando como Michael no lograba apoyar los pies en el suelo directamente.

—No lo se Mikey, ¿qué quieres hacer? —. Sonrió.

Michael notó el tono con el que había hablado Luke, por lo que rodó sus ojos con una pizca de diversión.

—No voy a tener sexo contigo en casa de mis papás, Luke —. Aclaró con tono divertido.

Luke soltó una carcajada que contagió a Michael también.

—Mi plan ha fracasado entonces...

—¿Disculpa?

—¿Por qué crees que Billy se ha llevado a tus padres? —. Murmuró Luke, girando a ver, al contrario.

—Aún así no lo haremos, sería muy raro —. Michael frunció su nariz un poco, gesto que le encantaba a Luke.

—No hagas eso, puede que me excite y no te deje salir de esta habitación —. Murmuró en tono coqueto, acercándose a acariciar la regordeta mejilla de manera seductora.

—Pues tendrías que conseguirte otro novio, porque no te voy a entregar mi virginidad en casa de mis padres —. Cruzó sus brazos y Luke empezó a soltar una suave risa.

—Está bien Michael, no lo vamos a hacer. Créeme que voy a esperar el tiempo necesario y cuando llegue, créeme cuando te digo que no nos vamos a detener —. Beso aquellos rosados labios antes de darle tiempo a Michael de alegar.

—Ya lo veremos, solo cuando sea el momento.

El resto del día se la pasaron viendo películas entre algunos besos robados por Luke a Michael, algunas mirada y sonrisas atrevidas de parte de Luke, pero Michael no cambiaría su decisión.

Y no, no era porque no quisiera estar con Luke en la misma cama, sino que, aunque pasaran meses ya, lo sentía un poco fuera de alcance, demasiado precipitado. Confiaba en Luke, sabía que él lo esperaría y jamás le haría daño.

—Tengo hambre Luke, vamos por algo de comer —. Dijo con un pequeño puchero, pausando el tercer capítulo de la serie que ya se habían repetido un par de veces.

—Oh, pero esa es mi parte favorita —. Se quejó el rubio mientras hacía puchero.

—Ya, Luke, lo veras después... anda, levanta tu perezoso trasero y andando.

—Te encanta este perezoso trasero, no lo niegues —. Levantó ambas cejas.

—No lo hago, pero me encanta más cuando se mueve, así que vamos —. Y así ambos se pudieron de pie.

Salieron de casa de Michael y caminaron juntos hasta el local de comida rápida más cercano. Eran unos veinte minutos, pero no se quejaron, iban distraídos y tomados de la mano. Luke siempre tenía algún tema que sacar a la plática con Michael y este lo escucharía y se reiría probablemente de algún gesto. Siempre lo vería con amor y admiración.

Terminaron de comprar su comida junto a un par de cervezas, aunque después Luke insistiría en salir y comprar más. Así fue como ambos terminaron ebrios en aquel callejón. Estaban juntos y solo les importaba eso.

—Algún día, escúchame bien, Mikey —, sonreí mirándolo, soltando suaves hipos mientras estaban agarrados de la mano. —Algún día te llevare a la luna y caminaremos juntos siendo uno solo

Y él, a pesar de todo, le sonrió. Apreciaba tener a Luke ebrio diciéndole incoherencias, aunque este si estaba consciente de lo que decía y quedaría grabado en su memoria.

Era muy feliz en esos momentos, tenía una vida maravillosa, una familia increíble y un novio hermoso que amaba y lo amaba. Nadie podría arruinarle este momento, ¿verdad? 

want you back ✨Muke✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora