15- Despedidas.

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Alec se despertó con una corriente de aire frío por su columna, se removió y notó que estaba sin nada puesto. La puerta se abrió y Alec se tiró hacia adelante para curbirse con la cobija dorada.

- Garbancito, pensé que seguías dormido.- dijo Magnus, traía una bata blanca que lo cubría hasta la rodilla. En las manos tenía una bandeja con lo que parecía ser el desayuno.-¿ Quieres desayunar?.

Alec no podía actuar normal estando desnudo, con Magnus en frente de él, ¿Donde se había ido su coraje? Se preguntó nervioso, Magnus notó su acción y río por lo bajo, le parecía tan adorable.

- Alec.- dijo con una sonrisa cariñosa.- No estes tímido, anoche vi demasiado.- le guiño el ojo con descaro, provocando que sus mejillas se calentaran.- Y eres hermoso por cierto, no puedo creer que lo disimules con tus horrendos abrigos.

- No son horrendos.- se quejó a Alec.- Son muy cómodos ,en realidad.

- Si como digas cielo.- acercó la bandeja y se sentó a su lado.- Ahora desayuna, me a costado hacerlo.

Reparó en lo que había traído, y no podía ser más romántico, era un jugo de naranja con unos panqueques.- Es romántico.- lo miro y le regaló una sonrisa de agradecimiento, se acercó y lo beso, Magnus no lo dejo seguir por que se apartó.
Se quedó extrañado pero se olvido al ver los ojos de alegría de Magnus.- Lo siento Garbancito pero hoy es nuestro ultimo día antes que te vayas para paris una se semana, y quiero aprovecharlo y no puedo con tigo... desnudo...en mi cama....- se detuvo y salió casi corriendo de la habitación.- Te espero afuera, cielo.

Desayunó y se puso la misma ropa que andaba anoche, no tenía más. Salió y Magnus ya andaba con su ropa puesta, andaba de un lado para otro buscando algo.- Perdi mi teléfono.

- Por ahí debe estar.- lo tranquilizó, se sentó en el sofa de la sala a verlo.-¿ Que quieres hacer hoy?.

- Tengo muchas ideas.- se detuvo para darle toda su atención a Alec.- Podemos, ir al cine, al parque de diversione, a unas piscinas privadas... no ya se... podemos ir a un lugar que tu eligas.

Alec se sorprendió, ¿ Que elegiria él?.- No se, no soy muy bueno.

- Por favor.- dijo girando los ojos.- El restaurante estaba impresionante, se que tienes más ideas así.

- Si, pero no quiero que sea en un lugar publico.- solto rápido.- Acuérdate, es nuestro día.

Magnus pensó un momento y se le fue acercándose lentamente.- Tienes razón.

- Pero necesito que vayamos por ropa a mi casa.- dijo tomándolo por los hombros.- No andare con esta ropa todo el día.

- Ah, ya solucioné eso.- magnus se apartó y cogió un bolso negro.- Llame a Izzy y ella paso hace como diez minutos. Me dijo que tenías que estar en tu casa a las siete por que debes dormir y hacer la maleta.

- Izzy.- dijo con orgullo.- No se que haría sin ella.

- Bueno... ya no tienes excusas. Ve a cambiarte.- lo empujó para el baño principal.- Nos espera el mejor día.
...

Más tarde estaban caminando por las calles de nueva York , buscando una heladería de buen aspecto, pues hacía calor y un helado no quedaba nada mal.

- ¿ No crees que es un lugar enorme? - preguntó Alec, y es que realmente lo era, parecía la entrada a un centro comercial.- Me encantaría leer aquí mientras leo.

- Me avisas cuándo eso pase, quisiera aconpañarte.- Magnus tenía sus manos juntas para apoyar ahí su barbilla .- Sería una idea maravillosa.

- Eres tan especial.- dijo Alec, Magnus hizo una mueca, entendió que lo había dicho de mala forma.- A lo que me refiero es que... eres único

Poder De  Las Palabras( MALEC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora