Isabel:
Los golpes que esta dando contra la pared el jefe del departamento de policía hacen eco en todo el hospital. Sus ojos están vidriosos y llenos de lágrimas que caen lento por su arrugado rostro, que en este momento refleja una enorme tristeza y dolor por su hija, por la asesora del departamento de policía, esa chica que ayer había venido por el caso de la pequeña que sufrió un infierno tan parecido al mio.
Espero que estos golpes, que esta escena tan dramática no la despierten. Los sedantes que la doctora Lenor Miller aplico en ella ya deben estar perdiendo su efecto, por lo tanto lo único que la mantiene dormida es el gran cansancio físico que debe tener.
A unos metros veo al doctor Wirz y a Luana entrar en la habitación de esta chica, seguramente se van a asegurar de que este dormida y que todo este bien.
Quien sabe en que puede terminar toda esta situación, la hija del jefe departamento de policía llego al hospital en un transe, con heridas por todo el cuerpo, con sangre en sus cabellos, moretones en los brazos que se notaban a simple vista. Y sin contar que repita una y otra vez lo mismo, "La casa de los Gratha, ella esta ahí". Repitió la misma frase hasta que la cedamos y tratamos sus heridas con cuidado, quien sabe si también sufrió abuso o algo similar. Por lo que me dijo la doctora Lenor no había señal de abuso sexual, ni moretones al rededor de sus partes. Solo tenia grandes heridas en el cuerpo, principalmente en la espalda y en las piernas, que no se notaban, pero tenia las plantas de los pies destruidas. Como si hubiese sido torturada con algún tipo de navaja, quizás así sea. En la espalda tenia cortadas largas y profundas que le dio mucho trabajo a el doctor Wirz suturar.
La anestesiologa Victoria estaba como loca, porque estábamos demorando mucho y el tiempo de la anestesia ya se estaba pasando; eso traería problemas no solo a Wirz, si no a todos. Que una paciente despierte en medio de una sutura seria todo un desastre desmedido.
Pero por suerte todo salio bien, las suturas se hicieron con éxito, los vendajes están bien puestos y ajustados para que no se muevan por más movimiento que tenga esta chica.
Recuerdo que durante la ocasión el doctor Wirz estaba actuando medio raro, y su cara tenia una cierta preocupación que poco muestra, como si estuviera al borde del llanto. Lo sé y lo note por su respiración lenta y fuerte que se oía en toda la sala del quirófano.Camino por el pasillo de la derecha, que es por donde hay menos personas ya que todas están pendiente de la triste escena de un padre sufriendo por su hija. Y no es que a mi no me importe, me importa, lo siento en mis huesos, siento ese escalofrío recorriendo mi espalda que hace que mi respiración tiemble, seguido de el latido rápido y fuerte de mi corazón. Por eso quiero alejarme de esa situación, es mejor así.
El hospital, es verdad, desde temprano esta poblado de personas, y no por esto, si no por un accidente del trasporte publico, las salas están llenas, cada una de ellas esta repletas de personas y el personal medico esta inquieto. Yo no conozco a todos aquí, solo e llegado a congeniar con Lenor, Wirz, Luana, Danisa, Victoria, Alana, y algún que otro de la parte de enfermería, pero hasta ahí. Si es cierto que en este pueblo todos se conocen, todos sabemos quienes somos, pero la verdad no es algo que nos importe, siempre actuamos como desconocidos, como si no supiéramos los problemas del otro o por alguna situación que haya pasado el mismo.
Pero también es verdad que de las familias más adineradas del lugar se sabe muy poco, apenas si sabemos sus nombres y alguna que otra profesión.El tiempo pasa lento en este lugar, yo estoy algo extenuada, cansada, hice mas horas de lo habitual, ya van unas 10 seguidas y este seria mi primer descanso.
Camino por uno de los pasillos vacíos del lugar. Los pasillos que llevan al departamento de radiología.
A estas horas no son concurridos y si en algún momento lo son, es por alguna situación de emergencia.
La luz blanca ilumina todo el pasillo, sus baldosas, de color blanco hacen juego con la luz y crean una atmósfera tranquila, llena de silencio.
El silencio hace que mis pensamientos se escuchen más fuerte que nunca.
Pienso en mi abuela, y en lo mucho que la extraño, se que pasaron muchos años desde su partida, pero igual sigue doliendo como una puñalada en la espalda.
Aveces lo pienso y siento un enorme vacío en el pecho al recordar todas esas tardes llenas de historias y de cuentos, de sus anécdotas, sus recuerdos del pueblo y lo obsesionada que estaba con el caso de la familia Gratha. No por nada en particular, si no porque la mujer, la madre de la familia era su amiga más intima.
Pero aún así, para mi solo eran cuentos de mi abuela, algunos lindos y otros llenos de suspenso y terror.
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Relatos Perdidos
Mistério / SuspenseLos secretos pesan más de lo que uno se lo puede imaginar, pesan y son una carga grande para estas mujeres que aun no lo saben pero comparten algo en común, comparten su pasado, sus relatos perdidos