Hoy Alec iba a toda prisa por los pasillos, sus hermanos no lo habían levantadon, necesitaba preguntarles el porque.
En la mano llevaba unos cuadernos que iba a ocupar para su segunda clase, a la que ya iba tarde, ni siquiera le dio tiempo de poder desayunar así que se compró un café.Al llegar a su casillero le puso un mensaje a Magnus para que supiera que estaba ahí, como pudo, abrió el casillero y metió todas sus cosas, iba a cerrarla pero alguien lo hizo por él.
- Alexander.- sonrió Camille.- Hace tiempo te quería ver a solas.
- No tengo tiempo.- dijo rápido, era la verdad y tampoco quería hablar con ella, solo lo hacia sentir mal.- Así que vete.
- Hay que pesado .- se río, paso los dedos por su muñeca, Alec la bajo con rapidez.- Que tímido.
- No tengo tiempo.- volvió a insistir. Dio la vuelta pero Camille lo jalo hacía ella y le presiono las uñas, si se movía un poco serían enterradas en su piel.
- Te quiero contar algo, Cariño, no seas pesado.- sonrio.- Te vengo a dar la oportunidad de que te alejes de Magnus, todos saben que el es mío...
- No te quiero oír.- la calló.- Magnus ahora esta conmigo, dejalo en paz, el no te quiere.
Ella le soltó una cachetada pero el no le bajo la mirada, eran novios y protegería eso. - Largate Camille, se buena perdedora.
- Eso no dirás cuando lo tenga para mí y tu no lo puedas ver.- dijo entre risas. Alec bajo su mano de la mejilla y se acercó más a ella, si algo le había enseñado sus hermanos era a defender lo suyo, y defenderse el mismo.
- No entiendo por que lo buscas a él, Magnus es demasiado para ti, demsiado para todos.- la miró y se acercó un poco más, ella cedió un pasó pero no lo dejo de ver con odio.- Las ratas buscan en la basura, ve y busca en otro lado.
- Alec.- dijo Magnus tras ellos, Se alejó un pasó.
- Te arrepentirás de cada una de las palabras que me acabas de decir.- dijo en un susurro.- Y tu seras que busque en la basura.... y no precisamente un hombre.... buscaras la salida.
Él la miró sin decir nada, Camille sonrió con alegría y se fue moviéndose con energía.
- Gusto en verte Magnus.- dijo cuando se iba alejando.
Magnus llegó a él y lo abrazo, ya había perdido toda la confianza que tenía hace rato, se aferró al abrazo, quería sentirlo, sentir a la persona por la que se acaba de pelear, pero es que Magnus Bane lo valía junto con su propia felicidad.
- Alec, ¿ Estás loco?.- dijo enojado.- ¿ Por que dijiste eso?.
Alec abrió la boca, ¿ por que reaccionó así?.- Magnus, tú no haces nada con ella, no me defiendes y creo que era hora de que lo hiciera yo.- caminó pero fue alcanzado por Magnus.
- No espera, no es por eso exactamente.- cogio sus manos, parecía tener una necedad con sus manos.- Lo que pasa es qué , como dije, el papá de Camille tiene mucho poder y a ella no le temblará la mano usar esa ventaja para dañarte. No estoy preocupado por ella, si no por ti, Mi nefilim
Alec sonrió acercandose a él, ¿ mi?..- ¿Nefilim?
- Ya sabes... experimento con algunos apodos.- le dio un cortito besó de saludo.- ¿ Por que has llegado tarde?.
- Los chicos no me han levantado y mi alarma no sonó.- se quejó, caminaron juntos, tomados de la mano, ahora solo asi andaban, el colegio se admiraba de ver a su tan codisiado tímido chico, con alguien como Magnus, eran totalmente diferentes. Para ellos aplicaba la ley de los apuestos se atraen.
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Poder De Las Palabras( MALEC)
RomansaMagnus siempre a estado enamorado de Alexander, el chico mas guapo y timido de todo el colegio, un dia toma valor y empieza a coquetearle hasta que Alexander cae en sus encantos, ambos se enamoran pero antes de vivir felices tienen que pasar por alg...