Podía ver el enojo en los ojos de su padre, en todo su cuerpo, en la forma en la que estaba sentado, incluso en la forma en la que respiraba. Cerró la puerta sintiendo sus manos temblando y sudando, todo lo que había sentido antes se fue sustituido con el miedo.
No dijo nada, esperó a que su padre lo hiciera, mientras lanzaba una oración al cielo para que su padre se apiadara de ella por lo que sabía que estaba a punto de suceder.
— ¿Dónde dormiste anoche?
— Estaba lloviendo mucho y tuve que quedarme en la casa de los Bisen.
— ¿En la casa de los Bisen o con el que te estás revolcando?
Tragó cuando lo vio ponerse de pie, dio un paso atrás, chocando con la puerta, golpeándose con la manija.
— Papá, no...
— Contesta, ¿Con los Bisen o con el que te estás revolcando?
— Con los Bisen.
Trató de contener sus ganas de llorar, su padre odiaba cuando ella lo hacía.
— ¿Quién te embarazó?
— Papá...
Ella de ninguna manera iba a decir que el bebé que esperaba era de Frank Bisen, sobre todo porque no quería meterlo en problemas, prefería tomar todas las consecuencias de mantenerse callada.
Su padre la tomó de los cabellos, jalándola fuertemente, moviéndola hasta donde él estaba como si de una muñeca de trapo se tratara, tomó las muñecas de su padre para tratar de disminuir el dolor.
— ¿Quién fue? —preguntó, en un tono más alto.
Pero siguió sin responder. Eso lo enfadó aún más, le dio una fuerte cachetada, podía ver lo verdaderamente molesto que estaba pues su padre jamás le golpeó el rostro.
— ¿Quién fue? —preguntó nuevamente, apretando más.
— Papá, por favor, no lastimes al bebé.
Comenzó a llorar sin poder impedirlo, el rostro de su padre se deformó por el enojo.
— Eres una prostituta igual que tu madre.
La lanzó al piso, golpeándola fuertemente, pateándola, trató de cubrir su vientre con sus brazos mientras recibía cada golpe, en lo único en lo que podía pensar era en lo que podía pasar con el bebé que recién comenzaba a crecer en su interior, en que no quería perderlo, en que tenía que salir de esa casa antes de que su padre la matara. Además pensaba en qué iba a pasar si perdía al bebé debido a los golpes, en qué iba a decirle a Frank si eso sucedía.
Pasaron muchos agonizantes minutos hasta que por fin dejó de golpearla, la dejó tirada en medio de la sala, adolorida, llorando, sangrando. Él se fue, pudo escuchar al motor de la camioneta rugiendo y alejándose.
Trató de respirar, pero le era difícil, todo su cuerpo dolía cada vez que trataba de hacerlo, además de que su nariz sangraba demasiado, pero estaba lo suficientemente adolorida como para no querer ni si quiera pestañear.
Bajó su mano, tocando, rogándole a Dios que no estuviera sangrando, que su bebé siguiera vivo. Pero no logró percatarse de ello, sus ojos se cerraron.
***
Se estacionó frente a la casa de Kelly, se había quedado preocupado luego de pedirle que se retirara, quería verificar que ella había llegado sana y salva, sobre todo después de que ella no respondía las llamadas a su celular. Tocó la puerta un par de veces, pero nadie respondió, esperó por si ella estaba dormida y no lo escuchaba, pero después de muchos minutos, nadie salió. Se asomó por una ventana, la cortina estaba corrida, permitiéndole ver hacia adentro de la casa, vio la sala de estar vacía, pero al ver más allá, la imagen lo dejó congelado, su corazón comenzó a latir con desesperación.
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K E L L Y #PGP2022
Romance*NOVELA PARTICIPANTE EN "PREMIOS GEMAS PERDIDAS 2022".* SERIE BISEN HILLS DOS NOVELA TERMINADA. Kelly es una chica alegre y desinhibida, siempre dispuesta a alegrar a los demás aunque en su casa viva un infierno, con un padre violento y un horrible...