Capítulo II Despertar

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Escucho voces y siento unas fuertes lamparas en mi rostro... se sienten tan bien...

Despierto y observo a varias personas a mi alrededor...

-¿Estas bien?-

Me pregunta una amable señorita.

-Sí, gracias.-

Trato de pararme pero se me hace imposible

-Tienes suerte de estar viva.

¿Suerte? ¡Demonios!
Cómo pude fallar, al menos sólo me quedan 29 años. Lo máximo que puede llegar la gente normal a vivir son 45 años. Para que la gente no sea ni mucha ni poca.

Tienen un control de todas las personas existentes, para así evitar complicaciones. Cuando las personas llegan a los 45 años mueren por la cantidad que han estado ingestando de esa medicina de la inmortalidad (valla ironía) cuando el periodo se abarca más de lo debido, mandan a unos "Guardianes del mañana" hasta tu casa, es decir, te aniquilan sin dejar huella.

Mi padre tiene 44 años, así que no tardan en llegar los guardianes a darle "Paz" a mi casa, si eso pasa; tendremos que huir del lugar si no se darán cuenta de nuestra enorme falta de medicamento.

-¡Hey!, ¿Qué te pasa?- Dijo la señorita.

-Me perdí en mis pensamientos.- dije honestamente.

-Basta de juegos niñita- dijo molesta- Ocupo hablar contigo.

Hay muchos rostros observandome, estoy en medjo de esta blanca y pura habitación. Algo está mal aquí.
Primero, la sociedad nunca esta molesta, el sedante les brinda una falsa felicidad.
Segundo, las motocicletas son objetos prohibidos.

-Denle más sedante.-Ordenó la "amable" señorita.

No, aún no quiero dor...

Una casa. Dos personas solas. Un abuso, una mente rota que jamás se podrá componer.

-Vamos hija, sólo será una vez. Lo prometo.

-No papi, por favor. Me da miedo y me duele...

Una vista. Alguien los vió.
Un corazón partido que nunca se curó.

-¿Qué diablos haces Kaory?-Dijo su madre con total desconcierto.-¡Maldita mal nacida!

-Con que eso sucedió.- dijo la misma señorita que hablo conmigo antes de que durmiera.

-¿Por qué estoy aquí?-Intento levantarme pero se me hace imposible si quiera moverme-

-Teníamos que estar seguros de que podrías ser de los nuestros, mi nombre es Abigail y soy la líder de la operación Génesis, tenemos un trato para ti.

-¿Un... trato?- dije con una voz entre cortada.

-Te ofrecemos que puedas mantener todo tu conocimiento intacto. Te ocupamos para un plan que tenemos para esta sociedad. Puedes servirnos para nuestra causa, nosotros acabaremos con esta falsa paz.


PARANOIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora