Chloe.
Parecía que poco a poco las cosas volvían a su cauce, quizás, sin más demora, todo volvería a ser como antes.
Ese fue mi primer pensamiento cuando me levanté al día siguiente. Me llevé la mano a los labios y los acaricié, Max me había besado y me había gustado ¿significaría algo?
Gracias a él no había pensado en Ian en un largo tiempo, no había pensado de la manera amorososa, quiero decir. Hoy, iba a ser un gran día, hasta el examen de historia.
Me levanté de la cama y me dispuse a cambiarme, nunca había sido demasiado coqueta, pero hoy era un día sorprender a Max. Cuando me di cuenta de lo que había dicho, enrojecí delante del espejo.
Bajé rápidamente las escaleras y saludé a mi madre con un beso en la mejilla. Desde hace un tiempo nuestra relación había mejorado bastante.
—Buenos días, cielo.—Dijo a la vez que yo cogía una taza y echaba café y tomaba una tostada.
—Buenos días, mamá.—Respondí y empecé a comer. Miré el reloj y vi que quedaban apenas quinces minutos para las clases. Me apresuré a terminar y después me despedí de mi madre.
—Adiós, mamá.—Dije antes de salir.
Tardé unos diez minutos en llegar al instituto y, en la puerta, estaba Max esperándome apoyado en la verja. Sonreí y fui por detrás, para cuando estaba a escasos milímetros le salté encima.
—¡Buenos días señor historeador!—Dijo con entusiasmo y riendo a la vez.
—¡Ay! Vaya, hoy venimos graciosa ¿no?—Se giró para mirarme me sonrió, para después besarme la frente.—Si haces bien tu examen, te daré un regalo muy especial.—Me susurró en el oído para después separarse.—Por cierto ¿tanto te has arreglado para mi?—Dijo con sorna.
Enrojecí al momento y le pegué un puñetazo en el hombro.
—¡Capullo! ¡Ni que fueras el centro del mundo!—Dije gritándole mientras el reía y yo me moría de la vergüenza. ¿Tan obvio era?
Me cogió de la mano y me jaló hacia el interior del recinto.
—¿Por qué tanta prisa?
—Por ahí viene Ian, no quiero que estropee lo guapa que estás riendo.—Dijo seriamente, aunque en realidad se le notaba que le preocupaba. Me paré en seco y le hice pararse a él también.
—Él ya no me gusta.—Repliqué. Cuando lo dije, sabía que era verdad que no me gustaba Ian, que había conseguido olvidarlo y que realmente.
—¿Ah no?—No me creía, ¿qué debería hacer? Miré hacia atrás y vi a Ian con su primo ¡¿Damen?! Esperaba que no me se me notara demasiado el nerviosisvo, pero obviamente no lo conseguí, ya que Max me abrazó por la cintura y me besó el pelo. Me bastó eso para saber que realmente me gustaba Max.
Le cogí la cara y le rocé los labios.—Te quiero.—Dije sin más.
Sonrió y me apretó más contra él a lo que yo agradecí el gesto.
Por lo demás, y para mi sorpresa, Ian y Damen se acercaron a nosotros. El segundo dijo:
—Realmente siento todo lo que te hice, espero que me perdones algún día. Estoy arrepentido, más que nunca en mi vida lo he estado. No espero que lo comprendas, pero yo... sólo quería luchar por la persona que amaba....—Terminó diciendo y miró a Ian. Ian le sonrió y le besó el pelo, con cariño.
—Yo también te pido disculpas, Chloe... Fui bastante estúpido y no quería admitir que... bueno... ya me entiendes ¿no?—Se sonrojó.
No sabía bien que iba a decir al respecto, miré a Max y éste me lo dijo todo con la mirada.
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Se lo que piensas. [Parada temporalmente]
Mystery / Thriller¿En quién creer? ¿En quien confiar? Chloe, una chica de 16 años que tiene una vida perfecta hasta que un mensaje la destruye, literalmente la deja K.O. Debe decidir si confiar en una persona que acaba de conoce y que sabe todo sobre ella. Debe deci...